Posts written by Misaki Heartfilia

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    Misa: ¿hola? -se esconde atrás de un muro- sé que ha pasado casi un año, desde la última vez que actualicé, desde mi cumpleaños, por cierto.

    Bueno, la otra vez en facebook dije que los fanfic actuales, serían los últimos del fandom de Naruto que haría, así que me gustaría poder finalizarlos. Ese doncel y yo, le queda el final, en el cual estoy trabajando, pero como estará un poquito largo, no adelantaré más al respecto. Sobre Amor en el tiempo, no diré nada, pero lo acabaré, aunque tarde, lo acabaré jeje y sobre este, tendré que darle un final rápido. no era esa mi intención al principio, pero mis estudios me consumen mucho y los que me conocen, saben que lo mío no es el humor para escribir, lo que hace que me cueste más seguirle el ritmo a este fic. Era eso, o dejarlo, así que preferí publicarles capis cortos y acabarlo pronto, ojalá eso no les moleste. Este capi, está corto, pero es todo lo que puedo ofrecer u.u

    Disfruten (?

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    Capítulo 6: Celos, oh, los malditos celos de un Uchiha (Parte 2).



    Sasuke miraba con aburrimiento hacia la oficina del hokage, mientras los presentes ahí, no hacían nada más que estar sentados hablando. Se encontraba detrás de un poste arriba de un techo a aproximadamente unos 40 metros mirando con un binocular. Ya llevaba 40 minutos y con rabia veía como el pelirrojo, parecía no tener la intención de salir de la oficina de su dobe. Lo maldecía, así como por su mente pasaban las más crueles formas de matar a Gaara. Oh, eso sonaba genial.

    5 minutos después, la reunión por fin acababa y Sasuke vio como Sakura salía con Gaara y sus hermanos y los guiaba a quien sabe dónde. Pronto, vio como Naruto se acercaba a una de las ventanas y la abría haciéndole una seña con la mano.

    Demonios, lo había visto.

    Por su propio bien, decidió ir. Cuando llegó, Naruto no se hizo de esperar con su reclamo.

    —Te dije que te fueras a la casa ¿creíste que no me daría cuenta de tu presencia? ¿por quién me tomas?

    —Por un dobe.

    —¡No estoy para bromas! —chilló Naruto.

    —Vale, pero la verdad no sé qué te hizo pensar que te haría caso y me iría.

    —Sí, tienes razón, pero eso no justifica que estés aquí, cuando no deberías.

    —No me culpes, tenía que vigilar a ese pelirrojo —Sasuke frunció el ceño.

    Naruto suspiró. No iba a hacer cambiar a Sasuke su forma de pensar sobre Gaara. Si no lo había logrado antes, ahora menos.

    —Mira, hablemos más tarde. Ahora tengo trabajo que hacer.

    —Bien —y esta vez, Sasuke si se fue, aunque eso no quería decir que dejaría a Gaara andar merodeando feliz de la vida.



    Pasado-presente.

    Los tres hermanos, volvieron al escondite en donde se encontraban su oto-san, el tío Juugo y el tío Suigetsu.

    —Ah, ya volvieron —dijo Suigetsu al verlos—, pero ¿qué les pasa? —les preguntó al ver la cara de susto que traían.

    —Eh… ah… nosotros… —balbuceaba Hikari.

    —¿Dónde está oto-san? —preguntó Shinji, quien era el que se había quitado la cara de susto.

    —En el cuarto de ahí —respondió Suigetsu haciendo un movimiento de cabeza.

    —Vale.

    Suigetsu y Juugo, veían como los tres hermanos caminaban de manera robótica hacia donde estaba Sasuke, tocaban con cuidado la puerta y entraban, siendo Hikari quien empujaba a Shinji para que entrara primero y Komuro detrás de su hermana.

    —¿Y cómo les fue? —les preguntó Sasuke. Vio como los mellizos se debatían con indirectas sobre quien hablaría.

    —Mal —dijo finalmente Shinji.

    —¿Por?

    —Oto-chan sigue haciéndonos la desconocida.

    —¿Y? —preguntó Sasuke intuyendo que había algo más, algo que no le querían decir.

    —¿Y qué? —preguntó Hikari tratando de hacerse la inocente.

    —¿Hay algo más cierto?

    —Mmm… bueno… la verdad… —volvió a balbucear la rubia.

    —Oímos que el Kazekage vendrá a Konoha y oto-chan lo recibirá —lo soltó Shinji sintiendo un gran peso ser liberado. Pronto sintió como sus hermanos se apegaban a él agarrándole cada uno un brazo, y por acto reflejo, cerraban los ojos al mismo tiempo, esperando un grito, que nunca llegó.

    —Ya —fue lo único que Sasuke dijo forzando a los hermanos a abrir los ojos.

    —¿Eso es todo lo que dirás? —pregunta Hikari temerosa.

    —¿Saben cuándo viene y por qué? —siguió preguntando Sasuke.

    —Viene mañana, según para fortalecer los lazos entre Konoha y Suna —respondió Shinji.

    —Ya veo ¿podrían salir a dar una vuelta? Me gustaría hablar a solas con Suigetsu y Juugo.

    —¿Estás seguro? —preguntó la rubia. Sasuke asintió— ¿seguro, seguro? —volvió a preguntar. Sasuke se veía demasiado calmado, cosa que los asustaba más.

    —Sí.

    —¿De verdad?

    —¡Ya lárguense de una vez! —les gritó Sasuke y los tres salieron huyendo, sin siquiera reparar en las caras de Suigetsu y Juugo, cuando los vieron salir.

    —¿Ya ves lo que provocas Hikari? —le reclama Shinji.

    —¿Yo? No es mi culpa que oto-san se vea tan calmado. Es extraño.

    —Sí, muy extraño —concordó Shinji.

    —Pero ahora parece haberse enojado ¿y si está planeando algo feo? —dijo Komuro poniendo cara asustada.

    —No te preocupes Komuro. No es como si oto-san estuviera planeando un asesinato o algo así.

    —¿Qué? —la expresión de Komuro cambió a una peor.

    —Hikari ¿por qué mejor no cierras la boca? Nos harías un gran favor.

    —Yo… yo… no es lo que quise decir…

    —Hikari, cállate —la calló Shinji y ella así lo hizo.







    —Entonces va a venir el Kazekage, eh —comentó Suigetsu.

    —Lo más probable, es que sea para establecer una alianza entre Konoha y Suna.

    —Y supongo que eso es algo que no podemos permitir ¿verdad? —le preguntó Juugo a Sasuke.

    —Claro que no. No podemos dejar que Konoha adquiera más poder.

    —¿Y qué haremos? —preguntó distraídamente Suigetsu.

    —Los mocosos dijeron que él llegaría mañana y que Naruto lo recibiría, por lo que debemos de interceptarlo y acabar con él antes de que llegue a Konoha.

    —¿Y qué haremos con los mocosos?

    —Engañarlos, y de paso nos deshacemos de ellos de una vez por todas.

    —¿Cómo? —preguntó Juugo.

    —Les diré que vayan a espiar a Naruto, para que me “reporten” lo que pase.

    —Una idea simple, pero genial.

    —Entonces está decidido, mañana acabaremos con el Kazekage —Sasuke sonrió poniendo su sonrisa Uchiha. Acabaría con esa estúpida alianza, y de paso, acabaría con ese sujeto que no le caía para nada bien.



    Más tarde, Sasuke se encontraba reunido con los hermanos y con Suigetsu y Juugo tras él.

    —Estuve hablando sobre lo que me dijeron con Suigetsu y Juugo, y tomé una decisión —empezó hablando.

    —¿No lo vas a matar verdad? Esa no era nuestra intención, si oto-chan se entera, nos matará a nosotros, y a ti te irá mal —lo apuntó con el dedo Hikari.

    —Claro que no, no pienso matarlo —mintió descaradamente—, pero sí quiero saber sus intenciones, y en eso, me ayudarán ustedes.

    —¿Cómo? —preguntó Shinji.

    —Necesito que vayan temprano a espiar a Naruto, que lo sigan, que se conviertan en su sombra y así me informen de todo lo que haga o hable con el Kazekage ¿quedó claro?

    Los hermanos dudaron un poco en responder, pero al ver que Sasuke no tenía ni una pizca de la cara de psicópata que siempre ponía cuando venía el Kazekage a la aldea, decidieron aceptar, pero…

    —Vale, pero tú no harás nada, ¿verdad? —preguntó Hikari.

    —No, se los dejo todo a ustedes.

    Sasuke vio como los chicos sonreían, parecían muy contentos con la idea de que su padre confiara en ellos. Pensar eso, le hacía sentir escalofríos.

    —Como usted diga señor —los tres se levantaron de sus asientos e hicieron un saludo estilo militar.

    Aquella noche, pensó Sasuke, sería la última vez que los vería, pero él estaba bien con eso ¿verdad?

    Continuará…
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    Misa: veré si a la próxima les traigo un boceto de los hermanos Uchiha-Uzumaki =)

    Sasuki irá a por Gaara, pero como vieron que Gaara sale en el futuro, ya sabemos que no le pasará nada xD

    A contar del próximo capi, empezará el SN, oye sí 7u7

    Hasta la próxima.

    Pueden seguirme en facebook: www.facebook.com/misaki.heartfilia.ea/

    Y en youtube, tengo varios vídeos SN: www.youtube.com/channel/UCoeHqafwhGZqYO3k9-z9BkQ
  2. .
    Misa: vaya, no pensé que alguien se acordara de este fic. Este fic, lo retomé hace un tiempo, pero nunca me acuerdo de seguirlo xD
    Aquí les dejo el nuevo capi. Si quieren que lo sigan también aquí en MY, con gusto lo hago ^^ sólo díganlo.
    Por cierto, que todos los capis fueron editados. Ya arreglé las nuevas versiones aquí.
    Disfruten ^^

    Muchas gracias a: chio.murder, ShiraShizu~, yamíSora, Ryuuzetsu, Yuki Zoldyck, alex-san, ***Misaki23***, Ross_Uzumaki, Camila98, karell momsen, Money aristar ban, Elizabethdiaz, 691396, Carla Camacho, Hana-chan64, Keyla Marianela Martinez Mieles, liho1993 y luna de fuego, mil disculpas por la tardanza jeje me dio nostalgia ver algunos nombres, a algunos los recuerdos como lectores que conocí en esta página y que me animaron a seguir con mis escritos, miles de gracias.
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    Capítulo 5: Celos, oh, los malditos celos de un Uchiha.



    Futuro-presente.

    Sasuke estaba con cara de fastidio, aunque era obvio el porqué. Tenía que, obligadamente, comer el arroz que había quedado el día anterior y que él mismo había tenido que preparar puesto que la empleada y niñera de sus hijos, se había ido de vacaciones por una semana a ver unos parientes a quien sabe dónde. Mientras, el rubio comía ramen instantáneo aunque era raro no verlo feliz como era la costumbre cuando comía de su tan ansiada comida, más bien, parecía nervioso. Sí, ahí había algo y no se trataba del tema de sus pequeños.

    —¿Te pasa algo? —decidió preguntar.

    —¿A mí?

    —A quien más ¿acaso ves a alguien más o a un fantasma?

    —¡¿Qué?! ¡¿Un fantasma?! ¡¿Dónde?! —se alarmó.

    —Mira dobe, no me evadas la pregunta con tonterías —suspiró—. Repito, ¿Te pasa algo?

    —¿A mí?

    —No empieces otra vez ¿quieres?

    —Bueno ya, pero no te exaltes-ttebayo.

    —Tú me obligas.

    —Bien, pero no me pasa nada, solo estoy así por lo de nuestros hijos —miró hacia el lado al decir esto, dándole a entender a Sasuke, que mentía, y que se trataba de otra cosa—. Sabes qué, será mejor que me vaya, ya que con todo el ajetreo de ayer, no hice mucho y se me acumuló trabajo —dijo para luego levantarse y agarrar su capa de Hokage para ponérsela—, así que, nos vemos —se detiene y le da un tierno beso a Sasuke en la boca—. Adiós —y se va.

    Sasuke se quedó ahí, sentado, mirando hacia la puerta por donde salió su rubio esposo. Decidió levantarse de su lugar y lavar los platos. Notó que su dobe ni siquiera botó el envase de ramen que había comido, honestamente, su esposo no tenía remedio, pero así era como le gustaba y a decir verdad, le alegraba que Naruto no cambiase y que hasta ahora continuase siendo el dobe revoltoso e infantil del que se había enamorado —aunque aquello no fuera un gran ejemplo para sus hijos—.

    Al final, había acabado de lavar todo y ahora no sabía qué hacer. Días antes, Naruto lo había enviado a una misión clase S que, por lo menos, le tomaría una semana hacerla, pero él, como es tan buen ninja —cosa que no hay que discutirle por nada del mundo—, eso, y que no le gustaba estar mucho tiempo lejos de su Naru, solo se tardó cuatro días en completarla. Pero ahora que lo pensaba, Naruto le dijo que tenía mucho trabajo. Bien, ahí había algo que hacer, le iría a ayudar y así de paso, pasaría un buen tiempo con su esposo y éste estaría tan agradecido, que terminaría por recompensarlo muy bien en la noche. Oh, sí, parecía un gran panorama. Decidido, se vistió de manera informal —ya que llevaba puesta su ropa de AMBU— con una polera azul, encima una chaqueta ploma, y unos pantalones negros. Cerró todas las puertas y salió hacia la mansión Hokage.



    En la oficina del Hokage, se encontraba Sakura, quien movía los ojos de allá para acá como si estuviera viendo un partido de tenis. Pero no era eso lo que sus ojos seguían, sino a Naruto dando vueltas y vueltas de un lado para otro y de forma muy inquieta.

    —Si sigues así, vas a terminar por hacer un hoyo y pasando al piso de abajo —le dijo Sakura.

    —Pero es que, no puedo evitarlo-ttebayo

    —Yo lo sé, pero no vas a ganar nada inquietándote

    —Sí, pero...

    —Aun así, ¿Por qué no enviaste a Sasuke-kun a una misión más larga?

    —Lo hice, le di una que mínimo, le tomaría una semana, pero la acabó en cuatro días y sabes que al teme no le gustan las misiones más largas-ttebayo —suspiró.

    —Pero ¿Y qué? Eres el Hokage, y él debe apegarse a tus órdenes, independiente del hecho, de que estén casados

    —Sí, lo sé, pero si le hubiera dado una más larga, Sasuke se habría dado cuenta que algo anda mal. Ya sabes que es muy perspicaz

    —Es cierto —se escucha un sonido de toques en la puerta.

    —¡Adelante! —grita Naruto e ingresa un ninja de pelo castaño con el típico traje azul completo y la chaqueta verde de los ninjas de Konoha.

    —Hokage-sama, el Kazekage ya está aquí —en cuanto escuchó eso, Naruto pegó un ligero brinco sobre su lugar.


    Era por eso de tanto nerviosismo del rubio, y era por eso que quería a su teme lo más lejos posible ese día. El problema era que, Sasuke sentía una cantidad inexplicable de celos hacia Gaara —y al decir inexplicable, se refiere a que Naruto no se sabe el por qué, cuando es más que obvio— cada vez que se acercaba a Naruto, ya que y por poco, y se le tiraba encima —y casi lo logra en varias ocasiones— si no es por los ninjas acompañantes del Hokage, que siempre detenían a duras penas, a un molesto y celoso Sasuke.

    Pero estaba el problema, de que Sasuke tenía que estar justo en la aldea ese día. Solo le quedaba rezar a todos los dioses, habidos y por haber, que no se le ocurriese ir a la torre del Hokage.

    —Naruto —Sakura lo sacó de sus pensamientos.

    —Sí. Será mejor ir a recibirlo. Vamos, Sakura-chan

    —Sí.

    Naruto toma una bocanada de aire y avanza siendo seguido por Sakura. A los minutos después de que salieran de la torre, Sasuke se aparece notando de que ahí, no hay mucho movimiento, cosa que le extrañó mucho.

    —Oye —le habla a un pobre ninja que tuvo la mala suerte de pasar por ahí.

    —Sí. Dígame Sasuke taichou.

    —¿Está Naruto?

    —Eh... Ah... Bueno... Es que... —a Sasuke ya le había cabreado la actitud del ninja por lo que furioso agarró al ninja de la ropa y lo estampó en la pared.

    —Dime de una puta vez ¡¿Dónde mierda está Naruto?! —le preguntó esta vez con el Sharingan activado.

    —El Hokage-sama fue a... recibir a... Kazekage-sama a la puerta oeste —respondió con temor para posteriormente, cubrirse la cara con ambas manos.

    —¡¿Qué?! —gritó Sasuke con furia soltando al pobre ninja de golpe en el suelo y saliendo hecho una fiera— "así que era por eso, pero ya van a ver" —pensó y salió del lugar.



    Naruto llegó con una sonrisa a la entrada oeste de la aldea en donde se encontraba Gaara, junto con sus hermanos Kankuro y Temari de escolta.

    —Hola Gaara, y bienvenido a la aldea —dijo.

    —Gracias, solo espero que no ande cierto Uchiha por aquí cerca —dijo Gaara mirando hacia todos lados.

    —Eh, bueno... —dijo Sakura y comenzó a reír de manera nerviosa o más bien, casi histérica junto con Naruto cuando de repente...

    —¡Tú! —se escuchó el gruñido de Sasuke y todos los presentes voltearon a ver hacia él a lo que Naruto pensó: "ay no" y quedándose con la duda de si ese "tú" con tono de ultratumba, era para Gaara o para él.

    —Sasuke ¿Qué haces aquí? —se atrevió a preguntar Naruto usando un tono un tanto ofendido.

    —¿Que qué hago aquí? Pasa, que fui a la torre a buscarte para así poder ayudarte con tu "montón de trabajo" —hizo comillas con los dedos—, pero ya veo, que ya tienes a quien te ayude a trabajar —usó un doble sentido en la frase y miró a Gaara con claro desprecio.

    —Mira Sasuke ¿Por qué mejor no te vas a la casa y hablamos más tarde, sí? —le propuso Naruto con una sonrisa que no convenció ni un poquito a Sasuke.

    —Y dejarte todo el día a solas con este imbécil —apunta a Gaara—, claro que no.

    —¡Ey, no lo insultes!

    —Y tú no lo defiendas.

    Los dos parecían que echaban rayos por los ojos de enojo hasta que Sakura, cabreada, decide llamarles la atención.

    —¡Ya basta! —gritó— Están dando un pésimo ejemplo peleándose como niños chiquitos. Quiero recordarles que ya no tenemos 12 años, que ahora ya somos adultos, padres y que debemos comportarnos como tales.

    Sasuke y Naruto bajan la cabeza en forma arrepentida.

    —Tienes razón —habla Sasuke—, pero esto no pasaría si el dobe se comportara.

    —¡¿Qué dijiste?! Si eres tú el que hace el ridículo.

    —¡Pero ya te dije que es por tu culpa!

    —¿Mi culpa?, ¿o sea que es mi culpa que seas un desconfiado y celoso?

    —¿Celoso?, ¿De dónde sacas eso?

    —Ah, sí, y entonces ¿Cómo le llamas a la escenita que te acabas de montar?

    —Yo lo único que hago es protegerte.

    —¿Protegerme?, ¿de qué?, ¿de Gaara? Por favor.

    Sakura miraba de forma insólita la escena. En verdad que no podía creer lo infantiles que eran y había veces en la que no entendía cómo demonios llevaban más de 13 años de relación.

    —Discúlpenlos por favor —les pidió a Gaara y a sus hermanos inclinándose una y otra vez.

    —No te preocupes, de alguna forma, ya estamos acostumbrados a esto —dijo Gaara con un suspiro mientras el matrimonio seguía discutiendo.

    —Naruto ¡¿Quieres ponerte serio y volver al trabajo?! —le pidió Sakura en tono enojado y el rubio detuvo su discusión y la volteó a ver.

    —Ah, sí, tienes razón Sakura-chan —se rasco la mejilla con un dedo, avergonzado—, entonces, Sasuke, vete a la casa.

    —¡¿Qué?! ¿Acaso eso es una orden? —preguntó Sasuke indignado.

    —Sí —respondió Naruto y se acercó al oído de Sasuke antes de que éste pudiera replicar, a decirle—. Si no te comportas, te tendré en abstinencia por un mes y cualquier réplica solo hará que aumente otro más-ttebayo —le dedicó una sonrisa cínica y se alejó dejando a un Sasuke con la cara algo desencajada y con una gran furia dentro—. Ya no hay de qué preocuparse, Sasuke ya se va ¿verdad teme?

    —Sí, ya me voy —dijo de mala gana y se dio la media vuelta, no sin antes echarle una mirada de odio a Gaara para después, irse refunfuñando.

    —¿Qué le dijiste? —le preguntó Sakura a Naruto cuando Sasuke ya había desaparecido de su vista.

    —Cosas mías y de Sasuke —dijo con una sonrisa, dando a entender a todos, qué demonios le había dicho—. Bueno, antes que nada, una disculpa a ti Gaara y a tus hermanos por esto —suspiró—, es inevitable-ttebayo.

    —No te preocupes, ya le comentaba a Sakura que ya estamos acostumbrados —mira a sus hermanos y éstos asienten con una gotita cayéndoles por la sien.

    —Entonces ¿vamos a mi oficina? —pregunta Naruto.

    —Claro —Gaara acepta y todos parten hacia la torre del Hokage.

    Mientras, detrás de un edificio, se encontraba Sasuke escondido mirando como Naruto se iba con Gaara. Ah, pero que ni pensara el dobe que él se iría a la casa tan tranquilo y feliz de la vida mientras él se quedaba con Gaara a hacer ve tú a saber qué. Lo vigilaría. Gaara nunca le había dado confianza, y mucho menos se la daba cuando estaba con Naruto. Protegería a su dobe, sea como sea, aunque él no quisiera.

    Continuará…


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    Misa: nos vemos, hasta la próxima. Sie te gustó, recuerda dejar review :=hurrahrr:
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    691396: jajajaja la respuesta del uke está en tu corazón. La idea es que el uke será el que el lector decida :=ideasss:
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    Wau, 2 años y medio. Como ha pasado el tiempo ¿no?
    Me disculpo si no lo continué y dudo que lo haga, cosa que me frustra, ya que este fue el primer fic que escribí y le tengo mucho cariño, pero tiene tanto OoC y una faltas de ortografía y redacción, que me averguenzan. Si lo siguiera, tendría que reescribirlo por completo y actualmente, no tengo tiempo para eso.
    Mi poco tiempo, se lo dedico a otro dos fics.
    En cualquier caso, no es que yo haya dejado de escribir ni nada, yo sólo me despedí de Mundo Yaoi, porque lo que veía aquí ya no me convencía en lo absoluto.
    Si alguien me quiere seguir, lo puede hacer en AY y Wattpad que son las plataformas que actualmente utilizo para publicar, y donde quizá, en un futuro cuando no tenga ningún fic, me anime a reescribir este.
    Gracias por su comprensión y por los comentarios dejados, yo entiendo perfectamente qué se siente que te dejen varada con un fic.
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    Gracias, algo que no aclaré es que, yo no me retiro de la escritura, sino de esta página, porque yo estoy mas entusiasmada que nunca con escribir y dibujar para mis fics.
    Dejaré los links de mis cuentas en donde están mis fics:

    www.amor-yaoi.com/fanfic/viewuser.php?uid=50146 (aquí están todos)

    www.wattpad.com/user/MisakiHeartfilia

    Y nadeshiko fujisaki, cuando termine Amor en el tiempo y Buscando al esposo ideal, prometo que retomaré Mi pasado me persigue, ese es uno de mis fics regalones que por problemas de inspiración y tiempo, no pude seguir. También retomaré Promesa de matrimonio, otro fic pendiente, pero lo haré cuando acabe los que tengo.
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    ¡Hola! bueno, primero que nada, vengo a darles un anuncio, me retiro definitivamente de Mundo yaoi, y mi retiro significa el borrado de la mayoría de mis fanfics ¿Por qué? la respuesta es simple, hace tiempo que ya no me siento cómoda con las cosas aquí y me da pena, ya que aquí empecé con mis fanfics y por eso le tengo un gran cariño, así que ya ¿para qué? me esfuerzo en mostrar un buen trabajo pero veo que cada día la calidad de fics aquí va bajando (no es por ofender, pero me he pasado a mirar algunos fics que tienen cosas pésimas, no especificaré qué) así que, los iré borrando a algunos de a poco.
    Si a alguien le interesa seguir este fic, está publicado hasta el capi 11 en Amor yaoi y Wattpad. Dejaré los links.

    www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=125358

    www.wattpad.com/story/17649407-amor-en-el-tiempo-sasunaru


    Edited by Misaki Heartfilia - 25/1/2016, 15:56
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    Misa: aquí les vengo a dejar el capi 6

    hiroki: pues sí, Naruto debería entender eso que dicen "más vale tarde que nunca" pero bue' ya que se le hace xD
    En lo que respecta a Sasuke, la persona con la que se encontró se sabrá hasta el próximo capi
    Gracias por leer y comentar

    Miki hatsune: me alegra que te siga gustando ^^
    Gracias por leer y comentar

    ¡Disfruten!

    Capítulo 6: Recuerdos 2.



    Después de un largo día laboral, a eso de las 6 de la tarde, Naruto venía por fin llegando a su casa. En cuanto abrió la puerta, escuchó el sonido del televisor a todo volumen, fue hacia la sala y ahí se encontró a su hijo gritando mientras jugaba a la play station. Ya ni sabía si había sido una buena idea el comprarle ese estúpido aparatito, y el darle dinero cada vez que Hiroshi le pedía para un nuevo juego. Pero como decía Kushina, aquel aparato servía para distraer a Hiroshi cuando no tenía tarea y así, no pudiese fastidiarles a ellos.

    — ¡Estúpidos zombies! —chilló Hiroshi de la nada y Naruto se acercó al televisor y lo apagó ante la cara expectante y de sorpresa que puso su hijo.

    —He de suponer —empezó Naruto mientras se cruzaba de brazos y fruncía el ceño— que no tienes ninguna tarea, ninguna prueba ni nada que repasar.

    —Eh… bueno…

    — ¿O me equivoco?

    —Yo solo… quería distraerme un rato…

    —Además —continuó Naruto ignorando lo dicho por Hiroshi—, ¿por qué demonios tienes así la nariz? Parece como si te hubieran dado un puñetazo.

    —Oh, eso, me llegó una pelota en la cara —contestó con una sonrisa inocente. No quería tener que decir que fue porque prácticamente rogó (cosa que sí hizo) a Itachi-sensei para que le dejara jugar futbol, aun cuando no le correspondía.

    —Hay que ser idiota —dijo Naruto y Hiroshi no podía estar más de acuerdo, muy a su pesar— ¿ya te pusiste hielo?

    —Sí, me pusieron en la enfermería y cuando llegué aquí, también me puse.

    —Bueno, volviendo al tema anterior —Hiroshi odiaba eso de su oto-chan, nunca se le pasaba una—, he de suponer que sí tenías tarea pero que decidiste jugar primero con el aparatito ese porque se te dio la gana, aun cuando nuestro trato era que jugarías cuando no tuvieras tarea o ya la hayas hecho.

    —Sí, pero…

    —Sin peros —Naruto desenchufa la play del televisor plasma y lo coge entre sus manos.

    — ¿Qué haces? —preguntó asustado Hiroshi.

    —Lo mismo que mi mamá, esta cosa se irá junto con la guitarra al garaje. Por lo menos hasta que te vuelvas alguien más responsable.

    — ¡¿Qué?! Oto-chan, tu no me puedes hacer esto, por favor —se levanta del suelo y se dirige hacia Naruto agarrándole la manga de su poleron—. Ya me quitaron la guitarra, no me quites esto también —puso cara de cachorrito apaleado.

    —Es para que aprendas a que tus deberes están primero y es mi última palabra. Ahora vete a hacer lo que tengas pendiente —Naruto ignoró la cara de súplica de Hiroshi y se soltó de él para llevarse la play directamente al garaje.

    Hiroshi se resignó y se fue a su cuarto en cuanto vio a Naruto desaparecer. Su play iba a morir allá en el garaje y él no podría hacer nada para salvarla. A menos que hiciera méritos, ¡pero ya!

    Naruto volvió a entrar a la casa luego de dejar la play en una caja en el garaje. Él solo quería lo mejor para Hiroshi pero éste tal parece que no valoraba lo que tenía.

    Ya mucho antes de terminar sus estudios de periodismo, Naruto se esforzó en poder darle lo mejor a su hijo para que nunca le faltara nada. Con tan solo 19 años y ya habiendo salido con honores graduado del Konoha High School, en donde entró gracias a una beca y también gracias a que su madrina, Tsunade, había asumido el cargo de directora, un día andando por la calle con Hiroshi de la mano, éste último chocó con un hombre de unos 40 años, quien no era cualquier persona, sino que era el dueño de una agencia de modelos que se quedó encantado con Naruto en cuanto lo vio.

    —Lo siento —se disculpó apenado Naruto con el hombre quien era de cabellos plateados y ojos negros—. Es algo torpe a veces —miró a Hiroshi quien miraba hacia todos lados distraído.

    —No te preocupes, no fue nada —le aseguró el hombre quien Naruto pudo adivinar, estaba sonriendo. Realmente no lo sabía ya que llevaba la cara cubierta con una mascarilla.

    —De todos modos, discúlpenos. Vamos Hiroshi —lo jaló de la mano y cuando se disponía a irse el hombre lo detuvo.

    — ¡Espera! —Naruto volteó y el hombre siguió— dime ¿eres modelo o algo por el estilo?

    — ¿Qué? —Preguntó incrédulo Naruto— No, en lo absoluto.

    —Y no te gustaría ser uno.

    — ¿Yo?

    —Sí. Verás, soy dueño de una agencia de modelos y últimamente hemos estado buscando jóvenes para una revista juvenil, pero nadie calza con las expectativas que la revista requiere. Pero estoy seguro que tú eres perfecto para eso. Solo tendrías que hacer una audición y esperar el veredicto. En lo que a mí respecta, te veo mucho futuro en este mundo ¿Qué dices?

    Naruto se quedó parado algo aturdido por todo lo dicho por el hombre. ¿Modelo?, ¿él? La verdad es que nunca se le habría pasado por la cabeza semejante cosa. Pero ahora que iba a entrar a estudiar a la universidad necesitaría dinero, y si todo salía bien, podría ganarlo él mismo, ya que las ganancias en su casa no eran de lo mejor dado que el único sostenedor era Minato. Pero si él también trabajaba, podría pagar sus gastos y poder comprarles más cosas a su hijo. La idea sonaba muy tentadora. Tanto, que terminó aceptando.

    —Está bien. Realmente necesito dinero y esto me vendría muy bien.

    — ¡Perfecto! Toma mi tarjeta —busca en el bolsillo de su pantalón y de ahí saca una tarjeta extendiéndosela a Naruto quien la recibe—. Preséntate mañana a las 9 de la mañana en la dirección ahí apuntada. Cuando llegues solo pregunta por mí y di a lo que vas. Te dejarán pasar de inmediato.

    —Oh, muchas gracias.

    Naruto lee la tarjeta y ésta dice: Kakashi Hatake, dueño de Agencia Raikiri, seguida de la dirección de la agencia.

    —Bueno, entonces nos vemos mañana. Estoy seguro de que encajaras perfecto con lo que piden.

    —Sí, ahí estaré.

    Naruto vio como el hombre se alejaba para él también hacer lo mismo, solo que esta vez cogió a Hiroshi en brazos y se lo llevó a la heladería Chidori a comer un helado.



    Recordó, como por aquél entonces, no le fue difícil ser aceptado por lo que comenzó con su carrera de modelo de revistas juveniles, con las cuales empezó a ganar buen dinero que fue ahorrando y que con el tiempo, fue aumentando considerablemente.

    Empezó a comprar muchas cosas, tanto para él, para sus padres y para Hiroshi quien parecía bastante contento con sus nuevos juguetes.

    —Me alegra que te esté yendo bien, aunque no me gustaría que te sobre esforzaras —le dijo una vez Minato.

    —No lo hago, además, no es que planee hacer esto por siempre. Lo haré hasta que tenga el dinero suficiente-ttebayo.

    —Ya veo. Por cierto, mañana sábado Kushina y yo saldremos todo el día a celebrar nuestro aniversario así que quería saber si te puedes quedar con Hiro mañana —le sonrió.

    —Mañana tengo una sesión.

    —Oh, pero no creo que haya problema con que lo lleves.

    Minato insistió. Naruto sabía que lo hacía a propósito para fomentar el lazo entre ambos pero aun así, sabía que sus padres se merecían un día de relajo. Ya bastante tenían con hacerle el favor de cuidar de Hiroshi cuando él no estaba. Tal vez no sería una mala idea estar todo un día con su hijo. Solo esperaba que éste se portara bien.

    —Sí, está bien. Supongo que no habrá ningún problema en que lo lleve.

    Al otro día, Naruto llegó con Hiroshi a la agencia Raikiri y pidió que por favor lo dejaran entrar, que su hijo no tenía con quien quedarse.

    — ¿Es tu hijo? —Preguntó bastante sorprendido Kakashi— Yo juraba que era tu hermano o tu primo.

    —Por muy impresionante que parezca, es mi hijo.

    —Vaya, eso es inesperado. Pero yo no soy quien para juzgarte ni nada. Y no, no te preocupes, no creo que tu hijo nos de problemas. Le diré a Iruka que lo cuide —le sonrió o eso supuso Naruto.

    —Gracias —Naruto cargó a su hijo y lo dejó sentado en un pequeño sofá. Si Iruka, el esposo de Kakashi lo iba a vigilar, pues entonces no habría ningún problema.

    Esa no fue la primera vez que Naruto llevó a Hiroshi a su trabajo. La mayoría de los que ahí trabajaban, estaban encantados con el pequeño, y le pedían que lo trajera siempre; si hasta ambos salieron en la portada de una revista, revista que aún conservaba y que por esa época se vendió bastante bien.

    Gracias a ese trabajo, Naruto pudo pagar sus estudios sin problemas, y cuando ya hubo acabado su carrera de periodismo, sin ninguna deuda de por medio, decidió, que ya era hora de dejar el modelaje de revistas e incursionar en lo que estudió.

    Fue bastante difícil dejar a esas personas con las que trabajó por más de 4 años, pero tenía que hacerlo, además, ese trabajo no le iba a durar para toda la vida, y él lo sabía.

    No tardó mucho en encontrar trabajo en el periódico “La voz de Konoha” en donde se afirmó bastante bien, debido a sus increíbles artículos, de hechos cotidianos. La vida le sonreía muy bien a él y a su familia, hasta que Minato enfermó gravemente, y en un abrir y cerrar de ojos, aun, sin tiempo para sopesar todo, ya lo estaban velando.

    La muerte de su padre fue un golpe muy duro para él. Minato había sido su gran apoyo en los tiempos difíciles, había sido un excelente padre, y una maravillosa persona. Y ahora esa persona, ya no estaba y no volvería a estar.

    Naruto entró a su cuarto y se dedicó a buscar ropa ya que tenía pensado darse un baño. Al entrar, y verse en el espejo, en su cuello vio aquel colgante con un cristal azul, que su padre le dio poco antes de enfermar. Lo apretó fuertemente con su mano derecha y comenzó a llorar. Le dolía tanto recordar esa vez, cuando Minato le llamó para felicitarle por haber podido salir adelante a pesar de las adversidades y decirle que estaba muy orgulloso de él y de que fuera su hijo y que le agradecía el haberle dado un nieto tan lindo como Hiroshi para después darle ese collar. El recordar aquel día, le dolía, y mucho, ya que era muy probable que su padre supiera que estaba mal y que no le quedaba mucho tiempo de vida. Pero a la vez, también le daba coraje el saber que su padre, por tratar de no hacerles daño, no les dijo nada al respecto, no sino hasta que fue inevitable ocultar su enfermedad, porque ellos tuvieron muy poco tiempo para acostumbrarse a todo lo vivido.

    Al principio, fue duro. El levantarse a desayunar y no ver a Minato dándoles los buenos días con una sonrisa, era algo a lo cual les costó acostumbrarse. Minato era el pilar de la familia, era aquella persona que sostenía todo y a todos. Y perder ese pilar, hizo que todo se desmoronara para los tres y que la relación empeorara, dado que cada uno prefería vivir su dolor y llorar en soledad.

    Con el tiempo, pudieron seguir adelante. Kushina empezó a sacar una pensión y también el dinero del seguro de vida de Minato, que era una gran cantidad. Naruto tuvo una excelente idea y le sugirió a Kushina que invirtieran ese dinero en un negocio. A Kushina la idea le pareció maravillosa y dio victo bueno de inmediato. Por suerte, en su trabajo de modelo, Naruto aprendió muchas cosas de moda y ropa, y a mucha gente que se movía en este mundo por lo que decidió poner una tienda de ropa, cosa que no le fue difícil al hablar con las personas indicadas. Su tienda, pronto empezó a surgir y a hacerse famosa.

    —Si en estos momentos me vieras papá, estoy seguro que estarías mucho más orgulloso —habló mirando el collar y se lo sacó, al igual que su ropa para entrar a darse un relajante baño de tina.

    Continuará…


    Misa: ya ven que Naru en el fondo no es tan malo? jeje
    ojalá les haya gustado, si es así, recuerda dejar review *w*

    Aquí un dibujito de Sasuke-sensei hecho por mí

  8. .
    Lamento decirles que, la autora hace un tiempo dijo que ya no iba a continuar más, ninguno de sus fics, lo que incluye este. Es una gran perdida, lo sé, pero dijo que por motivos de estudio, tiempo e inspiración, no los iba a seguir.
    Por cierto que también dijo, que nos le quería dejar algún mensaje por miedo a como reaccionen, pero a mí me parece correcto que en estos casos, esas cosas se digan, así que por eso lo hago yo.
    Espero no se moleste, pero me parece que tienen derecho a saberlo.
  9. .
    Misa: hola, ha pasado mucho tiempo ¿no? es que, simplemente no me dan ya muchas ganas de pasarme por aquí, pero bue' eso va a dedicado a aquellas personitas que comentaron ^^

    Miki hatsune: me alegra que te gustara. Disculpa por tardar.

    691396: no, claro que no pasará nada, lo más que Hiroshi llegará a sentir por Sasuke, es admiración y tal vez algo de cariño ^w^
    Lo de Neji, no te quiero hacer spoiler, solo espera ¿sí?

    Gracias a los dos por comentar. Espero este capi les guste



    Capítulo 5: Recuerdos 1


    Cuando Sasuke iba por el pasillo, se encontró con Itachi que al parecer, iba a buscarlo a la enfermería, por lo que ambos detuvieron sus pasos quedando frente a frente.

    —¿Cómo está el chico? —preguntó Itachi.

    —Bien, ya se fue a su casa y sus amigos también.

    —Todavía te preocupa el asunto ¿no es así?

    —Claro que sí, y sé que no podré seguir con la incógnita por mucho tiempo, ya he esperado demasiado y lo único que quiero es saber la verdad.

    —Ya pero, eso te va a tomar tiempo.

    —No —dijo e Itachi se le quedó viendo curioso.

    —¿A qué te refieres?

    —Voy a revisar su expediente.

    —Oh, vaya, no se me había ocurrido, si lo vemos, podremos saber la verdad.

    —Así es. Por eso ahora voy a ir a la oficina de Tsunade-san, ella es la que los tiene.

    —Pero, ¿Qué excusa piensas poner?

    —Fácil, le diré que necesito revisar algunas cosas sobre los alumnos, como soy su profesor de grupo, no creo que me ponga problema alguno.

    —Bueno, vamos a intentarlo —Itachi le animó, y ambos se dirigieron a la oficina de Tsunade.

    Y tal como dijo Sasuke, Tsunade no puso ningún problema, es más, ella ya se iba por lo que le encargó a Sasuke que dejara bien cerrada la oficina antes de salir a lo que éste aceptó gustoso. Ya a solas, ambos hermanos se dirigieron de inmediato hacia el cajón de los expedientes en donde Sasuke buscó en el que salía marcado los de su salón y buscó desesperadamente el nombre de Hiroshi Namikaze. Cuando por fin dio con él, lo sujetó de manera nerviosa, en aquel expediente estaba la verdad sobre si ese doncel era o no el hijo que tanto había estado buscando en los últimos años. Solo esperaba que así fuera, para poder dar fin a aquella búsqueda interminable que ya llevaba tantos tiempo.

    —Es hora —Sasuke se sentó en un sillón que había en la oficina, junto con su hermano y abrió el expediente. Ahí decía lo siguiente:

    Es un joven muy inquieto y distraído, no suele prestar mucha atención en clase. Le gusta llevarle la contra a muchas cosas, tiene buena relación con sus compañeros aunque suele pelear en ocasiones con sus compañeros varones.



    —Bueno, eso es lo que dicen sus otros maestros —dijo Itachi.

    —Sí, pero ahora lo que importa es ver sus documentos —rápidamente pasó de hojas hasta encontrar lo que buscaba. En éste salía, su nombre, fecha de nacimiento; 20 de mayo—. Él… estuvo de cumpleaños el día que lo conocí en la calle —informó Sasuke.

    —Tal vez el destino te quiere dar un regalo —le afirmó Itachi con positivismo.

    —Entonces sus padres… —se fijó en la parte que decía que no tenía padre varón, y que su padre doncel era—: Naruto Namikaze.

    —¿Qué?

    —Itachi, lo encontré —se levantó—, es él.

    —¿De verdad? —sonrió.

    —Sí Itachi, lo es, él es mi hijo, mío y de Naruto —expresó con alegría al borde de las lágrimas. Por fin lo había encontrado, tanto tiempo de búsqueda. Al final, había valido la pena hacerse maestro, sabía que esa era la única forma de llegar a Naruto o a su hijo, y así fue.

    Itachi en ese momento, se levantó y le dio un gran abrazo de oso. De verdad que ambos estaban muy felices. Él había sido testigo de todos esos años de sufrimiento por los que pasó su hermano, sin saber si su hijo vivía o no, y en caso de que viviera, encontrarlo. Y ahora, por fin había dado con él, estaba seguro de que el destino le quería dar una nueva oportunidad a su hermano por todos los errores cometidos, oportunidad, que claramente debía aprovechar.

    Sasuke, sorprendido por la acción de su hermano —ya que Itachi sabía que él no era muy dado a los abrazos y nada relacionado con afectos— igual le correspondió ya que lo necesitaba, necesitaba saber que había alguien apoyándole después de todas las estupideces que hizo y su hermano había sido esa persona que siempre había estado con él, tanto en las buenas, como en las malas, como en aquella ocasión en la que les había revelado la verdad a sus padres, siendo uno de los momentos más difíciles de su vida. Estaba seguro que ahora, sus padres estarían felices con la noticia.

    Tras un rato, ambos deshicieron el abrazo y se quedaron quietos en silencio unos segundos, silencio, que fue roto por Itachi.

    —¿Qué harás ahora Sasuke? —preguntó.

    —Yo… voy a tratar de acercarme poco a poco a él, tengo que aprovechar que soy su maestro para sacar partido a todo esto, ya que no puedo llegar y decirle “hola, yo soy el padre que no te quiso y que ahora quiere que lo perdones” así como así, tengo que primero ganarme su confianza antes de dar aquel paso tan importante.

    —Tienes razón. Solo espero que todo salga bien porque a partir de ahora, las cosas ya no serán las mismas, aun así, sabes que cuentas con todo mi apoyo.

    —Gracias —le sonrió, como pocas veces hacia—. Iré a dejar esto en su lugar —habló refiriéndose al expediente y se dirigió de nueva cuenta al cajón de donde lo había sacado.

    —Bueno, entonces ahora vayámonos a casa. Dei se pondrá muy contento con la noticia.

    —No, yo tengo que comprar algunas cosas, además, necesito pensar. Ve y díselo tú.

    —¿Estás seguro?

    —Sí.

    —Pero ¿y en que se supone que me voy a ir? —preguntó recordando que ambos habían venido en el auto de Sasuke.

    —Llévate las llaves —Sasuke suspiró, sacó las llaves del auto de su bolsillo y se las pasó a Itachi.

    —¿Seguro? —preguntó Itachi dudoso.

    —Sí, y mejor vete antes de que me arrepienta.

    —Uff ya veo que ya recuperaste tu humor de siempre jeje.

    —Ya vete.

    —Ok, nos vemos en la casa —sonríe, abre la puerta y sale prácticamente huyendo.

    Sasuke vio cómo se iba su hermano por lo que él decidió hacer lo mismo. Necesitaba comprar unas resmas, lápices, plumones y libros para sus clases. La verdad era que el Konoha High School ofrecía todo eso a los profesores pero a él siempre le había gustado tener sus propias cosas aunque más bien parecía una burda excusa para estar solo. Cuando ya hubo salido del recinto se dirigió a pie hacia el centro con maletín y abrigo en mano ya que el día había estado más o menos y en cualquier momento podría llover.

    Caminó por largo rato hasta llegar al parque que se encontraba en el centro de la ciudad, se acercó a una banca en donde se sentó y alzó su cabeza hacia arriba mirando el cielo que comenzaba a ponerse gris a la vez, que se sumía en sus recuerdos. Recordó como fueron aquellos momentos luego de que Naruto desapareciera, en un principio, pensó que era algo sin importancia pero con el tiempo se dio cuenta que las palabras de Sakura, eran muy ciertas; él amaba Naruto, pero ya era demasiado tarde como para hacer algo, además, Sakura desapareció tiempo después que Naruto, al parecer, sus padres la mandaron al extranjero y ella era la única forma de llegar a Naruto, puesto que él no tenía ni idea de donde vivía el rubio; si tan solo se lo hubiese preguntado pero como él no se tomaba aquella relación en serio no le restó importancia en su momento. Además, había sido un completo cobarde, no había tenido la confianza de contarle a nadie lo que hizo, ni siquiera a su hermano. Aun así, sabía que tarde o temprano la verdad saldría a la luz y que era mejor que su familia lo supiera por su propia boca que por terceros. Así que un día, cuando ya sus padres estaban planeando todo su esplendoroso futuro, él reunió a toda la familia para decir la verdad. Sus padres, después de haber terminado el colegio querían que estudiara derecho, medicina, ingeniería o cualquiera de esas carreras en las que se sabía se podría ganar mucho dinero después de egresar, pero él ya había tomado una decisión. Por ese entonces, recordó que Naruto le había hecho saber con grandes ilusiones y esperanzas que quería ser profesor de matemáticas ¿el por qué? Nunca se lo había querido decir, pero él estaba seguro que esa sería la única forma de llegar a Naruto o a su hijo o hija. Así que, decidido, enfrentó a su familia.

    —¿Para qué nos reuniste aquí hijo? —le preguntó su madre, Mikoto Uchiha, una mujer de cabello azul azabache y ojos negros quien se encontraba sentada en un sillón de a tres, de cuero blanco junto a su marido e hijo mayor.

    —Es porque, ya decidí lo que quiero hacer con mi vida.

    —Y entonces ¿por qué profesión te vas a ir? —preguntó esta vez, su padre, Fugaku Uchiha, un hombre de cabello y ojos negros.

    —Voy a ser profesor de matemáticas.

    Sasuke vio como todos los presentes se quedaron pasmados ante lo que había dicho. Nadie decía nada, ni siquiera su hermano quien había guardado silencio todo ese tiempo. Finalmente, su madre fue quien rompió el silencio.

    —¿Es una broma verdad?

    —No. Yo sé que ustedes hubiesen querido algo muy distinto para mí pero… tengo mis motivos.

    —¿Cuáles? —siguió Mikoto.

    —Es una historia larga.

    Así, Sasuke procedió a contar todo, sin omitir detalles, lo que había pasado con Naruto, lo que le había hecho y que no sabía que había sido de ese hijo y que por eso quería ser profesor.

    Mikoto escuchaba con horror todo. No podía creer que su hijo hubiera hecho tales cosas y que podía tener un nieto o una nieta por ahí. Estaba tan dolida y resentida con su hijo, sobre todo porque después de tres años, recién venía a contarles algo tan importante.

    —No puedo creer que hayas hecho todo eso —dijo Mikoto con dolor—. Dios, si ese doncel abortó tenía muy buenos motivos para hacerlo —empezó a alzar la voz a la vez que se ponía de pie— ¿te das cuenta? ¡Hay una alta probabilidad de que sí haya abortado a que no! ¡Y todo por tu irresponsabilidad e inmadurez! ¡Yo no críe un hijo así! —finalizó al borde de las lágrimas mientras volvía a sentarse y su marido la abrazaba.

    —¿Por qué no confiaste antes en nosotros? —le preguntó su padre bastante enojado mientras consolaba a Mikoto.

    —No lo sé, supongo que por cobarde —respondió apenado Sasuke.

    —¿Sabes que puede que ese niño no haya nacido? —habló por fin Itachi.

    —Sí, pero algo me dice que nació, que Naruto si decidió tenerlo y quiero aferrarme a esa intuición —contestó decidido.

    —En ese caso —Itachi se levantó del sofá—… te apoyaré y te ayudaré en lo que pueda —le sonrió y Sasuke le devolvió una sonrisa de agradecimiento.

    Desde aquel día, Sasuke solo tenía un objetivo en mente: dar con Naruto y saber la verdad por muy dolorosa que esta fuera.

    Luego de eso, sus padres se distanciaron un poco de él, estaban dolidos, y eso lo entendía, pero con el tiempo volvieron a unirse como familia. Así, pasaron los años, años en los cuales Sasuke no pudo dejar de pensar en Naruto, en su hijo, en la esperanza de encontrar a su rubio nuevamente para esta vez, si hacer las cosas bien. Pero a medida que los años trascurrían y las esperanzas se veían más escasas, muchas veces intentó darse por vencido debido a que lo único que había hecho en todo ese tiempo, era sufrir día a día por su soledad y sus malos actos pensando que por culpa de esto último, no merecía la paz que tanto anhelaba. Nunca quiso tener de nuevo una relación amorosa, a pesar de que lo intentó en unas ocasiones, al final, se dio cuenta de que nadie iba a poder reemplazar a Naruto en su corazón y que siempre que buscaba a alguien con quien salir, trataba de encontrar algo del rubio en ellos, ya sea su color de cabello, ojos, manos, etc. por lo que prefirió, seguir solo, esperando.

    Sasuke se levantó de la banca cuando notó que unas pequeñas gotas le caían sobre el rostro. Estaba empezando a llover por lo que se puso su abrigo negro y se dirigió a la librería a comprar lo que necesitaba. No tardó mucho y cuando ya hubo pagado, salió de la librería, cogió su celular y llamó a su madre.

    —¿Sasuke? —preguntaron desde la otra línea.

    —Hola mamá.

    —¿Qué tal tu primer día?

    —Muy bien, demasiado bien.

    —¿Por qué?

    —Lo encontré mamá.

    —¿Qué?

    —Encontré a mi hijo mamá.

    —¿Hablas… en serio? ¿Estás seguro?

    —Sí mamá, Itachi y yo lo comprobamos —Sasuke escuchó un pequeño sollozo desde el otro lado.

    —Eso es una gran noticia ¿Dónde estás?

    —En el centro.

    —Bueno, yo iré a casa de Itachi con tu padre para que nos cuentes mejor.

    —Está bien, ahí nos vemos.

    —Sí —se le notaba lo emocionada en la voz—. Nos vemos —y cortó.

    Sasuke guardó su celular en el bolsillo de su abrigo y cuando se disponía a caminar nuevamente para buscar un taxi, sintió como alguien le tocaba el hombro por lo que volteó a ver, encontrándose con un rostro muy conocido por él.

    —¿Tú?

    —Hola Sasuke —le saludó con alegría aquella persona.

    Continuará…


    .
    .
    Misa: les he dejado una gran incógnita ¿con quién se encontró Sasuke? A pues, les tengo una gran noticia, eso no lo sabremos hasta el subsiguiente capi ya que el próximo estará dedicado a Naru ^^

    Por cierto, aquí les dejo el link de mi devia en donde subí unos dibujos hechos por mí de Naru y Hiroshi http://misaki-heartfilia.deviantart.com/


    Si pueden, un like a mi page www.facebook.com/misaki.heartfilia.ea

    No prometo nada sobre la próxima actualización ya que no sé cuando pueda traerla, espero que pronto jeje. Se esperan, reviews, tomatazos, ramen, dinero (? Pasteles, galletas, de todo

    Matta ne n.n
  10. .
    Respuestas :=BIENODOE:

    Eva del Carmen Olvera Luna: esa era la idea, que se retuerzan los sesos por pensar quién será el uke, porque sólo será uno y ni yo misma lo sé xD.
    Gracias por comentar.


    Izanami Kuro: oye zhi, hay que intentarlo jeje, quien sabe y engañar con unos papeles funciona xD
    Es que, alguno tendrá que ceder mas no los dos, así está la cosa, y eso quedará en misterio porque ni yo sé quién será el uke.
    Gracias por comentar.
  11. .
    Misa: hola, tanto tiempo. Bueno, este año no tenía planeado escribir nada por navidad, pero esta idea apareció el día 24 por la mañana cuando me desperté y ya saben que con todo el ajetreo, ya luego a uno no le queda mucho tiempo para escribir así que lo escribía de a poco cada día ^^

    ¡Disfruten! ^^


    Amigo secreto



    Sasuke Uchiha, un joven de 22 años, piel nívea, cabello azul azabache y ojos negros, aún no podía creer la estupidez en la que estaba metido. Y todo por culpa de sus amigos, más específicamente de Ino. La rubia había tenido la gran idea de que, ya que estaban en vísperas de navidad, jugaran al tan típico juego del amigo secreto, a lo que todos —menos él, claro— estuvieron de acuerdo.

    Pero eso no era lo peor, no, lo peor era que ahora andaba buscando un regalo para su ex novio, Naruto Namikaze, eso sí que era terrible.

    Con Naruto, no habían tenido un noviazgo muy largo, sólo habían durado dos meses y medio y, todo se había ido a la mierda, porque él había querido tener sexo con Naruto, pero éste no y, Naruto ya cansado de tanta insistencia, simplemente lo mandó a volar, literalmente. Aunque, después tras discutirlo un poco, llegaron a la conclusión de que no eran compatibles y habían terminado por las buenas y siendo amigos de nuevo, como diciendo: "nosotros nunca fuimos novios ni nada de eso, sólo somos buenos amigos que se besuquearon por un tiempo" algo estúpido la verdad, y no es porque él aún pensara en Naruto, no, no es como si todavía pensara que los labios de Naruto, habían sido los mejores que había probado, no. Ya habían pasado 5 meses desde que habían terminado y él ya lo tenía bastante superado —según él—.

    Pero ahora, ese no era el puto problema, sino, el que podía regalarle a Naruto. Aunque bueno, si lo pensaba claramente, el haber sido novio de Naruto, le hizo conocer cosas de él que como amigos no hubiera podido saber. Como por ejemplo; sabía que a su comida favorita era el ramen, que su color favorito era el naranja, que le gustaban los sapos y los zorritos y que incluso, tenía un zorrito naranja llamado Kurama de mascota. Y esas eran cosas que los demás no sabían —al menos, eso creía— y eso lo hacía sentirse superior.

    Pero, ahora la pregunta era ¿Cómo combinar todos estos elementos en un regalo perfecto? Bueno, tampoco tenía que ser tan perfecto, pero él no quería quedar en ridículo regalando una simple camisa. Además, de que Naruto no era de usar camisas.

    Tras regatear cosas —y precios, él tenía que cuidar su bolsillo también— no encontró nada que le convenciera. Sin contar, de que ya faltando tan poco para noche buena, y para entregar los regalos —quedaron en juntarse el 24 en la tarde— más el detalle de que era 23 de diciembre y que él, tuviera la brillante idea de ir a última hora, no ayudaba mucho.

    Cuando ya creía que todo estaba perdido, pasó por al frente de una tienda y en la vitrina vio algo que llamó su atención. Era lo que estaba buscando. ¡Eso era perfecto! Sasuke casi quiso gritar en medio de la calle. Lo había encontrado. Por fin. Y lo mejor sería que se apresurase, porque podían ganárselo y era tarde —las nueve de la noche— y él estaba cansado —había salido a las 11 de la mañana de su casa—.



    *************

    Naruto Namikaze, un joven de 21 años, piel canela, cabello rubio y ojos azules, se paseaba con aire cansado por el centro. Es que, simplemente no podía creer su mala suerte. Su amiga Ino, había tenido la brillante idea —porque lo era hasta ese momento— de jugar entre todos, al amigo secreto. Todos habían estado de acuerdo, menos Sasuke, al cual, les había costado convencer. Gran error, porque cuando sacaron los papelitos y vio el nombre de “Sasuke Uchiha” escrito en el papel, indicando que sería el amigo secreto al cual le tendría que dar un regalo, todo se fue a la mierda.

    Él y Sasuke habían sido novios hacia 5 meses. No habían durado mucho y, eso se debía, a que Sasuke quería ir rápido; y por decir rápido, se refería a tener sexo. Bueno, en un principio, él habría estado de acuerdo pero… luego de que se hicieron novios, había buscado en internet información al respecto de cómo era el sexo gay, y se había quedado espantado al saber lo que le iba ocurrir. Aunque, todo fue peor cuando él, renuente a ser el pasivo, se rehusó a hacerlo. Más tarde, le dijo a Sasuke, que él no quería ser el que recibiera, sino el que diera, pero Sasuke tampoco quería recibir y ahí se creó un conflicto, por lo que mejor decidieron hablar y llegar a un mutuo acuerdo en el que concordaron, que no eran compatibles y que quedarían como amigos.

    Y así lo habían hecho los últimos meses, haciendo como si nada hubiera pasado, como si nunca se hubieran besado como posesos por más de una hora, y no es que él siguiera pensando en los maravillosos besos que Sasuke le daba, no, para nada, fue una relación fallida, que estaba más que superada —según él—.

    Ahora, lo que le complicaba, era el no saber que darle a Sasuke. En el poco tiempo de novios, descubrió que a Sasuke no le gustaban muchas cosas. Lo poco que sabía, era que su comida favorita era cualquier cosa que tuviera tomates, que no le gustaban los dulces —adiós caja de bombones o galletas como opción de regalo— y que su color favorito, era el azul, pero de ahí, nada más. Verdaderamente, era un tipo extraño, es más, todavía se preguntaba ¿Qué era lo que le había atraído de él? Tal vez el hecho de que fuera guapo, pero otra cosa, lo dudaba.

    Finalmente, y tras tener los pies sumamente cansados, vio algo en una vitrina que, cualquiera diría, era perfecto para Sasuke. ¡Bendita sea su suerte, lo había encontrado! Sin pensarlo dos veces, entró en la tienda, no fuera a ser que alguien se lo ganara.





    *************

    Por fin ya era 24 de diciembre y la hora en que los amigos habían acordado reunirse. La reunión, se llevaría a cabo en la casa de Ino, quien tenía una pequeña convivencia preparada con pan de pascua, galletas de pascua, bebida y uno que otro snack salado.

    Los invitados, no tardaron en llegar, siendo el primero, Sai, luego Gaara, Hinata, Kiba, Shino, Lee, Chouji, Sasuke, Sakura y los últimos, Shikamaru y Naruto.

    —Bueno, me alegra que el día de hoy nos hayamos podido juntar —Ino sonrió—. Ojalá nos la pasemos bien en nuestra celebración previa a la navidad.

    —Yo pensé que solo vendríamos a entregar los regalos y ya —dijo con fastidio Shikamaru.

    —Cállate Shikamaru, primero comamos y después damos los regalos ¿les parece? —propuso Ino.

    —Yo estoy de acuerdo con Ino, comamos —dijo Chouji a la vez que tomaba una galleta con glaseado rosa y los demás —no quedándole de otra—, aceptaron.

    Una hora después y con las ansias de los regalos a flor de piel, Ino dijo que ya era hora de conocer al amigo secreto.

    —Yo empiezo —dijo la rubia y agarró una cajita envuelta con un moño rojo de adorno—. Mi amiga secreta es —se levantó y empezó a caminar alrededor de todos —ya que estaban sentados en el suelo en torno a una mesa— para después detenerse—… la frentona de Sakura. Feliz navidad amiga —le entregó el regalo y le dio un abrazo a la chica peli-rosa.

    —Eso de frentona estuvo de más Ino cerda —acotó Sakura—. Ahora sigo yo.

    Y así, empezaron a darse regalos y muchos abrazos, siendo Sasuke y Naruto, los más nerviosos dado que tendrían que abrazarse dos veces con su ex, —sin ser conscientes de la segunda, eso sí—.

    —Ahora, sigues tú Naruto —Ino le miró con una sonrisa instándolo a que entregara su regalo.

    —Claro-ttebayo —Naruto se levantó de su lugar y miró de reojo a Sasuke quien estaba al otro lado de la mesa por lo que se dirigió hacia allá. Todos estaban en silencio. Parecía que estuvieran en una de esas películas de suspenso en las cuales no sabes que pasará debido a que se dará un inesperado giro de 180º, y eso lo hacía sentir incómodo, muy incómodo. Finalmente, llegó al lado de Sasuke y notó varios pares de ojos sobre su persona y Sasuke, como si ya supieran con anterioridad, que su regalo iba para él. Sino fuera porque el papelito lo había escogido él, podría jurar que Ino y los demás los habían manipulado para que él sacara a Sasuke, y Sasuke lo sacara a él, aunque bueno, aun no sabía para quién era el regalo de Sasuke, pero es que solo quedaban Hinata, Gaara y él sin regalo y cabía esa posibilidad. Ya mejor se quitaba esas ideas locas y entregaba el regalo de una buena vez por todas para salir rápido de aquello—. Feliz navidad teme —le extendió el paquete a Sasuke quien lo miraba incrédulo. Podría jurar que se había puesto rojo al decir eso, y que por eso Sasuke le miraba así ¿podría acaso ser peor esa situación?

    Sasuke no entendía, Naruto era su amigo secreto, y para colmo, él era el de Naruto. Podría dar por hecho que los idiotas que ellos llamaban “amigos” habían manipulado toda esa situación, pero, eso no era posible ¿verdad?

    Vio como la cara de Naruto estaba roja, y que los demás no decían ni pío, así que mejor para acabar con todo eso pronto, recibió el regalo de Naruto.

    —Gracias dobe.

    —De nada teme —Naruto simplemente volvió a su lugar y notó como los otros esperaban el condenado abrazo y que se decepcionaron al no verlo.

    —Bueno —habló Ino para romper la tensión—… ahora le toca a Sasuke-kun entregar el suyo.

    —Claro —Sasuke dejó el regalo de Naruto sobre la mesa y se levantó cogiendo la cajita adornada con un moño naranja para ir hacia Naruto. Él no se andaría con rodeos, solo lo entregaría y ya. Se acercó hasta Naruto y le extiendo el regalo—. Feliz navidad dobe.

    Naruto tenía una cara de completa incredulidad. Sus sospechas eran ciertas y, ambos terminaron siendo el amigo secreto del otro.

    Recibió el regalo con una sonrisa y dijo:

    —Gracias teme —Naruto vio como Sasuke apartaba la cara hacia un lado para ocultar el pequeño sonrojo de sus mejillas.

    —Supongo que ahora si se darán un abrazo ¿no creen? —dijo Ino animándolos y los demás se sumaron.

    —Eh, bueno… —Naruto no sabía que decir.

    —Será mejor que lo hagamos, de otra forma, no dejarán de molestar —sugirió Sasuke.

    —Sí, tienes razón —Naruto se levantó y ambos se dieron un pequeño abrazo, que aunque no había sido uno tan genial, la cercanía fue más que suficiente para despertar grandes sensaciones en los dos y claro, provocarles uno que otro sonrojo el cual trataron de disimular a la perfección —no lográndolo, ya que todos lo vieron—.

    —Bueno, entonces entreguemos los que faltan —dijo Ino y Sasuke volvió a su lugar.

    Unos minutos después, la convivencia se dio por finalizada y todos comenzaron a irse, menos Sakura, quien se quedaría a ayudarle a ordenar a Ino.

    Sasuke y Naruto fueron los últimos en salir terminando por encontrarse frente a frente afuera de la casa de Ino. Ninguno sabía que decir, ni mucho menos sabían porque no se movían. Lo que sí sabían, era que algo tenían que decirse, siendo Sasuke el primero en hablar.

    —Ojalá te guste el regalo dobe, me costó mucho encontrarlo.

    — ¿De verdad? —Sasuke asintió— bueno, a mí también me costó mucho encontrar algo que te gustara —sonrió—. Eres muy complicado teme.

    —Tú también.

    —Claro que no-ttebayo.

    —Eso es lo que tú crees.

    —A ver ¿por qué no abrimos los dos el regalo y así sabemos a quién le costó más-ttebayo? —propuso Naruto.

    —Está bien.



    Los dos cogieron sus regalos y los abrieron viendo lo maravillosos que eran.

    —Teme, esto es muy lindo-ttebayo —dijo Naruto abrazando al pequeño peluche, el cual era una ranita naranja que sostenía un platón de ramen.

    —Veo que tú también te esforzarte —dijo Sasuke mientras cogía un peluche con la forma de un halcón azul que sostenía un tomate con el pico.

    Un silencio incomodo se formó entre ambos.

    —Yo… —dijeron al mismo tiempo deteniéndose al darse cuenta de eso.

    —Será mejor que me vaya, se hace tarde —dijo Naruto.

    —Sí, yo también haré lo mismo.

    Ambos comenzaron a avanzar tomando caminos opuestos hasta que se detuvieron abruptamente dándose la vuelta y corriendo a besar al contrario. Poco a poco el beso se fue tornando más y más apasionado y no se separaron hasta que el aire les hizo falta. Con la respiración agitada, ambas miradas se cruzaron mostrando la falta que se habían hecho los dos.

    —Sasuke —dijo Naruto apenas— ¿tú crees que esto funcione?

    —Eso no lo sabremos sino lo intentamos.

    — ¿De verdad quieres intentarlo?

    —Solo si tú quieres.

    —Claro que quiero-ttebayo.

    Los dos se abrazaron y se fueron juntos por ahí con sus peluches en una mano, y la otra en su, de nueva cuenta, pareja. Solo esperaban no volver a discutir por quien sería el pasivo y que esta vez, si llegaran a un acuerdo ¿tal vez?

    FIN

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    Extra.


    Sakura e Ino, se encontraban limpiando el desorden de la convivencia hasta que Sakura habló:

    — ¿Tú crees que se hayan dado cuenta de que manipulamos los papeles para que sacaran el del otro?

    —Pues, de seguro lo sospechan pero si no tienen pruebas y ninguno de nosotros habla, estaremos bien, es más, creo que hasta no los agradecerían —sonrió.

    — ¿Crees que se reconcilien?

    —Sino se reconcilian, te debo un helado.

    —Perfecto.

    Y ambas siguieron en lo suyo. Tal parece que sería Sakura quien tendría que pagar el helado.

    .
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    Misa: esto es lo más cerca de un NS que he estado en mi vida xD

    solo espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.

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    Por cierto, si alguien pensó en que Sasuke y Naruto fueron a comprar el regalo a la misma tienda, está en lo cierto, solo que fueron a diferentes horas xD

    Gracias por leer, recuerda dejar review si te gustó *w*
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    -En shock- es que narutito no puede morir, no puede. Necesito la conty pronto
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    ¿la seguirás algún día? es uno de los pocos narusasu que me han cautivado y no lo han terminado, que cruel es la vida :=duouou: :=SHOROO: :=SHOROO:
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    Respuestas:

    LeyiUzumaki: no sé porque siempre que hago historias cortas me salen tan rosa (? y gracias por tus felicitaciones, me haces muy feliz n.n
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    Misa: hola, no ha pasado mucho desde que actualicé, a pesar de que este fic ya va en el capi 6 (en AY) pero quiero ir lenta por aquí jeje. Aquí dejo sus respuestas, no me maten ¬¬

    nadeshiko fujisaki: ¿querías violación? O.O pues, estás tratando con la persona equivocada, yo odio las violaciones, y nunca las pondré en ninguno de mis fis, esto solo fue un pequeño susto, nada más. No tengo idea cuando se van a encontrar, pero no será pronto y tu otra pregunta ya se responderá. ¿lemon? no soy buena escribiendo lemon, y lo haré solo si la situación lo amerita, no soy de esas que porque creen que con solo solo poner lemon, y nada de trama, son las mejores, el lemon es innecesario, a mi juzgar.
    No, no voy a continuar Mi pasado me persigue, hace mucho dije en mi face, que iba a dejar TODOS mis fics, excepto este.

    Ayaa-801: Naru ha sufrido mucho, y eso lo hace cerrarse, lo malo, es que paga sus desdichas con su hijo, que no tiene la culpa de nada u.u te recomendaría, que esperaras sentada ese cambio muajajaja

    •~Gatita Kukaku~•™: ya está la conty, con retraso, pero está

    Miki hatsune y Anadel7626: gracias por esperar n.n

    691396: jajajaja busca una silla, para que esperes junto con Ayaa-801, ok, no muajaja, de antemano te digo que el fic, no tendrá incesto. Por fin alguien que entiende un poco a Naru aunque, como dicen, mejor tarde que nunca.



    ¡A leer se ha dicho!



    Capítulo 4: Dudas.

    Hiroshi estaba atónito. Es que en verdad no podía creer que aquella persona tan amable, y la cual le había salvado la vida, estuviera ahí, presentándose como su nuevo profesor. Estaba nervioso, pero se puso más nervioso cuando notó que Sasuke le miró y le sonrió disimuladamente lo que hizo que un gran sonrojo apareciera en su rostro.
    —Bien —habló Tsunade—, se lo dejo en sus manos Sasuke-sensei.
    —Está bien —entonces Tsunade se retiró y Sasuke se quedó a solas con los alumnos—. Bueno, primero que nada quisiera saber si tienen alguna pregunta —de inmediato, una chica castaña levantó la mano—. Dime.
    —¿Está casado, soltero, separado, en pareja?
    —Bueno, estoy soltero —respondió aunque no entendía el porqué de la pregunta, pero notó de que en cuanto respondió, varios pegaron suspiros y se oyeron murmullos que decían “pero ¿Por qué? Si es tan guapo” y cosas así.
    —Yo qui-quisiera hacerle otra pregunta —preguntó una joven que se veía algo tímida de cabellos azabaches y ojos perla.
    —Pregunta.
    —¿Por-por qué decidió ser profesor de matemáticas?
    —Buena pregunta, y pues, se debe a una historia que me pasó con alguien hace mucho tiempo, una historia algo triste.
    —¿Podría contárnosla? —preguntó otra alumna.
    —Tal vez en otra ocasión, por ahora —cambió de tema—, pasaré la lista para irlos conociendo, así que quiero que cuando diga sus nombres, se pongan de pie, y digan presente.
    —Sí —dijeron algunos y así, Sasuke empezó a echarle un vistazo a la lista antes de comenzar, cuando su vista se detuvo en un apellido y nombre en particular: “Hiroshi Namikaze”. Ese nombre, era el del doncel que había salvado días antes, y al cual, había visto en ese salón y que ahora resulta, lleva el mismo apellido de Naruto, Namikaze, un apellido no muy común. No, no podía ser, pero si recordaba bien, había algo que le había llamado la atención enormemente cuando conoció a Hiroshi, y eso habían sido sus ojos, ojos de un azul tan bello como el cielo despejado, iguales a los que tenía su Naruto, y nadie más, porque a pesar de que en todos esos años, había conocido a muchos donceles y mujeres de ojos azules, ninguno tenía ese brillo particular y especial, que hacía a Sasuke perderse totalmente. Aturdido, decidió comenzar a pasar la asistencia, ya que se había quedado quieto, y todos los alumnos le miraban raro.
    —Comenzaré. Amai —dijo, y una chica de cabello castaño, se levantó y dijo “presente” a lo que Sasuke le sonrió para indicarle que se sentara, y la chica se sonrojó un poco por la acción de su sensei y se sentó.
    Sasuke continuó pasando la lista hasta que llegó a Hiroshi.
    —Namikaze —dijo, y Hiroshi, por primera vez en su vida —de estudiante— se levantó con nerviosismo y dijo presente de forma tímida, como si le costara hacer sacar las palabras, cosa que no pasó desapercibida para el resto de la clase, por lo que uno de sus compañeros doncel, le hizo una pequeña broma.
    —Al menos disimula un poco Hiroshi —y todos se echaron a reír a carcajadas, al menos, la mayoría.
    — ¡Cállate, no me molestes! —le gritó Hiroshi, furioso por lo que su compañero dijo, y avergonzado porque el sensei estaba presente. Dios, y ahora ¿Qué pensaría de él?
    Las risas continuaron un poco, y Sasuke decidió intervenir para no avergonzar tanto a Hiroshi.
    —Chicos, basta —les reprocha y los alumnos se callan, entonces Sasuke se voltea hacia Hiroshi—. Namikaze, ya te puedes sentar.
    —Gracias —se sentó, pero no sin antes, fulminar con la mirada al tal Chiaki —el que le hizo el comentario— haciéndolo asustar. Ya se las vería con él más tarde.
    Sasuke continuó pasando la lista hasta que por fin acabó y empezó a decir cómo sería su manera de trabajar y, a regañadientes de los estudiantes, les hizo una prueba diagnóstica, para ver cómo estaban.
    Al terminar la clase Sasuke, recogió las pruebas y se despidió de sus alumnos para luego salir apresurado en busca de su hermano hacia el patio.
    —Tsk ¿en dónde está? Ah, ya lo vi —dijo cuándo lo logro visualizarlo saliendo del gimnasio.
    —Entonces los veré la próxima clase chicos —decía Itachi despidiéndose de sus alumnos y saliendo del gimnasio de manera distraída.
    — ¡Itachi!
    — ¡Oh! Sasuke, como te fue con los... —Sasuke lo interrumpió llevándolo a jalones detrás del edificio— ¿Qué pasa?
    —Tengo que hablar de algo muy importante contigo —su semblante cambio a uno bastante serio.
    —Bien, por la forma en la que casi me arrancas el brazo debe ser importante. Dime, te escucho —dijo sobándose el hombro cuando Sasuke le soltó el brazo.
    —Puede que… —vaciló un poco— lo haya encontrado.
    — ¿A quién? —dijo extrañado
    — ¡A mi hijo!
    — ¿Qué? ¿De qué estás hablando?
    —En mi clase, hay un niño que se apellida igual que Naruto.
    —Eso debe ser una coincidencia, Sasuke.
    —No, Itachi, incluso tiene sus ojos, al ver a ese chico fue como volverlo a ver a él, esos ojos son únicos, solo los tenía Naruto, y nadie más —dijo un tanto alterado.
    —Mira Sasuke, primero cálmate —puso sus manos en sus hombros—, no saquemos conclusiones apresuradas, seguro que no te estás confundiendo.
    —No, no creo, te lo aseguro son demasiadas coincidencias.
    —A ver Sasuke, explícame bien. Dime, de quién hablas.
    —El otro día, cuando llegué a Konoha, me encontré con un joven doncel al cual casi atropellan, por suerte, lo alcancé a salvar, y resulta que ese mismo chico, está en el salón que me dieron, y también resulta, que se apellida Namikaze, un apellido no muy común —le resumió mejor, de que iba la cosa.
    —Bien, si no te estás equivocando y él es tu hijo, ¿Qué propones que hagamos?
    —No lo sé, por eso vine contigo, para que tú me lo dijeras
    —Bueno, entonces déjame pensar mmm… —se puso la mano en la frente— Que tal si intentas acercarte a él.
    — ¿Cómo?
    —Pues, ya que ahora eres su profesor a cargo, puedes sacar ventaja, e intentar averiguar cosas, sobre él, y sobre su familia. Trata de volverte cercano, una especie de apoyo ¿me entiendes?
    —Sí
    —Aun así, debes tener cuidado, y trata de no emocionarte mucho, y obvio, de disimular, lo más que puedas ya que no tenemos la certeza de que él realmente sea tu hijo por eso primero debemos averiguar sus antecedentes familiares —habló como todo un investigador privado.
    —Sí, eso haré.
    Hablaron durante bastante rato, hasta que tocó el timbre de final del recreo y Sasuke se despidió de su hermano y se dirigió rumbo a su siguiente clase pensando bien, lo que haría.
    *************************
    En cuanto sonó el timbre del recreo, y el sensei ya se hubiera marchado, Hiroshi se dirigió de inmediato al asiento de Chiaki el cual sonrió de forma nerviosa.
    —Así que te gusta hacer bromas ¿no? —le preguntó Hiroshi.
    —Lo siento, en serio, pero es que no me pude resistir al ver que el nuevo sensei te ponía nervioso jeje —rió de manera nerviosa.
    —Pero ¡¿Qué dices?! ¡A mí él no me pone nervioso! —grita, y los cuantos alumnos que aún se encontraban en el salón, lo voltean a ver.
    —Pues yo creo que sí —le replicó Chiaki—. Y no te culpo —la mayoría concordó mentalmente con él. El nuevo sensei era muy guapo, y lo mejor, estaba soltero, siendo estos dos elementos, más que suficientes para atraer la atención de cualquiera, incluso la de Hiroshi, aunque éste lo atribuía a otras cosas.
    —Mira, solo quiero que no vuelvas a hacer ese tipo de comentarios, ni mucho menos delante del sensei ¿me oíste? Porque si no, yo mismo me voy a encargar de plantarte este puño —le muestra su puño— en esa cara de niñito lindo que te traes.
    —Sí, ya entendí.
    —Eso espero.
    Y salió del salón. Luego fue al baño, y se sentó un rato, a escuchar música, aunque no pudo escuchar mucho ya que el recreo, apenas y constaba de 15 minutos así que decidió volver al salón pero, no contaba con que alguien se le interpusiera. Puso los ojos en blanco, ya que sabía a la perfección, que era lo que quería.
    —Ryu.
    —Hiroshi ¿es cierto lo que dicen acerca de que te gustó el nuevo sensei?
    — ¿Dicen? —El otro asintió— Pero, ¿Por qué andan diciendo esas cosas? Maldito Chiaki, lo voy a matar, todo esto es su culpa —refunfuñaba Hiroshi.
    — ¿Entonces es mentira?
    — ¡Claro que sí! Es decir, a ti que te importa. Déjame en paz —pasa por el lado y deja al pobre chico ahí, sintiendo, una pequeña punzada de dolor en su interior.

    *************************

    Ya era la hora de almuerzo, en las oficinas de “La voz de Konoha” y Naruto se disponía a guardar sus cosas, para ir a comer al restaurante Fuuton con Yugito, como siempre hacían, cuando Suigetsu se acercó a su mesa, y recargó ambas manos sobre el escritorio, haciendo llamar la atención de Naruto a él.
    —Hola Naruto, ¿ya te vas almorzar? —le pregunta con un tono sugerente.
    —Sí.
    — ¿Y… no te gustaría venir a comer conmigo? Me recomendaron un restaurante de comida francesa y, qué mejor que llevar a una lindura como tú, a un lugar perfecto para ti.
    Naruto trató de ignorar el “piropo”, y la oferta en general, ya que no le interesaba en absoluto ir a comer con ese sujeto, al cual solo aguantaba porque era el hermano del jefe, ya que de no ser así, ya lo hubiera mandado al demonio hace tiempo.
    —Suigetsu —trató de hablar con fingida dulzura—, me temo que no podré aceptar tu invitación porque ya quedé con Yugito.
    —Oh, pero, yo creo que Yugito podrá entender —insistió poniendo una sonrisa, al parecer, seductora.
    —No, ella ya me está esperando, y no quiero quedar mal, así que, si me disculpas —coge su bolso y sale dejando a Suigetsu un tanto enojado y frustrado.
    Naruto salió del edificio en donde trabajaba con una sonrisa. No es que él fuera masoquista ni nada por el estilo, pero le encantaba ver la cara que ponía el idiota de Suigetsu cada vez que lo rechazaba, era única. Sin más, salió del edificio y esperó a que cambiara el semáforo a verde. Cuando éste cambió, cruzó la calle, llegando de inmediato al restaurante Fuuton, el cual quedaba estratégicamente, al frente del diario. El restaurante, si bien, no era uno de grandes lujos, era lo bastante agradable para pasar el rato, con enormes ventanales, con unas bellas y finas cortinas blancas, en el interior, y con mesas, algunas con sillones las cuales estaban pegadas a la pared, y las otras, que eran más simples. Naruto entró al local y el chico de la entrada, lo recibió como siempre con una sonrisa boba, que Naruto simplemente respondió por cortesía, y se dirigió a la mesa de siempre en donde Yugito ya le esperaba.
    — ¿Qué pasó?, ¿Por qué tardaste? —le preguntó en cuanto Naruto corrió una silla y se sentó.
    —Si tardé, fue porque Suigetsu me hizo perder tiempo, dijo que quería llevarme a un restaurante francés y sabes que a ese tipo cuesta hacerle entender un no.
    —Ay Naruto…
    —Yugito, no empieces con tu mismo discurso de todas las veces, que yo ya te dije que no pienso darle una oportunidad a ese.
    Se acerca un mesero y ambos pide su orden, lo mismo de siempre a lo cual, el mesero asiente y se va, dejándolos nuevamente solos.
    —Pero Naruto, deberías de reconsiderar salir con un hombre. Sé que has salido algunas veces, pero que no pasas de la primera cita y yo estoy segura de que si te lo propones, podrás encontrar un buen hombre que te quiera mucho.
    —Sabes que para que eso suceda, debe aceptar lo que tengo.
    —No creo que sea problema. Hiro-chan es muy adorable, y te aseguro que se ganaría a cualquiera.
    —No, no me interesa.
    —Es un desperdicio. Has tirado tus mejores años, y ahora, que todavía estas a tiempo, no lo aprovechas.
    —No ha habido nadie que me llame la atención.
    En eso llega el mesero y les trae sus órdenes, se las pone sobre la mesa, y se retira haciendo una reverencia.
    — ¿Ah no? ¿Y qué hay de Neji Hyuga? Él parecía agradarte mucho.
    —Sí pero, ya sabes que se tuvo que ir al extranjero.
    —Ajá, y si se hubiera quedado ¿le habrías dado una oportunidad?
    —Nadie aseguraba que tuviera algún interés en mí.
    —Oh pero si eso se veía a simple vista que estaba loco por ti Naruto ¿y entonces?
    —No sé, tal vez. —contestó sin muchos ánimos.
    —Puff, es una lástima que se haya ido. Hubieran sido una excelente pareja.
    —Mejor ya no hablemos de esas cosas y comamos que tengo hambre-ttebayo.
    —Ok.
    De este modo, dejaron el tema de lado y se pusieron a comer para después, volver al trabajo.
    *************************

    El día escolar pasó sin problemas, y ahora se aproximaba la clase de la tarde, y la última, la cual era la clase de educación física por lo que se encontraban en el gimnasio vistiendo sus ropas, las cuales consistían en un buzo de color plomo, una polera blanca y zapatillas para todos.
    —Que emoción. Según supe, el nuevo sensei está muy guapo —dijo una chica de cabello negro largo de nombre Kim.
    —Pues hay que verlo para saber si es cierto —le respondió la otra que era de cabello largo rojo y de nombre Tayuya mientras que Hiroshi, solo las escuchaba porque se encontraba cerca. Era increíble como sus compañeros, solo pensaban en ese tipo de cosas, él prefería vivir bien su adolescencia sin pensar en qué chico era más guapo y todos esos líos en los que se metía la mayoría, ya que sabía por experiencia propia —o más bien, de su oto-chan— que eso no era bueno y él no estaba dispuesto a cometer los mismos errores. Justo en ese momento, llega el sensei Itachi con una sonrisa que deslumbra a todos—. Oye Kim, tienes razón, el sensei está guapísimo —le susurró a su amiga.
    —Sí, tal parece que nos trajeron puros senseis guapos.
    —Hola chicos. Buenas tardes. Mi nombre es Itachi Uchiha, y seré su nuevo maestro de gimnasia ¿tienen alguna pregunta? —Kim levantó la mano, para hacer la pregunta, que al parecer, todos querían hacer— ¿Sí?
    — ¿Es usted pariente de Sasuke-sensei?
    —Ya supuse que me harían esa pregunta. Sí, Sasuke es mi hermano menor.
    — ¡Oh! —exclamaron varios ya que el parecido entre ambos, era evidente.
    —“Así que Sasuke-sensei tiene un hermano que también es profesor” —pensó Hiroshi.
    —Bueno, si no tienen ninguna otra pregunta, vamos a comenzar la clase. Primero, darán cinco vueltas a la cancha del gimnasio para calentar, después haremos ejercicios de estiramiento, para finalizar separándolos en algún deporte ¿ok?
    —Sí —afirmó la mayoría.
    —Entonces, empiecen —toca su silbato, y salen todos a trotar.
    La clase pasó sin contratiempos. Todos parecían apegarse muy bien a la manera de trabajar de Itachi, y entonces llegó la hora de los deportes.
    —Ahora, vamos a separarlos. Los chicos jugaran futbol, las chicas harán voleibol, y los donceles basquetbol así que ellos jugaran aquí, mientras que los demás irán al patio, a sus respectivas canchas, pero primero, organícense, y cuando estén listos, me dicen
    —Sí —respondió la mayoría y se comenzaron a organizar.
    —No es justo. No me gusta el basquetbol —se quejó Hiroshi—. Preferiría el futbol —se cruzó de brazos e hizo un puchero.
    —Y qué le vamos a hacer, somos donceles, y no nos dejan jugar un deporte tan peligroso —le dijo Lee.
    —Pero aun así, deberían de darnos una oportunidad —hizo otro puchero, ya que él desde pequeño, había jugado a la pelota con su ojii-chan y por eso le gustaba dado que era muy feliz jugando.
    Mientras, Itachi estaba hablando con un par de chicos, quienes le decían de que les faltaba una persona para poder estar iguales.
    —Es un gran problema y no tenemos a nadie más.
    — ¿Pasa algo sensei? —preguntó Kiba, quien escuchó lo último.
    —Sí, a los chicos les falta un jugador para completar, y que queden ambos lados iguales.
    Hiroshi en cuanto escuchó eso, se le iluminaron los ojos.
    —Si quiere, yo puedo cubrirlos sensei —se ofreció de inmediato.
    —No digas tonterías, Hiroshi —le dijo uno de sus compañeros.
    —El hecho de que sea doncel, no quiere decir que no sepa patear una pelota, ¿verdad sensei?
    —Eh, sí, tienes razón, pero aun así, creo que es peligroso para ti.
    —Para nada. Deme una oportunidad, y verá que hablo en serio —Itachi meditó durante unos segundos, mientras que Hiroshi esperaba impaciente una respuesta.
    —Está bien, pero si veo que se vuelve peligroso, dejarás de jugar.
    — ¡Gracias sensei! —exclamó con alegría.
    —De nada. Tú estarás en el equipo 2. Dime ¿Cómo te llamas?
    —Soy Hiroshi, Hiroshi Namikaze —Itachi abrió los ojos como platos. Así que era ese chico del cual hablaba Sasuke. Miró al chico con detenimiento, y claro, tenía un gran parecido con Sasuke cuando tenía esa edad, excepto por los ojos azules, y por el hecho de que tenía un cuerpo más menudo como el de los donceles, pero el parecido era increíble. Ahora si podía dudar como lo hacía su ototo, ya que en un principio, no le creyó mucho y pensó que estaba exagerando y creándose falsas ilusiones por una mera coincidencia, pero tal vez no era así, por lo que ayudaría a su ototo a averiguar la verdad, aunque tampoco quería que se ilusionara tanto y que al final, aquel chico no fuera su hijo. Itachi siguió pensando, hasta que la voz de Hiroshi, lo sacó de sus pensamientos—. Sensei, sensei.
    — ¿Eh?
    —Necesitamos la pelota para empezar a jugar.
    —Ah, sí. Enseguida voy por ella, por mientras, vayan a la cancha —salió del gimnasio, junto con los varones y las chicas, ya que los donceles, harían el basquetbol, en el gimnasio y se dirigió, hasta la pequeña bóveda, en donde estaban guardadas las pelotas y le paso la de futbol a un varón, una de voleibol a una chica, y una de basquetbol a un doncel para después, ir a paso apresurado a la cancha de futbol. Debía ver que a Hiroshi, no le pasara nada—. Bien chicos, empiecen —dio el silbato, y empezaron a jugar. Hiroshi se colocó en posición, muy concentrado, y quieto, hasta que un jugador pasó a su lado, y de manera muy eficaz, le robó el balón y se dirigió corriendo al arco. Tiró, pero, para su mala suerte, el chico que estaba de arquero, se la detuvo—. No te preocupes Hiroshi-kun, lo hiciste muy bien —le felicitó Itachi y el chico asintió, siguió jugando muy bien durante un rato, cuando de repente, volteó más allá y vio a Sasuke-sensei, quien estaba parado, con un hombro recostado en uno de los pilares de los pasillos exteriores y mirando atentamente hacia la cancha, cosa que lo puso muy nervioso, ya que se quedó algo ensimismado hasta que de repente…
    — ¡Cuidado Hiroshi! —apenas y escuchó el grito de uno de sus compañeros, volteó un poco la cabeza, y recibió el impacto de lleno de la pelota en la cara que lo tiró al suelo, y lo dejó inconsciente. Lo último que recordó, fue ver a Itachi-sensei correr y gritar hacia él, y nada más.
    Hiroshi comenzó a abrir lentamente los ojos y lo primero que vio, fue un techo blanco sobre él y entonces recordó, que mientras jugaba futbol en la clase de educación física, le golpearon con una pelota, y todo, por andar de distraído.
    —Mierda —bufó.
    —Hiroshi —de la nada escuchó la voz de Lee que le reprendía por su mala palabra, entonces decidió incorporarse, y mirar hacia el lado, notando, para su desagrado, que estaban cerca de la pared, Lee, Kiba y Sasuke-sensei, mirándolo.
    —Yo, lo siento —se disculpó apenado y agachando la cabeza.
    —No te preocupes —le habló Sasuke—. Pero procura cuidar tu vocabulario.
    —Sí —Sasuke solo puso una sonrisa de medio lado, y se sintió, de alguna forma, feliz, ya que la escena anterior, parecía la de un padre, regañando a su hijo.
    —Qué bueno que estés bien —se apresuró Lee a abrazarlo de manera exagerada y con mucha efusividad.
    —Gracias Lee, pero no puedo respirar —se quejó.
    —Ah, lo siento jeje.
    —Te trajimos tus cosas —le dijo Kiba mostrándole su mochila.
    —Gracias Kiba. Por cierto ¿ya acabaron las clases o no?
    —Sí, hace como 15 minutos. Llevas media hora inconsciente
    — ¡¿Qué?! ¡No puede ser, mi obaa-chan me va a matar! —Agarra sus cosas y se dispone a irse, pero se detiene delante de Sasuke— Sensei, si me disculpa, ya me voy.
    —Claro, y procura ponerte algo de hielo en la nariz, ya que se te hinchó un poco —Sasuke le sonríe y Hiroshi asiente y se sonroja, por lo que baja la vista y se despide de sus amigos.
    —Adiós, nos vemos mañana.
    —Adiós —se despiden ambos donceles de su amigo y Hiroshi sale corriendo. Mientras que Sasuke, estaba decidido a investigar más a fondo el asunto por lo que su próximo objetivo, era revisar los documentos de los alumnos. Ahí estaría la verdad.
    Continuará…

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    Misa: espero les haya gustado, aquí les dejo un dibujo de Sasuke y Naruto hace 15 años hecho por mí, claro. Fueron a un festival y en esa noche pues, hicieron a Hiroshi XD

    Matta ne n.n espero sus bellos comentarios


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