Posts written by Noriko Oumi

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    QUOTE (Hallenstrom @ 9/11/2022, 14:16) 
    No sé si todavía haya gente revisando esto (?)

    Pero por si acaso, paso a decir que publiqué el fic en Wattpad y lo estoy continuando por allá. Han pasado varios años, pero este fic es como mi bebé y realmente quiero terminarlo. Si quieren pasarse, les dejo el link: www.wattpad.com/story/290447895-&#...victor-van-dort

    Y nada, si alguien lee esto muchas gracias por el apoyo que me han dado todos estos años;u;

    Se siente tan raro responder un mensaje en esta pagina. llueven los recuerdos en mi mente. claro que voy a leerte.
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    QUOTE (kaoru16 @ 27/7/2020, 06:50) 
    QUOTE (Noriko Oumi @ 26/7/2020, 23:58) 
    De hecho sí, has logrado mantener completamente el "That" de TODOS. Me encanta cómo dejas ese perfecto "Sólo coger", sin sentimientos, porque eso es básicamente lo que son ellos. Realmente también adoro esa pareja, pero verlos como un romance es muy raro. Igual que el Mansaku x Hiura, es complicado porque Mansaku no quiere perturbarlo y que nada lo perturbe, por eso hacer que lleguen a algo en difícil(irónicamente, considerando que Hiura cumple el día de San Valentin. Ajajajaja).

    En fin, sólo puedo pensar que esa fatídica noche nadie se miró a la cara, y el baño y los cuartos estuvieron completamente "ocupados", y el primero en meterse al baño fue Nishikage. Esito. Ajajajajaja.

    Estoy pensando en... el pobrecito de Hikaru, jajaja, esa vaina lo traumó, coño. No puedo dejá' de rei'me.

    Por cierto, estoy orgullosa de esa mamada, la describirse tan bien, que no me la pude imaginar dibujada, se vio demasiado realista. Dibujar eso sería un desafío.

    LO QUIERO DIBUJAR. AAAAAAAAA.

    Bueno, ajah... no sé, no soy muy buena para terminar los comentarios, alashit. Quisiera que conversemos algún día, eres demasiado cool.


    Gracias por tomarte el tiempo de comentar :3

    Esa fue una noche muy incómoda para todos ellos XD algunos lograron dormir bien y otros... digamos que no tanto.

    Este oneshot tiene una segunda parte, pero como no veo que llamara mucho la atención no lo subiré aquí. Si deseas leerlo puede buscarme en wattpad, bajo el seudónimo de SilverBullet4867IE ahí están todas las historias que hé escrito y es donde más me encuentro activa, incluso están algunas de mis redes. Me es más cómodo coversar ahí e incluso es más facil encontrar personas para hablar de inazuma.

    ... no sé que decir al resppecto de que quieras dibujar una mamada XD

    SilverBullet4867IE. Anotado. Algún día te busco. Mi internet es una cagada, pero me escantas.
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    De hecho sí, has logrado mantener completamente el "That" de TODOS. Me encanta cómo dejas ese perfecto "Sólo coger", sin sentimientos, porque eso es básicamente lo que son ellos. Realmente también adoro esa pareja, pero verlos como un romance es muy raro. Igual que el Mansaku x Hiura, es complicado porque Mansaku no quiere perturbarlo y que nada lo perturbe, por eso hacer que lleguen a algo en difícil(irónicamente, considerando que Hiura cumple el día de San Valentin. Ajajajaja).

    En fin, sólo puedo pensar que esa fatídica noche nadie se miró a la cara, y el baño y los cuartos estuvieron completamente "ocupados", y el primero en meterse al baño fue Nishikage. Esito. Ajajajajaja.

    Estoy pensando en... el pobrecito de Hikaru, jajaja, esa vaina lo traumó, coño. No puedo dejá' de rei'me.

    Por cierto, estoy orgullosa de esa mamada, la describirse tan bien, que no me la pude imaginar dibujada, se vio demasiado realista. Dibujar eso sería un desafío.

    LO QUIERO DIBUJAR. AAAAAAAAA.

    Bueno, ajah... no sé, no soy muy buena para terminar los comentarios, alashit. Quisiera que conversemos algún día, eres demasiado cool.

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    A ver, necesito pensarlo con cuidado. Relativamente, porque ya te he comentado otras cosas, pero ajáh.

    Estoy convencida de que tus oneshot me dan vida. Tu forma de profundizar, sin exagerar en las expresiones o tendencias de los personajes, eso me encanta. Tienes una linea perfectamente dibujada entre la serie(que no es nada disimulada en cuanto al fanservice yaoi) y los fanfics.

    Estoy de acuerdo en lo de tus notas finales, y eso no es lo único que se ha visto. Es como si el Akihiro nos dijera "Tomen, pa' que jueguen, niñas", y nos da esas escenas disimuladamente yaoi pa' que nosotras las convirtamos a en AMOR. Jajajajaja.

    En fin, sólo puedo decir que tuve mucho impotencia al ver el pudor y la altivez en Nozaka, porque realmente sí es así,el reconoce que esa apuesto, y si quiere y puede, lo hace. Pero esa venganza fue tan perfecta, oculta, siniestra, casi pude ver la mirada de Fudou como si yo fuera Nozaka, y siento que esa mirada verde bosque profundo me congela y me destruye. Es tan asombroso.

    Además, AMO las apariciones que hiciste de Nishikage. Amo a Nishikage. Y a pesar de que Nozaka es un coño 'e madre, y será siempre un coño 'e madre, amo Nishikage x Nozaka.

    En fin, amo tu estilo. Eres lo máximo. ♥
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    Bueno, hace días quería subir esto. Así que...

    Así quedó Shirou cuando se transformó en demonio.



    Así quedó Shirou cuando peleó contra Toramaru. (Las partes punteadas son lo que se comió el tigre... :v)



    Pa' que vean. :3
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    gracias, rose. <3
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    Buenos días, amigos.

    Bien, estuve revisando Mundo Yaoi otra vez, y por X o Y razón, me picó el culo por revisar las 61 páginas de fanfics de Inazuma Eleven. Después de hacer eso, y leer varios Oneshots, me fue a la de Inazuma Eleven Go! Pero el caso es que como estoy viendo Inazuma Eleven Go! justamente, otra vez, me inspiré a hacer este OneShot de Someoka y Fubuki -lo hice en dos días. xD-.

    La historia es relativamente acorde al anime. Pero si hay algún detalle equivocado, me disculpan y me avisan, que realmente no sé por qué, pero no importa cuánto me guste o cuánta atención preste a algo, siempre lo olvido o se hace difuso.

    En fin, ahí van los detalles.


    - Título: 遅れて [Okurete]: «Llegas Tarde».

    - Clasificación: E +9 - T +13 (En general)

    - Pareja: Fubuki Shirou y Someoka Ryuugo, con mención de Yukimura Hyouga.

    - Género: Romance no correspondido, recuerdos.

    - Disclaimer: Inazuma Eleven e Inazuma Eleven Go! perteneces a la producción de Level-5, creados por Hino Akihiro en conjunto con el Videojuego deportivo Inazuma Eleven Strikers y todas sus versiones. La hiatoria presente sigue parte de la trama del anime, con un cambio de perspectivas de la historia origial.


    Espero qur lo disfruten. :)


    ...




    Al finalizar el Football Frotier Inrernational, e Inazuma Japan volviese a Japón con el título mundial, separarse de sus amigos fue algo difícil para todos, incluso los rebeldes solitarios que no admitían su aprecio por sus compañeros. Todos los que no vivían en Inazuma Town regresaron a sus hogares; Kogure a Kyoto, Tachimukai a Fukuoka, Tsunami a Okinawa, Fubuki a Hokkaido...

    A pesar de todos, los jovenes se mantenían en contacto, las buenas managers como Aki siempre mantenían a sus amigos de los otros estados al tanto, y ninguno de esos lejanos amigos pudieron ausentarse el día de la graduación del capitán y sus conpañeros de clase.

    Jugar su último partido amistoso como estudiantes de secundaria fue muy hermoso y nostálgico para todos, pero sabían que seguirían jugando y viendose después de todo.

    Y sin embargo, aquel pálido chico de Hokkaido siempre parecía anhelar algo inalcanzable. Si bien sonreía y reía de felicidad al jugar y tener a sus amigos cerca, no mostraba ese anhelo con facilidad. Y justamente era uno de sus amigos quien causaba ese anhelo.

    Siempre fue así. Al conocer a Fubuki, todos en el equipo estaban sorprendidos por su habilidad, y muy convencidos de que él llenaría ese hueco que dejó Gouenji con su partida. Y él, neutral al asunto, sólo se alegraba de ser de utilidad y hacerse más fuerte para ellos. Pero no llegaba a comprender ese rechazo de Someoka hacia él. Siempre lo escuchaba diciendo cómo él nunca llegaría a ser igual que ese tal Gouenji, y no era que quisiera serlo, lo que quería era saber por qué lo odiaba a él.

    Muchas cosas pasaron, y al ver que comenzaba a ganarse el aprecio de Someoka como Fubuki, siendo Shirou o Atsuya, y sin tener que ser de algún modo como Gouenji, se sintió muy feliz, pues no es como si fuese una preuba la cual pasar, pero ser aceptado por Someoka fue muy importante para él.

    Hablar con Someoka en el techo del hospital cuando se lastimó la pierna, y que le haya pedido seguir por él, seguir por ambos en el equipo, ganando y salvando a todos con el Fútbol, hizo que Fubuki sintiera una carga pesada que quería llevar con gusto, pues cargar con ese orgullo tan grande implicaba que Someoka confiaba en él para entregárselo, y dejar que fuera él, con su permiso, quien llevara el nombre del goleador del Raimon. Lo hacía sentir muy bien que Someoka lo considerara un amigo cercano.

    Al derrotar esa extraña invasión alienígena, el gran engaño de Seijirou Kira, volver a la secundaria Raimon para encontrase con esa versión malvada de sus amigos, de Someoka y los demás, lo impactó demasiado.

    Derrota al equipo Dark Emperors sólo fue el comienzo.

    Después de todo eso, siguió pensando en Someoka, con quien seguía en contacto de vez en cuando, al igual que con sus otros amigos, y verlo felizmente graduado, y jugar aquel partido contra él, fue algo muy agradable.

    Pero fue lo mismo de ahí en adelante; incluso en preparatoria, donde los jóvenes nunca dejaron de jugar Fútbol, tuvieton otros encuentros más adelante, en los cuales se probaba la fuerza de todos. En esos momentos, tanto Someoka como Fubuki podían ver en lo que se había convertido el otro, y no ayudaba a disminuir la gran admiración que sentían por el otro. En un punto Fubuki se dio cuenta de que no era admiración, sino amor; estaba atraido por Someoka desde que entendió la inmensa pasión que tenía él por ese hermoso deporte, y ver lo dedicado y celoso que era a las cosas y las personas que le importaban. Eso lo inspiraba, y le decía que era un gran ser humano.

    Por su parte, Fubuki se ganó un lugar en el corazón de Someoka, por su determinación. Él deseaba haber sido de mayor utilidad cuando Fubuki estaba pasando por este quiebre mental que casi lo llevó a la locura, y por su parte fue Gouenji quien lo ayudó. Sintió celos por el Goleador Estrella, quien todo lo puede, siempre, pero eso no podía detenerlo.

    Al ser selecionados para ser parte de Inazuma Japan, volver a encontrarse y jugar para un equipo tan importante, sin intenciones de enfrentar alienígenas, fue algo grande para todos. Fubuki y Someoka hablaron en el mismo momento que se vieron en el gimnasio de la secubdaria Raimon, hasta que empezaron las pruebas. Le dio tanto coraje a Someoka ver que no era seleccionado, a cambio de esos otros tontos sin experiencia, que gruñía de impotencia, pero se alegró decidido al ver a Fubuki dispuesto a esperarlo, sonriendo para él. Así se dedicó a ser lo que se esperaría del nivel mundial.

    Recordar todos esos detalles hacía a ambos ponerse mal; Unos años después, Fubuki se enteró de que Someoka obtuvo la oportunisad de ir a Italia, a la liga de Fútbol italiana, y para aprender del deporte de allá, y él había aceptado. Viajó hasta Inazuma Town para poder despedirse correctamente con sus amigos de su gran amigo, pero verse el uno al otro en ese aeropuerto, con la idea de que pasarían años, y no se verían por un largo tiempo, o que incluso no se volverían a ver, los hizo recordar todos esos grandes momentos juntos, y hacía a Fubuki querer detenerlo, y a Someoka querer quedarse. Pero era una gran oportunidad, y ambos sabían eso.

    - Lo harás muy bien en Italia, Someoka -le afirmó Endou, algo triste, pero feliz por su oportunidad-. ¡Me saludas a Fidio! -dijo alegre.

    - Endou... Italia es muy grande, ni siquiera sé en qué parte estará él. -le dijo Someoka riendo un poco.

    - Yo sé, pero si lo vez me lo saludas. -dijo Endou igualmente sonriente, haciendo reír a sus amigos.

    - Te vamos a extrañar. -afirmó Kabeyama, a punto de llorar.

    - No olvides escribirnos. -dijo Kazemaru, también sonriendo triste.

    - No se preocupen -dijo Someoka, que luego miró a Fubuki cabizbajo-. No te pongas así, volveremos a vernos. -le dijo alborotándolo los cabellos con la mano libre, pues la otra cargaba su maleta.

    Fubuki enrojeció un poco, pues Someoka siempre hacía eso con la intención de recordarle lo bajo que era; aunque había crecido, Someoka siempre era más grande en estatura que él.

    - Lo sé, pero... -decía bajo, acomodándose un poco el cabello-. Igual te extrañaré... ¡Te extrañaremos! Todos. Vamos a echarte mucho de menos. -decía Fubuki poniéndose algo nervioso.

    - ¡Bah! ¡Sólo admite que te haré mucha falta! -afirmó Someoka soltando la maleta para agarrar a Fubuki con un brazo y raspar su cabeza con el puño de la otra-. ¡Dilo!

    - ¡Jajaja! ¡Sí, sí! ¡Me harás mucha falta! -gritaba riendo por la molestia del otro.

    Así lo dejó, y el último llamado para abordar se escuchó.

    - Bien, nos volveremos a encontrar. -dijo Someoka dándose la vuelta.

    - Eh... Someoka-kun -lo llamó. Entonces Someoka lo miró, y Fubuki se quedó helado. ¿Qué iba a decirle? ¿Por qué no hablaba? ¿Por qué era tan difícil?-. Ah... Yo, eh... Yo...

    - Fubuki, el avión se va. Habla rápido. -dijo Kazemaru apurándolo.

    - Ah... -emitió nervioso. Pero luego cerró los ojos-. Sólo quería desearte suerte, y que te vaya muy bien. -dijo forzoso.

    - Eh... Gracias, igualmente. -aceptó Someoka, con un estivo de decepcion en su mirada-. Adiós.

    En ese momento, Fubuki vio como la espada de Someoka iba alejándose pronto, y sintió una profunda tristeza al darse cuenta de que ni siquiera podría comunicarse con él tan seguido. ¿Y si lo olvidaba? ¿Y si hacía nuevos amigos en Italia, y nunca más regresaba con ellos? Era sú última oportunidad, al menos para que lo supiese.

    -... ¡Me gustas! -gritó de pronto. Él mismo se impactó de ver cómo le gritó de golpe, y más al ver cómo había atraido la atención de todos los demás pasajeros en el aeropuerto.

    En ese momento Someoka se giró viendo sorprendido a Fubuki. Al verlo así, Fubuki enrejeció y se arrepintió.

    -... ¿Qué? -preguntó Someoka a penas, demasiado sorprendido para procesar.

    - Q-Que... Italia... Espero que te guste Italia. -le dijo Fubuki, intentando no mirarlo.

    Someoka lo vio poner ese rostro, y decir eso, y decidió dejarlo como si se hubiese confundido en su elección de palabras.

    - Ah... Claro. -dijo Someoka, y finalmente abordó

    Al ver el avión partir, los jovenes, ya parcialmente adultos, también se fueron. En el camino a la salida, Kazemaru alcanzó a Fubuki.

    - ¿Qué diablos te pasó? ¿Por qué te arrepentiste? -le preguntó bajo regañándolo.

    - No lo sé, ¿sí? Entré en pánico, creí que se iría odiándome.

    - Fubuki... Someoka siempre ha gustado de ti, ¿crees que se fue como si nada? Seguro que también quería decirlo, pero ustedes dos tienen una competencia de quién es el más tímido. -afirmaba Kazemaru de brazos cruzados.

    - A ver, Kazemaru-kun. No es tan fácil, ¿bien? Ser correspondido no es tan simple. -se defendió Fubuki.

    - Sí... -dijo Kazemaru en un suspiro, mirando a Endou caminar adelante, hablando con Kabeyama-, lo sé.

    Así, Fubuki regresó a Hokkaido en el tren, pensando en si hubiese sido mejor confesarse de verdad a Someoka.


    ...




    Y así, el tiempo pasó. Un nuevo viento soplaba en la secundaria Raimon, y las promesas para el futuro del Fútbol se preparaban para seguir sorprendiendo al mundo.

    Nunca creyó volver a ver a Someoka en ese momento, en esa situación; al enterarse en la tarde del día siguiente de que había regresado de Italia, pidió un permiso y le avisó a los chicos de Hakuren que visitaría a un viejo amigo en Inazuma Town. Al llegar en el tren, Someoka estaba en la secundaria Raimon. Lo vio allí, charlando con Kidou y Haruna, mientras los chicos entrenaban. Estarían recordando viejos tiempos, quizas, aprobechando la visita.

    Sin más se acercó, y al ver a Fubuki caminar hacia ellos, Someoka se puso de pie inmediatamente. Ambos habían cambiado un poco, mejorando sus facciones en diferentes aspectos. Fubuki ya no era dos cabezas más bajo que Someoka, ya no estaba tan lejos de su altura, y a Someoka se le habían delineado los ojos, resaltando su mirada; Italia le había cambiado el aspecto, lo hizo ver más relajado y elegante. Se veía atractivo.

    - Hum... -emitió Someoka sonriendo, para luego alborotarle el cabello a Fubuki-. No has cambiado nada.

    Fubuki rió un poco, feliz de ver que no había cambiado tampoco.

    Se quedaron charlando todos juntos hasta que se hizo la tarde, y ya que Someoka se estaba quedando en un hotel, lo estaría viendo unos días. Aprobechó de visitar a muchos de los amigos que seguían allí en japón. No era de sorprenderse que al momento de preguntar por Endou, Kidou le dijo que estaba investigando algo de lo cual quería asegurarse. Bien sabían que el legendario capitán sólo aparentaba ser atolondrado, pues era muy perspicaz cuando iba en serio. Los días pasaron, y Fubuki regresó una vez más el día previo a que Someoka regresaría a Italia. Quería charlar con él un poco más antes de que se fuera.

    En la tarde, antes de irse, invitó a los demás a ir a tomar algo, ya que quería que hablaran un poco más. Aceptaron sólo por un rato, ya que Kidou tenía que seguir organizando los ejercicios para los chicos, y Haruna ayudarle.

    En un bar restaurant en Inazuma, estuvieron charlando todos sobre las cosas que habían hecho; mientras Kidou le contaba a Someoka cómo había sido entrenar al Raimon en esta revolución, Someoka les contaba lo increíble que fue jugar en el equipo italiano, y que aunque ese régimen de Fútbol arreglado era un dolor de muelas, no se paraba a sufrir por ello, sólo le indicaba a su amigos que llevasen orgullosos su fuerza y su pasión.

    A las nueve y media, Kidou y Haruna se despidieron, dejando a Fubuki solo con Someoka.

    Ellos continuaron conversando más a profundidad acerca de cómo había sido entrenar a esos equipos. Fubuki le contaba lo maravilloso que era el equipo actual de Hakuren, y lo fuertes que eran. Las anécdotas del otro se tornaban chistosas, a medida que pasaban la segunda copa.

    - El tipo me insistía, ¡pero yo no sabía qué estaba diciendo! Llevaba sólo un año allá. -le contaba Someoka riendo.

    - ¿Y no le pediste ayuda a Bianco? -le preguntó Fubuki sobre ese amigo que mencionó Someoka, riendo también.

    - ¡Él se fue! Me dijo que el viejo le daba miedo, y yo también me tuve que escapar.

    - ¡Jajaja, ¿qué?! -preguntó Fubuki sorprendido.

    - Sí, no sé... -decía Someoka, y de pronto bajó la mirada un poco-. ¿Sabes? Bianco siempre fue un poco casamentero, y todo el tiempo intentaba que me metiera en alguna relación, pero... realmente nunca estuve interesado -al contarle esto, Fubuki, que miraba a la nada sonriendo y escuchando, quitó su sonrisa, sorprendido. ¿Por qué sacaba un tema como ese tan de pronto?-. Así que, estar en Italia no me... no me ayudó a conseguir pareja. ¿Qué hay de ti? ¿Hay alguien especial de quien pueda saber? -preguntó Someoka algo pícaro.

    Pero Fubuki no respondió.

    Oportunidad. Era la oportunidad perfecta para decirle al fin lo que sentía, y ser correspondido...

    O al menos, lo hubiese sido.

    - Hey, ¿qué, te da pena decirlo? Entonces estoy en lo cierto. ¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿O la conozco?

    - Eh... No, es de Hokkaido. Dudo que lo conozcas. -dijo Fubuki bajo.

    - A ver, supongo que juega Fútbol, o al menos debe tener algo qué ver -decía Someoka insistente-. Vamos, Fubuki. No me gusta precionar tanto. Dime, ¿por qué te apena? No es malo que sea hombre, todo bien. -intentó convencerlo.

    -... no es eso -dijo Fubuki al fin. Someoka sólo aguardó a que él hablara-. Yo... Es que es... complicado. Es difícil de explicar. -comenzó Fubuki.

    - Tómate tu tiempo -le permitió Someoka-. Tenemos toda la noche.

    Fubuki miraba la copa en su mano, y frunció un poco el ceño con inhibición. ¿Cómo expresar algo así sin que suene como una total locura?

    - No es la clase de relación que la gente consideraría normal. No creo que sea bueno hablar de ello. -expresó a penas.

    - Fubuki -lo llamó Someoka-, estuve en Italia por seis años; los fetiches románticos en esa ciudad no son precisamente "normales". Creo que puedo manejar lo que me digas -afirmó seguro. Fubuki lo miró inseguro, y volvió a bajar la mirada-. Oye, sé que no está bien que te presione, pero me da mucha curiosidad, y me preocupa saber por qué te-...

    - Es un chico -dijo Fubuki de pronto. Someoka dejó de hablar, mirando a Fubuki de pronto-. Es un muchacho..., Someoka-kun, un niño. Estoy enamorado de un menor de edad. -confesó en voz baja, apretando la copa nervioso.

    Hubo silencio por unos segundos, que Fubuki sintió eternos, y hasta oía aquel silvido en su oído. Estaba por entrar en una crisis.

    - ¿Eso es todo? -oyó de pronto. Levantó la cara de golpe, y luego miró a Someoka, que lo miraba curioso.

    - ¿Cómo que "Eso es todo"? -preguntó Fubuki sorprendido-. Someoka-kun, un niño; tiene catorce años, y yo soy un adulto de veinticuatro. ¿Tú crees que eso está bien?

    - ¿Acaso lo violaste? -preguntó Someoka de pronto.

    - ¡¿Qué?! ¡No, jamás! -negó Fubuki sorprendido.

    - ¿Lo acosas, o lo obligas a estar contigo?

    - ¡No! ¡¿Qué dablos?!

    - Con el teatro de suspenso que estabas montando, creí que sería algo peor, pero ¿un niño? Eso no es malo... Es ilegal, pero si ambos se gustan, todo bien. -dijo, y regresó al frente riendo raro-. Además, no eres un gordo pervertido de cuarenta años. -dijo bajo, pasando otro trago.

    Fubuki se le quedó mirando un momento. Realmente había cambiado; el anterior Someoka era más estirado, e Italia lo había hecho más calmado.

    - ¿Entonces? Cuéntame sobre él, ¿por qué te gusta? -le preguntó Someoka.

    Fubuki lo pensó un poco.

    - Su nombre es Yukimura Hyouga -comenzó. Tomó un tono de voz algo más seguro al ver que quizas Someoka no iba a juzgarlo por eso-. Es el delantero estrella de la secundaria Hakuren. Yukimura es... determinado. Tiene la idea de que no hay cabida para los débiles en este deporte. Lo conocí un día que entrenaba solo, cuando me designaron entrenador. Al verlo ahí, sin ser capaz de jugar con sus compañeros... lo sentí aislado, como si... -contaba, inmerso en ese recuerdo.

    - ¿Te viste a ti? -oyó.

    - ¿Eh? -emitió Fubuki confundido.

    - Cuando eras dominado por Atsuya; estabas aislado, creyendo que no tenías a nadie más que a él. Pero cuando comenzaste a jugar y probarte con nosotros, te diste cuenta de cuán valioso es el conpañerismo -le comentaba Someoka sonriendo-. Supongo que eso fue lo que viste en él; a alguien que necesitaba una mano paciente.

    -... Sí, yo... creo que tienes razón -dijo bajo, sonriendo al ver que Someoka sí prestó atención a esos detalles-. En fin, lo entrené para que heredara la técnica de Atsuya, Eternal Blizzard, y cuando la dominó, estaba orgulloso de él, porque ese era el punto de partida.

    - Hora de aprender una que sea de él y supere la tuya, ¿no?

    - Uhum -emitió asintiendo-. Pero... me despidieron de ser entrenador, y tuve que ir a buscar la ayuda del Raimon para que ganaran... No me esperaba que Yukimura se convirtiera en SEED en ese corto periodo de tiempo -mientras lo contaba, Someoka estaba serio.

    - ¿Tenías miedo? -le preguntó.

    -... Estaba aterrado -comenzó-; ver sus preciosos ojos... oscuros y sin ese brillo esperazador de aprender más cada día, y que me rechazara por haberme ido sin decir nada... Yo estaba enojado conmigo mismo, porque él tenía razón; le había prometido que seguiríamos desarrollando juntos su nueva técnica, y en su lugar no volví a aparecer... Le rompí el corazón -contaba decepcionado-. Siento que hago eso muy seguido... -susurró.

    Someoka no dijo nada. Tenía razón en eso.

    - Pero, ¿y ahora? Era que me contaras por qué lo querías, no lo que pasó hace poco.

    - Eh... -comenzó a pensar Fubuki. Someoka supuso que, o tenía sueño, o el licor lo estaba embriagando ya, porque iba muy lento-. Es su pasión -respondió-. Cuando comencé a entrenarlo, su intensa pasión por el Fútbol, sin pensar en nada a su alrededor; los compañeros, el juego, el clima... Eso me decía que era alguien determinado a crecer como jugador, pero solo. Él me permitió ayudarlo con eso, y desde que comencé a entrenarlo, no hubo ni un segundo en el que me arrepintiese de estar cerca de él. Los días en Hokkaido no son nada fríos cuando estamos juntos, verlo crecer me llena de orgullo, y me destruye verlo decayendo y creyendo que no es capaz de hacer algo. Pero es entonces que como entrenador tengo que ponerlo a prueba. No hubo ninguna situación en la que se rindiera, y me siento con una inmensa calidez cada vez que me dice lo feliz que está de que yo lo entrene. Amo verlo decidido a ser mejor cada día.

    Al terminar de contar, el rostro de Fubuki hablaba por él; ese rostro feliz y sonrojado, sólo hacía a Someoka pensar en lo feliz que lo hacía Yukimura. Y si eso hacía feliz a Fubuki, entonces estaba bien con eso.

    Sin embargo, esto le causaba una cantidad indescriptible de envidia; Envidiaba a un niño, ¿qué demonios tenía en la cabeza?

    - Bueno, es simple; lo quieres porque sientes que te necesita. Te gusta ver que inspiras a alguien, y eso es maravilloso. Pero creo que estas invirtiendo los papeles -le decía Someoka, y Fubuki lo miró confundido-. Creo que si él mejora cada día a tu lado, lo lograste como tutor, porque ese es el principal objetivo. Pero me parece que tú lo necesitas a él más de lo que él te necesita a ti. Cuando entrenabamos juntos, estaba bien porque siempre tuviste amigos, pero imagino que al separarnos todos, duraste algún tiempo sintiéndote tan solo como en aquel tiempo. Pienso que conocer a Yukimura te dio un nuevo sentido a tu vida, a un buen amigo, que además llenara algún espacio en tu corazón.

    - ¿Eso crees? -preguntó Fubuki pensativo.

    - ¡Claro! Es muy agradable cuando encuentras a un pupilo que te recuerde a ti mismo, y quieras convertirlo en una mejor versión, que crezca y mejore cada día, y en tu caso, te enamoraste de ese chico que, de algún modo, puede que te recuerde lo solitario que eras antes. Eso creo. -le contaba Someoka muy relajado.

    Fubuki pensaba en ello, recordando cómo ver sonreír a Yukimura lo hacía tan feliz y lo llenaba de dicha. ¿Enamorado de una versión pequeña de él mismo? Un poco narcisista, pero... suponía que era posible.

    - Por cierto, no quiero molestarte, pero... -comenzó Someoka, mirando un poco serio a su copa-. ¿Te acuerdas... del día que me fui? -le preguntó.

    Fubuki lo pensó. Aquel día en el aeropuerto, ¿cómo olvidarlo? Si habló demás en ese momento. Siempre se preguntó qué pasaría si no hubiese cambiado el significado de esas palabras.

    - Sí, estabamos Endou-kun... Kazemaru-kun, Kabeyama-kun y yo, y te despedimos esa tarde. -recordó.

    - Eso que me dijiste antes de irme, que ojalá me gustase Italia -comenzó-, la verdad, tengo que confesarte que siempre creí que eso había sido una confesión. Primero escuché «¡Me gustas!», y no me la pude creer. Tuve que verte a la cara. Pero yo estaba tan nervioso, que cuando dijiste «Ojalá te guste Italia», yo pensé «Ah... Eso tiene más sentido. ¿Por qué me dirías lo primero?»... Y sin embargo, siempre pienso en que sería genial si hubiese sido una confesión. -le contaba Someoka riéndose un poco, tal vez de sí mismo.

    - Sí, eso era -oyó, y miró a Fubuki extrañado-. Te grité que me gustabas, pero estaba tan asustado de tu reacción, que entré en pánico, y dije algo más para salir de la sutuación. También he pensado mucho en qué habría pasado si te lo huese dicho bien, o si te lo hubiese dicho antes, que me gustabas desde que jugamos en el Raimon, de que siempre quice poder estar cerca de ti, y hacernos fuertes juntos.

    - También yo -comentó Someoka sin mirarlo-. Pero... siempre tuve miedo. No soy precisamente atractivo, y soy bastante amargado, así que... no creí tener oportunidad -contaba serio. Fubuki pensó de inmediato que nada de eso tenía que ver con su interés romantico por él. Pero de pronto lo oyó reír un poco-. Jajaja... Contarnos esto a esta altura... Creo que ya no me asusta decirlo porque ya alguien más ocupa tu corazón; no tengo nada qué perder, y no creo que vayas a odiarme por esto, ¿o sí? -le dijo riendo.

    - Jujum... -rió bajo Fubuki-. De ninguna manera. Sólo si tu no me odiabas por sentir eso por ti antes.

    -... Eso nunca. -dijo Someoka sonriendo, y seguidamente alborotó el cabello de Fubuki, haciéndolo reír un poco.

    Lo cierto es que ambos estaban terriblemente incómodos; para cuando supieron los sentimientos del otro con claridad, ya era demasiado tarde. Someoka estaba agonizando emocionalmente, pensando que si no se haberse ido, si bien no se arrepentía de su decisión, puedo haber cambiado los factores de su situación. Las cosas podían haber sido diferentes. Fubuki por su parte, se sentía muy mal; ahora que Someoka le estaba básicamente diciendo que lo quería, y siempre lo quiso, él quería a alguien más, y si bien aún sentía algo por él, ya no era suficiente para dejar de lado a Yukimura. No es que fuera alguna especie de engreído, pero sentía que le estaba rompiendo el corazón. Ya sentía que estaba haciendo eso muy seguido.

    Ocultando la decepción de haber perdido su oportunidad, siguieron conversando de otras cosas, riendo mientras se terminaban sus copas.

    Como a las once y media, Someoka notó que Fubuki estaba por dormirse, riendo cansado. Eso le indicaba que la embriagues y el sueño lo estaban derrotando. Pagando la cuenta, levantó a Fubuki y lo llevó de brazo sobre sus hombros. Lo subió a su auto, le puso el cinturón de seguridad, y cerró la puerta del copiloto, para dar la vuelta y subirse él al del conductor. Fubuki intentaba mantenerse estable, tratando de no dormirse en ese momento. Mientras Someoka encendía y comenzaba a mover el auto, Fubuki reaccionó.

    - ¿A dónde vamos? -le preguntó.

    - Voy a llevarte a casa. -le indicó Someoka.

    -... ¿Cómo, hasta Hokkaido? -preguntó Fubuki reaccionando, y oyó a Someoka asentir-. No, eh... ¿A qué hora piensas descansar? Si te vas mañana. -le preguntó preocupado.

    - Tranquilo, he pasado mayor tiempo sin descansar del que crees. Esto no es nada.

    - Pero... Ah, te estás quedando en un hotel, ¿no? Yo también podría alquilar una habitación por esta noche -le dijo Fubuki-. Por favor, no quiero que conduscas toda la noche sólo para llevarme a casa... Igual quiero despedirme de ti cuando te vayas. -le dijo bajo.

    Someoka miraba al frente pensando.

    -...El hotel donde estoy quedándome... tiene habitaciones grandes. Creo que podrías quedarte conmigo, y así no tendrías que alquilar otra. -le ofreció Someoka.

    Fubuki lo miró un momento.

    - Sí. Me... parece bien. -aceptó.

    Así, Someoka tan sólo comenzó a conducir en dirección al hotel. No dijeron nada durante el trayecto, ni siquiera intentaron mirarse.

    Al llegar, Fubuki bajó con cuidado, pues seguía un poco aturdido. Al entrar, Someoka avisó en recepción que Fubuki se quedaría con él, y se irían juntos en la mañana.

    Al entrar a la habitación, Someoka puso a Fubuki en un mueble, fue a buscarle una manta, y al regresar, lo vio dormido. Parecía agotado. Someoka supuso que viajar de golpe desde Hokkaido para verlo fue algo pesado, e ir a beber no era precisamente bueno para subir la energía.

    Pero entonces, al arroparlo, se le quedó mirando un momento, sentándose al costado de Fubuki; Realmente no había cambiado casi nada, sólo un par de razgos afinados. Sus pestañas seguían siendo muy largas, su piel increíablemente clara, y su boca bastante pequeña.

    Recordó la primera vez que miró con detalle esas facciones; aquel día en el techo del hospital, cuando le pidió llevar en alto el nombre del Raimon por ambos, y al mirar esa boca, sintió una vez más aquel cosquilleo, esa ansia que tenía por besarlo.

    Una escena del pasado se repitió, en la cual pasaba exactamente lo mismo; mirarlo dormir, y querer robar un beso de esos tiernos labios.

    Duró varios segundos sin moverse, sólo viendo a Fubuki inmovil y pacífico. Se acercó un poco, y estuvo por acabar con esas ansias, por terminar con ese deseo que sólo le llevaría un par de segundos.

    Pero se detuvo.

    A sólo un par de centímetros de distancia, se retractó; Fubuki estaba ebrio e indefenso, y su corazón ya le pertenecía a alguien más. ¿Qué clase de abusivo sin moral era Someoka Ryuugo para hacer eso sin su consentimiento?

    Regañándose mentalmente, sólo se alejó de aquel angelical rostro. Pero grande fue su impacto, al sentir unas manos más pequeñas que las suyas, algo maltratadas por los años de entrenamiento y helado entorno, que sin previo aviso halaron su rostro para unir sus labios con los de Fubuki.

    Someoka estaba sorprendido, no pudiendo creer que eso estuviera pasando. Tal vez fuese el efecto del licor, y estaba delirando. Eso pensaba. Y con ese pensamiento en mente, se dejó llevar por la situación, cerrando sus ojos y correspondiendo aquel ansiado contacto.

    Dejó caer su peso sobre el mullido mueble, con aquel entrenado cuerpo más pequeño que el suyo debajo de él. Pasaron de ese beso unos cuantos segundos después, separándose muy a su pesar, y al abrir los ojos, vieron el rostro enrojecido del otro. Pero al verlo bien, el rostro de Fubuki reflejaba tristeza.

    Someoka sentía las manos de Fubuki en su rostro, apretándolo un poco, y luego estas se alejaron. Someoka comprendió, y se alejó también, quedándose sentado al costado de Fubuki, que también se sentó.

    - Perdona por eso. He tenido... esta ansiedad por besarte hace casi diez años. -hablaba Fubuki, aún sonrojado, rascándose la nuca con vergüenza.

    Someoka estaba sorprendido por sus palabras, pues tenían eso mismo en común.

    - Fubuki... -lo llamó Someoka suavemente-. Por favor, decide... ¿Puedes darme una oportunidad, o... te quedarás con Yukimura? -le preguntó directamente.

    Fubuki cerró los ojos.

    - Lo lamento, Someoka-kun... Eso no está en discusión -dijo igualmente directo-. Te quiero... Sin duda alguna, aún te quiero. Pero la mayor parte de mi corazón le pertenece a Yukimura, y pensar en lo que acabo de hacer, me hace sentir mal porque lo estoy haciendo a sus espaldas. Y sin embargo... No me arrepiento. Perdón si te molesta. -le explicó Fubuki.

    Someoka lo miró un momento, y seguidamente lo abrazó.

    - De lo único que me he arrepentido en toda mi vida, es de no haber podido decirte antes que te amaba. Por no haber tenido el valor. -decía Someoka con un deje de tristeza en su voz.

    Fubuki correspondió el abrazo de Someoka, encanjando bien su cabeza sobre aquel hombro.

    - Si ambos hubiésemos sido un poquito más valientes... -hablaba Fubuki bajo, igualmente aflijido.

    Someoka se alejó un poco para besar su mejilla, transmitiéndole todo ese cariño al estrujarlo con anhelo. Fubuki se alejó también, e iba a acercarse para besarlo otra vez, pero paró a poca distancia, internamente oprimido.

    - Si te hace sentir mejor... yo me iré mañana. Y... quisiera que compartamos esto al menos. No quiero que sigamos... reprimiendo lo que queremos -hablaba Someoka inseguro. Fubuki miraba hacia abajo-. Jaja... Lo siento, creo que estoy siendo muy atrevido. -se rió bajo, algo avergonzado.

    Fubuki lo pensó un poco.

    - No, es cierto -dijo, y Someoka lo miró un poco sorprendido-. Creo que eso fue lo que nos faltó entonces..., ser un poco más atrevidos.

    Al decir esto, se miraron por un momento, y sin más que decir, volvieron a unierse en un beso, nada apasionado, sino más bien aflorando ese sentimeinto juvenil de un beso inocente y tímido a esa persona que es tu primer amor.


    ...




    Era ya el día siguiente. En el aeropuerto, la escena de aquella vez se repitió, con Kidou y Haruna precentes para despedirse de Someoka, acompañados del joven Nishiki, que muy relajado le dijo un «Hasta pronto» a su entrenador. No parecía estar triste, tal vez porque sabía que su maestro era el mejor y lo vería nuevamente muy pronto.

    Fubuki estaba allí, sonriendo, pues Someoka se iba sin que hayan dejado nada sin resolver. Eran libres de cualquier pesar.

    - Nos volveremos a ver, amigos -dijo cuando escuchó el último llamado. Todos se despidieron sonrientes. Entonces Someoka miró a Fubuki que sonría pese a que sus cejas delataban que estaba triste por su partida nuevamente. Sin decir nada se aproximó a él, y abrazándolo con su brazo libre, los estrujó con todo su cariño-. No volveré a irme sin decir nada. Te quiero, Fubuki. Eres maravilloso... Y cuida de Yukimura. -le dijo Someoka tranquilo, besando su frente y mirando a la nada sonriendo con desdicha.

    Fubuki miraba hacia abajo, y seguidamente correspondió el abrazo con su brazo izquierdo.

    - Yo también te quiero mucho, Someoka-kun. -dijo tranquilo.

    Ambos estaban aliviados de algún modo. Hacer ese Deja Vù, resolviendo lo que anteriormente dejaron incompleto, les produjo una paz interna que los satisfizo a los dos.

    Así Someoka se fue otra vez. Al despegar el avión, vio por la ventanilla hacia el aeropuerto, donde sus amigos y su pupilo miraban el trasporte aereo alejarse. Vio el rostro tranquilo de Fubuki, que él bien sabía que escondía tristeza, pero cuando regresara a Hokkaido y pasase sus días junto a Yukimura, estaría mejor. Tal vez algún día su oportunidad llegaría otra vez, ya no la sentía tan lejana.


    ...




    Espero que les haya gustado. :)

    Edited by Noriko Oumi - 3/2/2020, 00:22
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    Karakuri Pierrot. <3
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    FiWao... No, me parece que quedo perfecto tal cual esta. Ese sentimiento amargo de desesperacion es realista, todo hemos pasado por eso, sin otra opcion que dejarlo pasar y continuar con la mierda de vida. Es simplemente... que es facil identificarse, y eso es lo maximo. <3
  10. .
    Oh, qu profundo. Cuanto sentido de sensibilidad. Estuvo lindo~ <3
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    Uuuuh, ah, MARICA! Por Pico, que esto fue glorioso. Fue tan bonito, y tan... tan... como se dice? Fue una prueva muy conplicada. Eso que hizo Kurama prueva lo que ya sabemos, que es el ser mas bondadoso qur existe, bajo una capa mas dura que el diamante. Estoy feliz de haberlo leido, me encanto. <3
  12. .
    Ayyy, SU MIERDA!!! Carajo... no jodas, que bello! Esta vaina me hizo sufrir mentalmente. Todos nos identificamos con Shunsuke, y, maldita sea, que con ese solo parrafo, se cago TODA la trama. Pero esta bien. De casualidad, Aoyama sufrio un infarto, o se sobremedic a aproposito? No se, no me parece que haya quedado vivo tampoco. Tenia que morir tambien.
  13. .
    Ay, demonios... Esto estuvo MAGNIFICO. Asi no sea muy largo, la sola base de la idea es demasiado buena. No tengo mucho que decir porque estoy Impactada, pero fue tan bueno, tan lindo, tan simple... Lo ame. <3 Esta perfecto asi, no le cambiara NADA.
  14. .
    Que... madres... acaba de pasar? Osea, what the heck? Esta tan bien estructurado, la ortografia esta buena, la confesion... pudo haber salido mejor, sorry. Pero los pinguinos... marica, los pinguinos... Ay, por Aphrodite. Aun no proceso. Esto estuvo tan genial. xDD
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    Tan bonito. fue demasiado adorable. Nada del otro mundo, pero tan tierno que uno siente el frio infernal en el cuerpo, y la calida caricia de Shirou en el rostro. Ahorita que estoy viendo IEGo! otra vez, entendi mejor lo de "en quien creer". Me encanto todo.
862 replies since 29/5/2013
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