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Felicidades Mare! :3 a tiempo que leo tus fanfics y me encantan mucho! Te deseo lo mejor! (lo siento si no puedo felicitarte por aquí, si no, borraré mi comentario) -
4 Blondie Prince [Gillis x Saru + Muchas parejas] IEGO. CAPITULO 1 - -»¦«- Fanfics Yaoi Inazuma Eleven GO -»¦«-.
Por fin otro fanfic en esta sección! juro que esperaba más fanfics luego de la última temporada que sacaron de IEGo pero nada unu Y QUÉ LINDO TU FIC, no puedo, en primera- AMO esa película, y me dices que será a tu estilo? I'M ON IT HAH! Atrapada estoy.
Con el fanfic- 4 NIETOS? Dios xD haha, no lo esperaba; necesito saber qué pasará cuando vea a sus nietos! Te aseguro que me pasaré por aquí para ver más de esta serie ¡Yay!
Suerte :3 espero la continuación! Saludos desde Perú uwu
PD: Según MY me sale que hoy es tu cumple! Feliz cumpleaños! :3 uwu
R14
Edited by Ranmaru•14 - 6/9/2021, 01:03 -
·.·•Historia de un Amor Feudal•·.· Capitulo 11 10/04 (Muchas parejas Inazuma Eleven Go) - -»¦«- Fanfics Yaoi Inazuma Eleven GO -»¦«-.
Hola! Creo que simplemente se borró por administración o quizás por el mismo sistema, eh visto lo mismo con una escritora antigua de la cual yo fui fan. Yo llegué a comunicarme con ella vía Twitter y me dijo lo mismo, que está ahora más enfocada en sus dibujos y comisiones. Dibuja re precioso y tuvo mucho avance y éxito! Su cuenta está en inglés pero también responde en español, te paso su usuario para que le eches un vistazo o si quieres comprarle un dibujo uvu
@misutorekun -
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Ay que lindaaa ;; No esperaba ello, haha Leí tu comentario en la noti de mi celu y se me hizo lindo No respondía por mis clases de ingles 
Bueno, nena, gracias a ti! Porque en serio que me anima y pone contenta saber que hay más gente que hace fanfics de esta linda pareja 💗❤️ Me gustó mucho el momento que tuvieron S y K y de manera general la narrativa estuvo muy bien en serio! Continúa así Suerte de verdad y cualquier cosa un dm que yo feliz de hacer amigos uwu 
Moi moi~
R14
(Limy Alaaya) -
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No puedo creerlo, hace mil años no veo una actualización de mi pareja favorita de mi anime favorito Y me a dejado re feliz juro, me encantó y me entró nostalgia por el capitulo ;; Estoy de acuerdo con mi amix Etnocsip y síp, si va a publicar más fanfics de esta pareja sería lindo que lo pongas en su subforo que está todo vacío, de igual forma está todo biem
Suerte en todo y saludos
Moi moi~
R14
(Limy Alaaya) -
「𝙨𝙚𝙭 𝙢𝙤𝙣𝙚𝙮 𝙛𝙚𝙚𝙡𝙞𝙣𝙜𝙨 𝙙𝙞𝙚」 (Hiroto Kira x Haizaki) 24Septiembre2019 [One-Shot] - -»¦«- Fanfics Yaoi Inazuma Eleven GO -»¦«-.
Musica de fondo! Si quieren pueden usar audifonos!SPOILER (click to view)
⋆TITULO: Sex Money Feelings Die
⋆PAREJA: Hiroto x Haizaki
⋆GÉNERO: Drama, AU y comedia (A su manera)
⋆ADVERTENCIA: Lemon
⋆CLASIFICACÓN: Fiction Rated M
⋆PALABRAS: 4361
⋆DESCRIPCIÓN: Haizaki y Hiroto son solo cliente y servicio, tiene sexo por las noches y nada más; hasta que un día empiezan a intercambiar palabras, llegando a confundir a ambos el rumbo de aquella relación.SEX MONEY FEELINGS DIE
Se acomodaba entre las sábanas blancas de aquella enorme cama, de la inmensa habitación, mientras veía como el de cabellos largos iba colocándose el mismo smoking que siempre llevaba puesto; era normal verle hacer eso, terminaba el asunto y se vestía para al final irse como si nada, y aunque él mismo le dijo que no quería nada de platica, le daba curiosidad su compañero nocturno. Miro por la ventana el cielo oscuro con pocas estrellas a causa de la luminosidad de la ciudad, lanzó un suspiro nasal y con ademan de titubeo rodó los ojos.
—Haizaki. —Le llamó en voz baja, el de cabellos grises se giró a verlo con confusión en su mirar.
—Dime. —Contestó es voz baja de igual manera mirándolo a los ojos, era la primera vez que lo llamaba antes de que se vaya.
Kira se quedó en silencio unos cortos segundos, quizás no debió llamarlo, pero la misma rutina le estaba aburriendo en parte, o si quiera eso quería pensar.
—Siempre llevas el mismo smoking, ¿No tienes para pagarte otro? —Preguntó sin rodeos, Haizaki alzó una ceja mirando su smoking, no respondió. —Cierto, tranquilo; sé que te dije que no hablemos pero por ahora olvídalo.
—Bueno, si usted lo dice—Suspiró mientras abotonaba de nuevo los botones de su chaleco. —La verdad no me importa llevar el mismo, de igual forma siempre lo lavo si ese es tu problema.
Kira sonrió de lado ante el último comentario, sobre todo con ese pequeño tono arrogante; miró su velador y tomó la cajetilla de cigarros que la tenía siempre ahí, sacó dos y se lo extendió a Haizaki.
— ¿Fumas? —Preguntó recibiendo un asentimiento mientras veía como lo tomaba, ambos prendieron el cigarrillo con el encendedor de Haizaki y fumaron un poco.
—Gracias. —Dijo mientras suspiraba el humo.
—No hay de qué.
No hablaron más, terminaron el cigarrillo ambos y Haizaki se despidió como de costumbre, Hiroto le dijo que volvería a llamarlo y la escena terminó con un ambiente un poco inusual. Hiroto se acomodó en su cama y con el paso de los minutos cayó dormido.
—Buena noche. —Saludó como costumbre Haizaki al de ojos morados quien solo saludó con un gesto.
Lo dejó entrar a su enorme mansión como de costumbre y se encaminaron como siempre en silencio a la habitación del de tatuaje azul; Kira se encontraba caminando al frente como siempre y luego de pasar por un par de pasillos llegaron frente a una puerta azul marino, la habitación de Kira.
—Tomemos algo de vino antes. —Mencionó al instante que entraron a la habitación, cerró la puerta y le sonrió a Haizaki quien asintió sin expresión, de igual forma tampoco podía quejarse, quien por un momento se le hizo incomodo ello.
El de cabellos enredados se acercó a la pequeña mesa de vidrio donde se encontraba la botella de vino y sirvió dos copas; a pesar de todo él mismo se sorprendía por ello.
—Vale, sé que te dije en un comienzo que no me gusta que mis parejas hablen, pero descartemos esa regla desde ahora. —Ryohei al oír ello se sorprendió recibiendo la copa de vino que le entregó.
—Se me es repentino pero está bien. —Murmuró mientras ambos juntaban sus copas de vino en modo de brindis y seguido tomaban un poco.
— ¿De dónde eres? —Le preguntó de un tiró Kira mientras ambos se sentaban en el mismo mueble que había a un lado de la mesa.
—Soy de aquí Inazuma, como usted. —Contestó dándole otro sorbo al vino mientras Kira asentía mirando la botella de vino sin interés.
— ¿Siempre has hecho esto? —Preguntó sin pensarlo mucho, tras no recibir respuesta se giró a ver al de ojos tricolor quien le miraba directamente a los ojos, al instante se dio un golpe interno. —Perdón ¿Te molestó la pregunta?
—No es eso, solo que no sé por qué alguien como usted quiere saber de mi vida. —Preguntó con algo de sequedad oculta dando otro sorbo a su vino.
Hiroto alzó ambas cejas y alzó los hombros. Tampoco lo sabía bien.
—La verdad ni yo lo sé, ¿Más? —Preguntó alzando la botella. Volvieron a llenar sus copas.
—Esto es como un pasatiempo, gano algo que mi trabajo no me da.
— ¿Trabajas? —Preguntó ya más interesado, no pensaba que tenía otro trabajo, suponía que con la paga que le daba era suficiente, mejor dicho, para cualquiera sería suficiente.
—En una pequeña empresa. —Afirmó algo incómodo, aquella conversación personal le ponía en una extraña situación, esperaba esto de otras parejas, pero no de él: Kira Hiroto, un empresario reconocido en aquella ciudad. Pero de igual forma no daba información verdadera por anonimato.
—Ya veo. —Apenas dijo volviendo a beber el vino de su copa.
— ¿Por qué las preguntas de la nada? —Se animó a decirle, el del tatuaje alzó los hombros de nuevo.
—Supongo para saber con quién duermo. —Contestó sin interés.
—No dormimos. —Re afirmó.
—Bueno, tienes razón.
Tercera copa de vino.
— ¿Desde cuando haces esto? —Preguntó el de piel morena, Hiroto ladeó el rostro un poco tratando de recordar.
—Desde hace un tiempo, empecé con mujeres, pero sinceramente no me llaman tanto la atención. —Afirmó terminando en un instante su copa, un sonrojo por el calor que le causaba el vino empezaba a avecinarse.
—Entonces eres gay ahora. —Haizaki sonrió de lado al ver la reacción del de cabellos revoltosos, quien lo miró alzando una ceja y algo disgustado.
—No. —Dijo volviendo a servirse otra copa pero un poco más llena. —No me importa.
—Oh. —Soltó alzando su copa para que le sirva un poco también.
Cuarta copa.
— ¿Cuántos años tienes? —Le preguntó, Haizaki cruzó las piernas algo sonrojado por le vino y alzó las cejas con una sonrisa algo sarcástica.
— ¿Cuántos me hechas? —Hiroto le miró detenidamente el perfil desde su lugar y alzó una ceja confundido.
—Veintiséis. —Contestó con duda dándole un sorbo a su vino. Haizaki giró el rostro a verlo y sonrió.
—Tengo veintiocho.
—Wow, un año menor que yo. —Dijo apenas viendo como Haizaki tomaba el vino de su copa de una solo sorbo.
Siguieron bebiendo hasta terminar la botella, Kira se quitó la corbata arrojándola al suelo y se acercó a la cama a paso lento.
—Vamos, ya me estoy excitando. —Ordenó sintiendo un pequeño mareo por culpa del vino
Haizaki se le quedó viendo todo el trayecto hasta la cama, a veces le intrigaba aquel sujeto, pero no era para tanto; los negociosos son negocios y no podía meter la pata con un cliente, sobre todo con uno que le pagaba muy bien. Se puso de pie y lo siguió a la cama.
—Joder. —Jadeó tomando los cabellos plateados del moreno quien se encontraba dándole una mamada.
A Haizaki le encantaba prender a sus acompañantes, sabía que hacía buenas mamadas y eso lo enorgullecía en cierta parte; cuando sintió que Hiroto dejó de agarrar sus cabellos sabía que ya estaba por correrse, como de costumbre dio una última chupada al glande y metió el miembro en su boca al instante para después tragarse el semen que expulsaba el de tez blanca, quien gimió al último mirando el techo.
—Mierda, lo haces de maravilla. —Finalizó viendo como el moreno se acercaba a su lado y quedaba tendido encima de la almohada.
—Lo sé. —Murmuró con una sonrisa.
— ¿Quieres que te haga una? —Preguntó con un tono coqueto, incluso con algo de risa; Haizaki giró el rostro a verlo desde su posición y al ver la sonrisa del otro serenó su mirada.
—No, pero gracias por preguntar, tengo suficiente con la cogida. —Contestó volviendo a ver el techo.
Ya habían pasado días desde que las noches silenciosas acabaron, ahora hablaban con un poco más de confianza, dejando las tensiones y llegando a tener un mejor sexo.
— ¿Y tú primera vez fue con un hombre o una mujer? —Preguntó Hiroto mientras se sentaba en la cama y buscaba sus cigarrillos del velador de al lado; el de piel morena alzó una ceja ante aquella pregunta repentina, por más que empezaban a hablar de a poco, Hiroto siempre iba muy directo con las preguntas.
—Con una chica, tenía quince si no me equivoco, ambos éramos pareja. —Confesó sin interés, pero seguido se puso a pensar en qué sería la vida de su primer amorío de secundaria.
Por parte de Hiroto, quien se encontraba fumando ya un poco, le sorprendió la respuesta.
—Vaya, pensé que era un chico la verdad.
— ¿Y tú? —Preguntó con poco interés obviando el comentario del de tez blanca.
—Igual —Contestó seguido aspirando el cigarrillo —Cuando era joven, me juntaba con mala gente —Resaltó comillas en las últimas dos palabras. —Y me metí en una situación extraña donde tuve que acostarme con una mujer para aprender a ser un hombre supuestamente.
Ryohei a pesar de no mostrar expresión, le sorprendía; no pensaba que aquello haya pasado el hijo del antiguo alcalde de la ciudad.
—No hay secuelas ni traumas, fue una experiencia simplemente rara. —Re afirmó Hiroto ante el incómodo silencio.
—No pensé eso. —Susurró sentándose en la cama, seguido empezó a buscar su ropa tirada en el suelo, siempre de laguna forma terminaba todo en el suelo o debajo de la cama.
— ¿Te vas?
— ¿Quieres que me quede?
No hubo respuesta, Hiroto se le quedó viendo y Haizaki solo se cambiaba. De nuevo se fue como si nada hubiera pasado.
—Era obvio. —Le contestó bajo las sabanas viendo a Haizaki quien jugaba un poco con su propio cabello.
El de cabellos largos de un momento de la conversación le confesó que le mintió las primeras semanas que empezaban a hablar con respecto a la iniciante conversación; exceptuando las aquella noche que le preguntó con quien fue su primera experiencia sexual.
—Entonces vamos bien. —Lanzó una pequeña risa y Hiroto se le quedó viendo notando su expresión, era la primera vez que le veía reír si quiera.
— ¿Y tú quieres preguntarme algo?
—Sí. —Se acomodó en la cama y se le quedó viendo a Hiroto. — ¿Desde cuándo engañas a tu esposa?
Hiroto hizo contacto visual y no apartó la vista, era obvio que le preguntaría ello algún día y por eso no quería que hablaran, pero la pregunta ya estaba al aire, tenía dos opciones ante aquella situación, pero decidió contestarle.
—No es mi esposa —Contestó volviendo a recostarse en la cama. —Si lo fuera, viviría conmigo.
Haizaki se puso a pensar en ello, era obvio eso, pero igual tenía la duda.
—Hace meses estamos en proceso de divorcio, lo pensamos anunciar cuando ella deje de joderme las pelotas con querer llevarse algo de mi dinero. —Pensar en ello le enojaba, no había si quiera un día a la semana que le llamaran para una nueva cita al juzgado; solo quería un divorcio sencillo, papeles firmados y un adiós.
—Ya veo. —Se recostó en la cabecera de la cama y miró al frente; siempre lo veía en la televisión con una mujer de cabellos castaños muy guapa, por ello cuando Hiroto lo contrató para tener una aventura de noche se sorprendió en gran parte.
—Sí, no estás en medio de una relación si aquello te preocupaba, igual si fuera así, ella sería la maldita aquí. —Se sentó y se le acercó a Haizaki quien le miró de frente algo confundido por aquella reacción del de ojos morados. — ¿Sabes? Está embarazada, quiso decir que aquel hijo era mío pero no pudo ser así, porque siempre usábamos condón y hasta yo usaba unas pastillas anticonceptivas porque, joder, no quiero niños ahora y sabía que ella sí. El punto es que luego nos sale que no era compatible en la prueba de paternidad ¿Quién es la perra? Se acostaba con alguien más y yo ni enterado.
Haizaki se quedó con los labios entre abiertos ante aquella información.
—Wow, eso es mucho que procesar. —Apenas dijo mirando de nuevo al frente.
—Pues hablar de ella me enoja de sobre manera. —Lanzó un suspiro y se puso de pie en toda su desnudez, dirigiéndose al baño dejando a Haizaki solo en la enorme habitación, cuando oyó la puerta cerrarse respiró hondo recargando su cabeza en el espaldar de la cama.
— ¿Qué hago aquí aún? —Se murmuró mirando su reflejo en un espejo que se encontraba en el techo pegado encima de la gran cama.
Haizaki se le quedó viendo desconcertado, atinó a acercarse a aquel mueble de color índigo y sentarse un poco para procesar lo que le acababa de decir Hiroto, quien solo lo miraba confundido; el de ojos tricolor lo miró mientras con su mano derecha daba ademán de no entender.
— ¿Una qué? —Preguntó sacado de contexto.
—Una salida, salir contigo. —Seguido de ello escuchó la risa escandalosa de Haizaki, le hubiera gustado oírla no en ese tono. —Oh mierda, que buen chiste.
—No lo es. —Cercioró de nuevo sentándose a su lado.
—Bueno entonces, haces mal; solo es coger y pagar. —Empezó diciendo en un tono más serio. —Soy un amante de noche, no un noviecito del riquillo de la ciudad.
Hiroto recostó su cabeza hacia atrás en el mueble, era obvio que malentendería las cosas.
—Haizaki, salir como amigos, no quiero un noviazgo. —Murmuró con exasperación, se enderezó miró a Haizaki quien entre abrió los labios, un pequeño sonrojo tiñó sus mejillas pero Hiroto no lo notó.
—Hubieras empezado con eso, joder.
—Sigue. —Gimió Haizaki agarrándose de la tina sintiendo las piernas temblar por las embestidas del otro, quien sonreía con arrogancia al verle en cuatro al moreno, le dio una nalgueada y seguido le tomó del cabello jalándolo para que se enderezara un poco pueda llegar a su oído.
— ¿Te gusta que te folle? —Le murmuró al oído mientras movía sus caderas más rápido, adoraba oír gemir a Haizaki.
—Me encanta. —Suspiraba entre gemidos con una sonrisa al sentir las embestidas más fuertes.
Tras los minutos llenos de gemidos y sudor, ambos se recostaron en la bañera sintiendo el agua tibia mientras se miraban frente al otro.
— ¿Qué fue con esta idea de follar en la bañera? —Le preguntó el de cabellos largos con una sonrisa, Kira alzó los hombros.
—Quería probar algo nuevo, hicimos de todo en la cama, más no en este bebe. —Dijo dando una palmada a la bañera, Haizaki asintió y sonrió mirando tras el agua la entre pierna de Hiroto por unos segundos, seguido le miró los ojos.
— ¿Siempre tuviste ese tatuaje? —Preguntó ya para sacar tema de conversación; Hiroto se tocó la cara y sonrió de lado.
—Me lo hice de joven en mi época rebelde, la verdad me da igual y no pienso quitármelo. —Comentó mirando ahora el cabello de Haizaki. — ¿Y tu cabello siempre fue así de largo?
Haizaki tomó su cabello húmedo y sonrió. —Me lo dejé crecer de joven y de vez en cuando me lo corto, ¿Qué? ¿Me lo debería cortar?
—No, no; te queda bien. —Murmuró alzado los hombros.
Pasó de largo al verle junto a un par de hombres en traje, era obvio que no le saludaría y el mismo tampoco pensaba hacerlo. De día luego de salir del trabajo, se le encontró fuera de la empresa donde trabajaba, ambos se miraron por un segundo, pero Haizaki desvió la mirada primero y retomo su camino a casa como siempre; se preguntaba porque él necesitaba ayuda de una pequeña empresa de marketing — ¿Acaso no hay otros mejores?— se preguntó en silencio caminando a paso lento por la calle, verlo de día era muy distinto y sobre todo con tanta gente importante alrededor, pudo por fin verlo con el cabello algo más peinado y con otra postura, claro, era uno de los importantes de aquella ciudad; sinceramente le daba algo de risa de igual manera, imaginar que ambos ya se habían visto desnudos, el hecho de saber a qué huelen las sabanas del de tatuajes y datos un poco relevantes era cómico más que todo por el hecho de que en público no podían hablar.
—Que gracioso. —Se murmuró llegando por fin a su departamento, vivía pocos pasos y so lo agradecía.
Sacó sus llaves introduciéndolas en la cerradura abriendo la puerta en segundos; se adentró y cerró la puerta con seguro.
Tampoco esperaba un saludo, y agradecía que no se le haya acercado, si se le hubiera acercado quizás hubiera causado problemas con respecto a preguntas de sus amigos de quién diablos era él y lo saludaba con tanta normalidad.
—Un momento, tengo que hacer una llamada. —Anunció en una reunión el jefe de la pequeña empresa, dejando a los demás presentes al aire y pudiendo hablar entre ellos.
Kira ante ello respiró profundo, a veces aquella situación le incomodaba, mejor dicho, le molestaba el hecho de que le incomodara. Verlo de noche era distinto, al igual que las salidas entre ambos solo realizadas en la noche, a parte del sexo. A veces deseaba no haber accedido a la confianza que se tenían.
—Debes estar agradecido de que te page todo. —Murmuró con tono petulante, Haizaki ante ello echó una risa.
—Si fuera así te hubiera llamado Sugar Daddy ¿No crees? —Ironizó mientras miraba su celular sin interés. —Te recuerdo que trabajo también, tu dinero es aparte.
—Oh, gracias. —Murmuró fingiendo un tono dolido.
Pasaron de noches de pasión con un aire incomodo a un ambiente más tranquilo en el que ambos podían hablarse con naturalidad.
—Oye —Lo llamó el de ojos morados a Haizaki, quien alzó la vista de su celular para tomarle atención. — ¿Qué opinabas de mi la primera vez que viniste?
Ante aquella pregunta Ryohei sonrió de lado. — ¿A parte de que me preguntara porque un chico mimado me llamara para un trabajo sucio?
Hiroto rodó los ojos con una sonrisa.
—Bueno. —Continuó. —Sinceramente esperaba que me dieras la orden de no hablar de manera personal, digo, eres Kira, era obvio que ello pasaría; también la pequeña amenaza de que tampoco diga nada, acto que eh cumplido, tranquilo.
El de cabellos enredados asintió alzando las cejas.
— ¿Nada más?
—Eh. —Titubeó acomodándose en la cama. —Que eras un hijo de perra, al verte en la TV por tonterías donde salías como antagonista de todos, pensé que tendrías un carácter de mierda; resultando ser medianamente correcto.
—Yo pensé que no te moverías bien.
— ¿Oh? ¿Te dolió que te diga que tienes un carácter de mierda?
—Jódete.
Ambos rieron luego de aquella conversación.
Había pasado más de un año luego de aquellos encuentros, las llamadas a Haizaki para que apareciera en la mansión era menos constantes al igual que los ingresos y eso lo sorprendía en parte; tampoco es que llevaran una relación, solo era sexo por dinero. Pasó una semana cuando recibió un mensaje de Hiroto donde le decía que volviera esa misma noche, que aparte de lo normal tenían que hablar.
— ¿Y ahora qué carajo quiere? —Murmuró poniéndose de pie del escritorio, se dirigió al baño para tomar una ducha y se quedó viendo su reflejo en el espejo, específicamente su cabello que lo había dejado crecer un poco más casi llegando a su cintura, tendría que ir pronto a la peluquería.
Hiroto volvió hacer entrar como de costumbre a Haizaki, quien no dijo nada al verlo; al sentir un poco de tensión rodó los ojos.
—Con respecto a hablar, solo quería decirte que estuve muy ocupado, que por eso dejé de llamarte. —Murmuró subiendo los escalones, su habitación se encontraba en el segundo piso.
—No entiendo cual es lo serio aquí. —Le contestó Haizaki empezando a adentrarse por los pasillos de la casa junto al dueño.
Ambos entraron a la habitación y Hiroto cerró la puerta como de costumbre.
— ¿No necesitas dinero? —Le preguntó a Haizaki quien frunció ligeramente el ceño.
— ¿Qué pasa con esa pregunta?
Hiroto se sentó en el mueble seguido de Haizaki. —Si haces esto es por dinero ¿No? ¿Acaso no te hizo algo de falta?
Haizaki seguía sin entender muy bien; claro que no le hacía falta ahora, con su trabajo ganaba un promedio y gracias a lo que le daba Hiroto puedo ahorrarlo para sus fines personales, tenía de sobra y no necesitaba nada más; ante ello él mismo se preguntaba porque diablos seguía con aquel sujeto si ya había cumplido su meta.
— ¿Te preocupa que no tenga dinero suficiente? —Hiroto no respondió, miró al frente y pasó su mano por su enredada cabellera cerrando los ojos.
—No lo sé.
A veces el orgullo callaba mucho más de lo que ambos imaginaban.
—Entonces no pasa anda, estoy bien, no vivo en la miseria.
Seguido vio como Hiroto se le acercaba de manera repentina, dio un pequeño salto al sentir los labios del otro sobre los suyos, pero correspondió el beso que aquella ocasión lo sintió distinto
¿Qué ocurre?
Hiroto pasó una mano por los cabellos largos de Ryohei y con la otra acariciaba su cintura, bajando poco a poco la mano. El beso no duró mucho cuando Hiroto se alejó repentinamente.
—Nunca me dijiste que te gusta en el sexo. —Susurró muy pegado los labios del otro, quien lo miraba confundido.
— ¿Qué te pasa? —Atinó a responder, para seguido volver a ser besado.
De alguna forma llegaron a estar ambos sin camisa, besándose y toqueteándose el cuerpo mutuamente; no comprendía la situación, se supone que solo era sexo, pero no entendía que ocurría ese día. Luego el de tez clara lo cargó y lo llevó a la cama tendiéndolo en esta, Haizaki solo lo miraba desde su posición con una interrogante en su mirar mientras que el otro solo lo miraba con seriedad.
— ¿Estás bien? —Le preguntó sentándose ahora, esperaba que luego de aquello sucedido en el sillón Hiroto volvería a si mismo como siempre y tuvieran acción como de costumbre la cama, pero no fue así.
—Sí ¿Y tú? —Le respondió tomando el mentón de Haizaki, ambos seguían sin decirse nada, estaban demasiado confundidos entre ellos mismos.
—Supongo.
Luego de ello, Hiroto se recostó en su cama, no tuvieron sexo aquella noche, Haizaki se fue a su casa con un sentimiento raro y Hiroto durmió con aquel sentimiento de igual forma.
Pasaron días para cuando volvieron a encontrarse, no se dijeron nada y pasaron a la acción como de costumbre, las horas se hicieron cortas luego de aquel encuentro y cuando Haizaki estaba a punto de irse, escuchó algo que lo descolocó.
— ¿Qué? —Volvió a preguntar girando su rostro a ver a Hiroto, quien con seriedad en su rostro miraba el espejo del techo aún recostado en la cama.
—Quédate a dormir esta noche. —Volvió a murmurar sin inmutarse, Haizaki giró el rostro y vio su ropa tirada en el suelo, lo pensó un poco y se volvió a recostar bajo las sabanas. No pasó mucho cuando pudo escuchar la respiración relajada de Hiroto quien ya estaba dormido, miró el espejo del techo y se vio a si mismo al lado de su acompañante con duda, no sabía muy bien que ocurría tanto ahí como en su cabeza.
Era tarde, cerró los ojos por el cansancio y pensando un poco en la situación actual se quedó dormido de igual manera.
Hiroto Kira no entendía que ocurría por su cabeza, o quizás no quería caer en cuenta de ello.
Claro, el hecho de que le guste su acompañante de noche si quiera un poco era complicado, admitir que le gustaba un prostituto; tampoco entendía como pasó o cuando exactamente, simplemente quería dejar el tema en el aire, no quería tocarlo y tampoco hallar una solución, seguro hacer ello le jodería un poco la mente pero si quiera había esperanza de que el gusto se vaya y podría por fin dejar de pensar estupideces románticas, según él.
Había mucho que le intrigaba de aquel moreno, con el tiempo gracias a la confianza pudo sacar un par de cosas de Haizaki a pesar de saber que podría mentirle con algunas respuestas; las preguntas rodaban por su cabeza pero no decía nada por el hecho de que no se diera cuenta de sus verdaderas intenciones, y la incógnita que siempre le rondaba por la cabeza era el porqué de las marcar de cigarrillo en el pecho, quién se las hizo y porqué, quien fue exactamente Haizaki en el pasado y quien era ahora.
— ¿Qué ocultas? —Se murmuró para si mismo.
Haizaki Ryohei quería simplemente que sus planes salgan como debieron en un principio: Irse de la ciudad y poder empezar una nueva vida; pero aquellas aspiraciones estaban yéndose al caño luego de caer en cuenta que le gustaba el adulto que le pagaba las noches de placer.
De igual manera no pensaba decir nada y guardarse todo para si mismo, si decía algo seguro arruinaría todo, de igual manera tenía que aprovechar la, supuesta, amistad que tenía con Hiroto por un posible problema distante a futuro. Guardarse todo ya había logrado hacer por mucho tiempo, no era difícil y tenía la esperanza de que haciendo ello su gusto se fuera con el tiempo, pudiendo por fin librar su mente de una idea errónea según él.
—Hey. —Le llamó Hiroto, ocasionando que regrese a la tierra, giró el rostro levemente para verle y notó como le alzaba un cigarrillo, lo aceptó y tomó el encendedor que le dejó Haizaki encima de las sabanas.
Lo prendió y aspiró un poco, al soltar el aire volvió a mirar Hiroto quien se encontraba como por debajo de las sabanas.
Odiaba sentir el deseo de preguntar por las cicatrices de cortes en sus muslos, pero no podía hacerlo; quería saber sobre el pasado de Hiroto, saber que problemas tuvo que pasar para tener el cuerpo así.
Pasaron meses y ambos no se dijeron nada; pronto cayeron en cuenta de que aquello no era cuestión de tiempo como para que desaparezca, pero de igual forma no se dijeron nada. Fingiendo ser simplemente amantes de noche callaron sentimientos encontrados por mucho tiempo, hiriéndose entre ellos mismos sin decirse nada.
A veces el orgullo y negación no era la mejor salida, y ambos no hacía caso a ello, con la esperanza de que fuera algo temporal, pero no lo fue.╭═════ ☪ ═════╮
F I N
╰═════ ☪ ═════╯Late night
Call you in the late night
Trade love for one night
Two pills and a red wine
Tough love but I know I don't mind
The words that you don't say
No love when you hold me
No calling the next day
It's a one way, no
And now the sun is up, I'm coming down
(Nobody nowhere, I'm nobody nowhere)
We just blow it up, blow it out
Sex money feelings die
Baby don't you cry
Sex money feelings die
Baby don't you cry
Sex money feelings die
Ladies on my right
Sex money feelings die
(Sex money feelings die)
Sex money feelings die
Oh I'm afraid of the sunlight
I don't get to be alright
Two lines, one time
Every night, every weekend, weeknight
All my lights off when I wake up
Tears under my makeup
Your lips will stay shut
Wanna wake up, break up
I don't wanna think about, think about you
Drink up, drink up
I'm so fucked up
All I want is you
No, I don't wanna think about, think about you
Drink up, drink up
I'm so fucked up
Sex money feelings die
Baby don't you cry
Sex money feelings die
Baby don't you cry
Sex money feelings die
Ladies on my right
Sex money feelings die
(Sex money feelings die)
Sex money feelings die
All night, all night, all night
All of these nights, sex money lies
All night, all night, all night, ooh
All, all night, all night, all night
All of these nights, sex money lies
Sex money feelings die
Baby don't you cry
Sex money feelings die
Baby don't you cry
Sex money feelings die
Ladies on my right
Sex money feelings die
(Sex money feelings die)
Sex money feelings die
Baby don't you cry
Sex money feelings die
Baby don't you cry
Sex money feelings die
Ladies on my right
Sex money feelings die
(Sex money feelings die)
Sex money feelings die★・・・・・・・★・・・・・・・・★・・・ღ・・・★・・・・・・・★・・・・・・・・★
Esto estaba planeado para hace dos semanas! Pero estuve en examenes y andaba super estresada :´^ srry ;v; y bueno... espero les haya gustado! un agrazo uwu Y como siempr eles dejo el link de la canción de fondo!:
R14
(Limy Alaaya) -
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Musica de fondo! Si quieren pueden usar audifonos!SPOILER (click to view)
Pd: Me equivoqué en la edición y puse "Yoichi x Ichiban" pero en realidad era Ichiban x Yoichi, srry por ser tan despistada ):
TITULO: OceanPAREJA: Ichiban x YoichiGÉNERO: Romance, AU y un poco de drama y comedia (A su manera)ADVERTENCIA: NingunaCLASIFICACÓN: Fiction Rated TDESCRIPCIÓN: Yoichi, un artista conocido, tiene un severo problema con autoestima y desordenes alimenticios, Ichiban con insistencia trata de ayudarlo a salir de ello.
NOTA: Como se menciona, el fic lleva información sobre que es la anorexia nerviosa bulímica, es una enfermadad mental que puede llegar a matarte; si te sientes identificado con alguna parte donde se menciona dicha enfermedad pida ayuda, estas cosas no se callan y no se sufren solas. Como dice en la descripción: Son cosas complicadas pero no imposibles.OCEAN
De nuevo resonó el golpeteo a una de las puertas del baño de aquel Mall, el más alto del par que se encontraba ahí ya había escuchado suficiente como para sobre entender la situación que ocurría en aquel baño; una vez más golpeó la puerta con una mirada seria esperando a que su amigo abriera la puerta del baño de discapacitados o mínima una respuesta.
—Yoichi —Pronunció en voz alta ya exasperado, no escuchó respuesta, cerró los ojos y lanzó un suspiro. —Sí, ya lo sé; pero estas cosas no se ocultan tan fácilmente.
En seguida se escuchó el sonido de retrete pasar, seguro ya saldría con lo que le acababa de decir, y efectivamente, a los segundos oyó el sonido de la manija de la puerta. El joven de cabellos rubios salía del baño mientras veía el suelo tras sus gafas, se notaba que estaba tenso, pero aún no decía palabra alguna.
—Vamos, este no es un lugar para hablar. —Avanzó seguido del más bajo quien permanecía en silencio.
Ya ambos caminaron entre las personas dirigiéndose a la salida del Mall, fuera de este Ichiban tomó el primer taxi que vio y ambos subieron.
—Vamos a la residencial Olivares, por favor, buen día. —Le indicó al chofer al momento en que ambos entraron al carro de color negro.
El camino fue silencioso, Ichiban miraba de vez en vez al de gafas de sol quien veía su celular seguro para evitar el contacto visual, quería empezar a hacer preguntas en ese momento pero sabía que no era el momento, era mejor hasta llegar a su casa y poder hablar con tranquilidad. A los minutos el taxi entró a la residencial, seguida de otras indicaciones por parte del de cabellos naranjas llegaron frente a su respectiva casa, agradeció al taxista y esperó a que salga el rubio; sacó sus llaves luego de pagarle al taxista y dio media vuelta a abrir la puerta, ya abierta ambos entraron y automáticamente se dirigieron a la gran sala de paredes alba y muebles beige.
—Bien —Murmuró, pero gracias el eco en la habitación se escuchó perfectamente para el de cabellos rubios quien tomó asiento en uno de los muebles, Ichiban alzó ambas cejas dando pasos lentos hasta otro mueble frente al rubio y tomando asiento. —Te estoy escuchando Yoichi.
— ¿Qué quieres que diga? —Murmuró mirando cualquier cosa que no sean los ojos del mayor, quien rodó los ojos.
—Vale, ¿Quieres que ignore que te purgaste todo el almuerzo en el Mall?
— ¿Puedes?
—No estoy bromeando —Trató de engruesar más su voz en sinónimo de que hablaba en serio. —Sabes que eso está mal ¿No?
Yoichi lo miró tras sus lentes seriamente, alzó una ceja y se recostó en el espaldar del mueble sin despegar la vista de los verdes ojos de Ichiban quién se sorprendía un poco por aquella reacción.
—No soy huevón —Dijo entre dientes. —Dime cuál es tu punto, por favor.
Ichiban entre abrió un poco los labios pues eso le tomó de sorpresa, claro que tenía mucho que decir, pero no sabía ni cómo empezar, tomo un respiro y prosiguió.
— ¿Desde cuando haces esto? ¿Siempre lo haces? ¿Por qué? —Preguntó rápidamente viendo como Yoichi desviaba la mirada.
El silencio volvió a rondar la habitación, Yoichi pensaba un poco sus palabras, tampoco sabía cómo empezar, menos si confiar en revelar un secreto que le perseguía por años.
— ¿Qué gano yo si te cuento todo esto? Me perjudica. —Dijo sin inmutarse, Ichiban entre cerró los ojos algo confundido, relajó su expresión y se acomodó en el sofá pensando un poco.
—Supongo que puedo ayudarte.
—No pedí ayuda.
Kita se quedó serio viéndole, tratar un tema así para él le era nuevo, pero no quería dejarlo en el aire a la espera en ver muerto a su mejor amigo; quería ayudar en algo.
—Quiero ayudarte, porque eres mi mejor amigo y te quiero —Apenas susurró sin pensar notando como el rubio cambiaba su expresión a una de sorpresa. —Por favor, yo no sé de estas cosas y no sé cómo o qué puedo hacer para ayudarte, solo no quiero que estés mal ¿Entiendes?
Yoichi tragó la saliva que se le acumuló en la boca, apoyó su cuerpo en el brazo derecho del sofá y miró sus pies. Conocía a Ichiban por años, estudiaron juntos en la Universidad y siempre el apoyo sincero fue mutuo entre ambos por el resto de los años que siguieron juntos o en contacto, más aún desde que empezaron a trabajar juntos en aquella industria musical; sí, había mucha confianza y también lo quería, quizás contar algo tan personal a su mejor amigo no sería tan malo. Miró a un lado sin querer ante su nerviosismo, trató de tranquilizarse puesto un ligero revuelto en su estómago se hizo presente y luego de un suspiro habló.
—Desde los catorce —Murmuró, Ichiban no interrumpió. —Me topé con este mundo desde aquella edad en secundaria, se me hizo un secreto hasta que, ¿Te acuerdas de Kirino?
—Sí.
—Bueno, él se enteró, porque me encontró vomitando en un baño de la secundaria —Sonrió un poco ante aquellos recuerdos. —Le prometí no hacerlo y me obligaba a comer frente a él, claro, lo dejé por un tiempo no solo por él si no por mi garganta; pasó tiempo y volví a hacerlo con cautela hasta hoy.
Finalizó alzando los hombros, sentía que no era necesario ser explicito con la información; Ichiban por su parte hizo el cálculo en su mente: habían pasado doce años.
— ¿Por qué? —Yoichi ante ello borró su sonrisa mientras le veía a los ojos, miró sus pies y contestó.
—Supongo porque no me gusta lo que veo en el espejo, para ser aceptado, sentirme bien o mejor conmigo mismo—Finalizó algo decaído, pero cambió su faceta mostrando una sonrisa. —No es necesaria una ayuda, estoy bien si te das cuenta, solo necesito calmarme.
Ichiban negó aún anonadado. —Claro que no estás bien, tienes un serio problema de autoestima.
—Yo no quiero ayuda, estoy bien. —Refutó ya algo molesto por su insistencia mientras fruncía las cejas.
—Estás en estado de negación.
—Kita, te recuerdo que vivimos de la música —Lo interrumpió mirándolo serio, se quitó las gafas negras y las colgó en el cuello de su camisa. —Vomitar te malogra las cuerdas vocales, tengo otros métodos para no engordar, no es que si me como un helado lo vomitaré a los segundos; exageras sinceramente.
Ichiban ante ello tapó su rostro con sus manos mientras apoyaba sus codos encima de sus rodillas; ahora era más que claro su estado de negación.
—Dices que exagero por preocuparme de tu bulimia y posible anorexia que ocultabas por doce años ¿No? —Destapó sus manos y al ver la desinteresada reacción de Yoichi rodó los ojos. —Yoichi, estás mal; y esto se soluciona con terapias y un buen amigo.
—Me chupa un huevo, estoy bien, en serio —Se puso de pie y tomó su celular que estaba en su bolsillo —Llamaré un Uber, tengo que practicar para la grabación de mañana y de paso escribir una nueva canción, tú deberías estar haciendo lo mismo. —Finalizó con el celular pegado a la oreja mientras caminaba a la cocina del de cabellos naranjas.
Ichiban lo siguió con la mirada hasta verlo desaparecer tras cruzar la puerta de la cocina, se puso de pie y suspiró; la conversación no sirvió de nada más que para sacar un par de trapitos, quizás un poco más de conversación solucionaría esto, un poco más de cariño incluso, ya que llevarlo a un psiquiatra sería por demás ya que se armaría tremendo escandalo entre las personas. Era obvio que necesitaba ayuda y no quería quedarse con los brazos cruzados.
—Entonces, harás esto. —Dijo mirándolo tras sus gafas notando como Ichiban no lo dejaba ir luego del almuerzo.
—Hice mi tarea, sé que no puedes vomitar luego de los treinta minutos porque si no forzarías mucho tu garganta. —Contestó con los brazos cruzados, ambos estaban en la pequeña cafetería del estudio de grabación, Yoichi colocó su dedo índice en sus propios labios mirando a los lados con el ceño algo fruncido.
—Claro, que lindo, pero no hables tan fuerte —Se apoyó en la mesa y lo miró con cansancio. —En serio, es lindo que te interese esto, pero en serio estoy bien.
—Por supuesto que estás bien, eres hermoso y con un gran talento. —Dijo con una sonrisa, el rubio ante eso se enderezó mientras sentía una pequeña contracción abdominal ante tal comentario.
—Que rayos fue eso. —Ichiban sonrió y alzó los hombros relajando su postura.
—Te estoy alagando.
Yoichi rodó los ojos con una sonrisa y lanzó un suspiro.
—Okay, mira mi autoestima. —Sonrió forzadamente por segundos para luego mirar sin expresión alguna su celular.
—Que guapo. —Dijo con una sonrisa, ambos rieron un poco y siguieron como si nada.
La hora del almuerzo terminó e Ichiban siguió al rubio por todo el edificio, no dejaría que vuelva a vomitar, o siquiera lo intentaría.
El frío le recorrió por la espalda y se le erizó la piel, se levantó de la cama de sabanas rojas y se dirigió al espejo que tenía pegado a la pared; frente a él se encontraba una báscula, mientras la veía se quitaba la ropa que tenía hasta quedar en calzoncillos, se subió en ella mientras se veía en el espejo, podía notar levemente sus costillas si es que metía su abdomen y aguantaba la respiración; ya algo nervioso bajó la mirada hasta los numero de la báscula, chistó enseguida.
—Mierda, maldito idiota. —Dijo en voz alta molesto, había subido dos kilos desde que Ichiban lo estaba vigilando, y ahora no estaba en su peso ideal.
Se bajó de ella y se miró al espejo con rabia, odiaba ver aquello en el espejo, ver a esa persona llena de inseguridades, tan horrenda y falsa según él, tan imperfecta.
—Qué asco. —Susurró calmando su voz; él medía un metro sesenta, y pesaba cuarenta y dos kilos, quizás estaba perfecto para algunos pero para él era una burla, su meta eran los treinta y tres kilos.
Lanzó un suspiro nasal sin ánimos y empezó a verse en el espejo, tocarse el abdomen, brazos y piernas, hasta su rostro; verse en serio lo detestaba. Caminó hasta su cama y se tendió en esta, miró el techo y negó, quizás no podría vomitar pero no se rendiría, una buena opción era el ejercicio extremo y duchas heladas, porque el comer lo obligaría su amigo. Se sentó y tomó su celular por inercia algo decaído para empezar a buscar dietas y ver sus thinspo, pero el mensaje de su amigo hizo que se distrajera por un momento de sus pensamientos.“Espero estés bien Yoi, recuerda practicar el segundo estribillo de la canción de hoy jaja. Te parece si mañana salimos o algo? No es necesario que comas, tranquilo, entiendo que no debo ser muy pesado con esto, iremos con calma. Te quiero y aprecio mucho amigo, cuídate y come si quiera una manzana! Nos vemos mañana ; )”
Sonrió luego de leer aquel mensaje de WhatsApp y dejó de lado su celular, a veces le picaba el bicho de creer que todo puede salir bien o que en serio había gente que lo quería. Se recostó en su enorme cama y entre pensamientos vagos quedó dormido.
Unas semanas habían pasado luego de aquella charla, los halagos constantes y el hecho de almorzar juntos se empezó a volver una costumbre entre ambos, claro que con anterioridad lo hacían, pero no con tanta regularidad y sin halagos; y de hecho era notable que al par les gustaba aquel nuevo contacto que tenían, se sentían bien entre ambos.
— ¿Te parece si tomamos unos tragos en mi casa? —Le preguntó Ichiban a Yoichi mientras lo veía saliendo del cuarto de grabación, el rubio ante ello alzó los hombros.
—Claro, no me hago problemas. —Contestó cerrando la puerta tras de sí mientras se acercaba a Ichiban quien le sonrió tomando sus cosas.
—Vamos, traje mi auto.
Al llegar a la casa del de ojos verdes se sentaron en el mini bar que tenía en el segundo piso de la gran casa, se sirvieron un poco de Vino ambos mientras empezaban a contar las mismas historias divertidas que tenían en mente con respecto a la universidad y algunas de secundaria, entre risas seguían las copas y empezó la música.
—Hey, no puedo creer que seamos mejores amigos como por… —La mente del rubio empezó a fallar gracias al vino y se dio cuenta de ello cuando no puedo hacer un simple cálculo, Ichiban ante ello rodó los ojos con gracia.
—Diez años, ¿Crees que debamos dejar el vino por el momento? —Cuestionó con intención de alcanzar la segunda botella que llevaban pero Yoichi la tomó primero y se sirvió en su copa con algo de torpeza.
—No me jodas, de igual forma estoy en tu casa y si queremos podemos faltar mañana al trabajo que ya grabamos hoy y terminamos —Finalizó tomando la copa y tomándosela de una sola haciendo reír al otro, Yoichi ante eso le sonrió —Sabes, tu risa es muy contagiosa. —Dijo riendo de igual forma.
Ichiban se quedó sin vino así que sacó un poco de ron con cola para pasar el rato, pero luego de un par de shots ambos ya estaban mal, aun riendo o cantando mientras hablaban de vez en vez. De un momento a otro Yoichi se le quedó viendo al de cabellos naranjas, como servía el trago con cautela para que no se le derramara pero aún con torpeza incluida, sonrió y se acercó sin pensarlo hasta quedar a unos centímetros del rostro de su amigo quien lo miró sorprendido.
—Tus ojos —Murmuró acercándose más viendo aquellos ojos con detalle. —Son en serio muy lindos, parecen esmeraldas.
A pesar de atropellar las palabras se le entendía muy bien, Ichiban dejó su vaso a un lado de la barra y acercó su rostro al del rubio quien se sorprendió fuera de tiempo; parpadeó y a los segundos sintió los labios de su amigo sobre los suyos, no entendía muy bien la situación y su cabeza no estaba para pensar en todo eso, solo se dejó llevar. Empezaron a mover los labios, lento y con algo de pasión, seguido el más alto sintió la lengua del otro, entre abrió los ojos mientras sentía el rose de sus lenguas notando el sonrojo del rubio que o bien era de aquella situación o por el trago.
Al tiempo se separaron, Ichiban miro sus ojos y sus labios con una sonrisa. —A mí me gustan los tuyos, parece el mar, un océano.
De nuevo palabras atropelladas, pero el otro lo entendió; Yoichi en medio de sus lagunas mentales asimiló todo ello y se alejó de golpe poniéndose de pie, se tambaleó un poco pero se agarró de la barra.
— ¿Qué? —Dijo en voz alta empezando a caminar hacia un pasadizo, Ichiban se puso de pie igualmente y caminó como pudo en dirección al rubio.
—Oye ¿Dónde vas? —Preguntó sintiendo su cuerpo descoordinado con respecto al tiempo.
—A dormir, mañana hablamos. —Dijo entrando al cuarto de invitados de Ichiban quien solo vio como cerraba la puerta, cerró los ojos un momento y negó.
Estaba muy ebrio, sería mejor hablar a la siguiente mañana.
— ¿Qué pasó? —Se murmuró con la garganta seca mirando alrededor, era la habitación de invitados de Ichiban, aún sentía un par de mareos y tenía la sensación de que si se ponía de pie iba a vomitar. Entonces, recordó la noche anterior, los tragos, algunos segmentos de conversaciones irrelevantes pero sobre todo —El beso. —Murmuró descolocado.
Abrió los parpados de golpe recordando todo, como se acercaron poco a poco, el sentimiento extraño al besarle y sobre todo lo último que le dijo antes de tirarse a dormir; pero en unos instantes sintió el trago subir por su garganta, saltó de la cama y caminó apresurado al baño de la habitación empezando a vomitar en el lavamanos por unos momentos, luego de uno o dos minutos miró todo el desastre y abrió el fregadero para enjuagarse la boca igualmente; si quiera ahora se sentía mejor.
Salió de la habitación en dirección al cuarto de su amigo quien seguro dormía, al abrir la puerta lo vio efectivamente como pensaba: durmiendo con la ropa puesta en una posición extraña; se acercó y empezó a sacudirlo un poco, este al instante se despertó.
— ¿Eh? —Apenas dijo mirando a los lados.
—Soy yo, borracho —Contestó con una sonrisa viendo la cara de confusión de su amigo. —Quiero ser directo porque saber que odio los rodeos.
—Ya, pero habla más bajo. —Le decía mientras fruncía el ceño, Yoichi recordó que él siempre tenía migrañas luego de tomar, sonrió de lado.
—Vale —Bajó un poco el tono de voz mientras se sentaba al borde de la cama notando como Ichiban calmaba su expresión. —No sé si sigues aún ebrio o no recuerdas; pero ayer nos besamos.
Luego de eso Ichiban abrió los ojos al instante y giró su rostro a verlo viéndolo ahora cerca de él, no decía nada, solo trataba de recordar; claro, un par de tragos, risas, canciones tontas y, oh, cierto que hubo un beso.
— ¿De verdad? —Murmuró algo confundido, Yoichi asintió.
— ¿No recuerdas?
—Sí recuerdo.
— ¿Entonces? ¿Por qué hiciste eso? —Le preguntó alzando una ceja volviendo a sentir un revoltijo en su estómago, aquella sensación se le empezó a hacer costumbre.
Ichiban por su parte alzó las cejas, claro que sabía por qué lo había hecho; de igual forma decirle ahora o luego iba a dar igual porque ya había metido la pata, así que acercó el dorso de su mano a la mejilla del de ojos azules quien dio un pequeño salto ante aquel roce.
—Sabes, estoy aún algo mareado, pero no quiero que le eches la culpa al alcohol —Comenzó tratando de pensar bien en que decir— Y la verdad es que desde hace mucho que te quiero como un amigo, pero últimamente me has estado gustando, eres alguien genial y siempre lo fuiste, en serio que siento algo por ti. —Finalizó parpadeando de vez en vez notando la expresión nula de Yoichi, este tomo su mano y la bajó sin soltarla.
— ¿Te acabas de confesar? —Atinó a decir sin creérselo. Ichiban asintió moviendo la cabeza de un lado a otro en señal de “Algo así”.
—Ichiban, ¿Estás seguro? Digo, soy yo, y sabes de mi problema —Empezó a decir con la voz algo temblorosa mientras empezaba a caer en cuenta en la situación, él solo esperaba que la excusa de Ichiban fuera el exceso de alcohol; recibió de nuevo un asentimiento del de cabellos naranjas quien seguía mirándolo desde las almohadas de su cama — ¿No es esto un truco para mi autoestima? —Preguntó ya más nervioso.
—No bromeo con estas cosas, lo sabes. —Apretó su mano notando como Yoichi iba entre abriendo de a poco sus parpados en señal de no creerlo.
—Pero ¿Por qué? —Preguntó empezando a hiperventilar, no lo entendía. —Tengo tantos problemas conmigo y soy alguien tan complicado, no soy perfecto ¿Por qué?
—No lo sé, lo único que tengo claro es que me gustas. —Decía mientras iba centrándose en las cosas, el alcohol en las venas estaba yéndose. Yoichi por su parte relamió sus labios y negó.
—Sigo sin entender.
—Nishinosora —Lo llamó mientras se sentaba en la cama. —Solo dime si yo te gusto, y tendremos las cosas claras y sin rodeos como dices.
El rubio ante eso soltó un par de lágrimas sin inmutarse, lo miró a los ojos y soltó su mano. Aquella escena se escapó de sus manos, no esperaba algo así, o mejor dicho, no quería hacerlo.
—No lo sé —Comenzó con un susurro, hizo una breve pausa y continuó— Creo que sí me gusta que estés a mi lado y que hayas querido apoyarme a pesar de todo, eres alguien increíble y haz hecho tanto por mí que simplemente no me lo creo —Giró el rostro y se secó las lágrimas con sus dedos. —Creo que sí me gustas, pero no sé si en serio quieres esto o qué onda.
Ichiban sonrió ante aquella reacción, las veces que vio llorar al rubio era porque en serio algo le afectaba, como cuando no ganaba el premio que esperaba o cuando se sentía conmovido por las historias que le contaban sus fans a través de correos o mensajes; suspiró y se acomodó en la cama.
— ¿Te parece si empezamos a salir? No vayamos tan rápido. —Empezó a dar la idea viendo como Yoichi giraba su rostro a verlo con una ceja alzada.
— ¿Salir? ¿Cómo?
—Ya sabes, salir sin más pero son otras intenciones. —Le explicó mientras sonreía. Yoichi sonrió relajando el rostro, agradecía aquella reacción tan relajada del de coleta ya que hacía la situación menos tensa, asintió.
—Está bien, idiota —Rió y se tendió en la cama al lado de su amigo quien solo lo miraba. —Pero te juro que si esto es una broma me aseguraré de desaparecer de esta ciudad.
—Trato hecho.
La situación tomo un rumbo rápido solo por el alcohol en sus venas, ambos lo sabían, pero ya hablarían con tranquilidad luego de ello.
Luego de aquella confesión de Ichiban, se le empezó a notar algo más cariñoso con Yoichi quien algo nervioso aceptaba aquellos cariños o las pocas tomadas de mano dentro del estudio, a pesar de no ser algo nuevo para él por haber salido con chicos y chicas anteriormente a su carrera musical, se le era extraño puesto ahora eran con su mejor amigo; quizás en algún momento habrá tenido aquel pensamiento random sobre estar con Ichiban pero nada serio, y ahora que era real por decir así se le complicaba, le gustaba, pero no lo suficiente como para estar templado y haber aceptado ser su “novio” desde el primer momento.
— ¿Vamos a almorzar? —Preguntaba Ichiban viendo como Yoichi miraba la nada sentado aún en la silla luego de que todos se hayan ido luego de la reunión en aquella sala, Yoichi lo miró sin inmutarse.
—Eh subido tres kilos, solo eso. —Mencionó sin contexto mirándole aún, Ichiban se puso de pie y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—Bueno, para que veas que no es fin del mundo si comes, además de que siempre haces ejercicio, es cuestión de cuidarse de la forma correcta ¿Vez? —Le contestó con una sonrisa acercándose, sacó una mano de su bolsillo y acarició la cabeza del rubio y sonrió.
—Sí —Se puso de pie y siguió al más alto en dirección a la cafetería— Sabes, eh sufrido mucho por tu culpa a pesar de todo. —Empezó a decir sin detenerse, Ichiban lo miró de reojo.
— ¿Cómo así?
—Como si fuera fácil para mi soportar una rutina que llevo años —Le contestó irónicamente, pero luego se puso serio —Aunque era horrible cuando “hacia eso”, era una costumbre ¿Sabes? —Se detuvo cuando voltearon en un pasadizo, notó que no había nadie y prosiguió. —Y, no lo entenderás porque es más mental que otra cosa; pero en serio esto es complicado, demasiado, pero no quiero aburrirte con cómo es esto, seguro ya lo sabes —Alzó los hombros y suspiro— Lo que quiero decir es que a pesar de joderme los primeros dos mes, ahora estoy mejor, en parte. Y por ello quiero aceptar tu propuesta.
Aquello hizo confundir al de coleta. — ¿Aceptar qué?
—Ir con un psicólogo o psiquiatra. —Murmuró mirando a los lados.
Ichiban al oír ello entre abrió los labios por la sorpresa, pero sonrió deteniéndose y tomando del hombro a Yoichi quien lo miró confundido hasta que vio cómo se acercaba, cerró los ojos por inercia y con nerviosismo en parte pensando que lo besaría, pero al final sintió los labios del otro sobre su frente, luego vio cómo se alejó con una sonrisa mientras colocaba una mano sobre su hombro en señal de aprobación por decirlo así.
—Me alegro que aceptes algo así, tranquilo, yo me encargo de todo. —Avanzó guiándolo aún con su mano sobre su hombro mientras sonreía.
—Bueno, gracias. —Apenas dijo secamente mirando al frente, lo miró de reojo y sonrió entrando a la cafetería.
Aquel atardecer el rubio se encontraba en su sala acomodando un par de cosas y desempolvando con un trapito su sala sin interés, tenía una expresión de aburrimiento a pesar de escuchar música de su parlante y solo quería que la sala se limpiara sola; su excusa de limpieza le salió desprevenida puesto que ese día había acordado con Ichiban ver una película en Netflix y pasar un lindo momento entre comillas.
—Que paja. —Murmuró secando el poco sudor que tenía en la frente viendo la sala desde la puerta de su cuarto, el cual se encontraba al lado. Ya satisfecho dejó los utensilios de limpieza en un armario que tenía destinado a ello y se dirigió a su cuarto a bañarse.
Ya dentro se dirigió a su armario a buscar una toalla, cuando la tomó miró por inercia a su izquierda donde se encontraba su espejo; había pasado mucho tiempo desde que hacía su revisión diaria, notó la báscula y meditó, normalmente cuando tenía visitas la ocultaba por si es que le preguntaban algo; sonrió un poco y cerró el armario, dejar la báscula ahí no desmentiría lo obvio, además Ichiban ya sabía de todo y no tenía por qué sentir ese remordimiento de dejarla a la vista.
—Ese idiota. —Susurró aún sonriente entrando al baño que tenía en su habitación.
No esperaba algo así por parte de Ichiban, aquella iniciativa lo descolocó; claro que le gustaba, pero sentía que no lo amaba, solo lo quería, y por ello no sabía si aceptar la propuesta de novios de Ichiban por miedo a dejar de sentir lo mismo a los días o meses. Su encrucijada lo tenía algo pensativo desde aquel día, dejándolo con la mirada perdida en ocasiones o admirando a Ichiban como si con solo hacer ello pudiera encontrar la respuesta a su incógnita.
Seguro sobre pensaba las cosas, ello también le molestaba.
Las semanas empezaron a pasar, sus citas tanto con Ichiban como con el psiquiatra eran constantes y agradecía a su amigo, entre comillas, el apoyo que le daba; jamás se había puesto a capacitar la gravedad de su problema, cayendo en cuenta que Ichiban tenía razón con respecto a su estado de negación, aunque no se le era tan fácil si quiera había una solución para ello. La ansiedad ante comer mucho empezó a disminuir de a poco y sentía que empezaba a recuperar aquello que algo le faltaba pero no sabía qué era, quizás no lo sabría hasta terminar su tratamiento.
Ichiban por su parte estaba más que feliz de ver a Yoichi saliendo de a poco de aquel mundo, claro que hubo falta más de diez meses para aquello pero mejor era tarde que nunca. Siempre luego de cada cita con el psiquiatra ambos iban a la casa de cualquiera de los dos y se la pasaban conversando todo lo que restaba del día hasta que uno de los dos se iba. Hasta ahora no lo había vuelto a besar, sentía que era muy apresurado y quería ir con calma con el rubio quien parecía aún algo tenso, y como no, fueron muy buenos amigos por años, una relación era distinta y la situación complicada en esos momentos, quería darle su espacio al de ojos azules; esperaría lo necesario, puesto que hasta para su sorpresa su gusto por Yoichi seguía presente.
—Vamos, guapo. —Le dijo mientras ambos salían del consultorio del psiquiatra tomados de la mano, pocas veces pasaba ello y le gustaba aprovechar ello, tomar su mano hacía que tenga una calma incompresible.
Pasaron dos meses y los cariños empezaron a brotar de a poco, besos más frecuentes en las mejillas, tomadas de mano, palabras bonitas y entre otros gestos como regalos que eran tomados de la mejor manera. Ya para finales de Noviembre cada uno tenía las llaves de la casa del otro, se volvió normal dormir en cualquiera de las casas por si las conversaciones se hacían largas, y para facilitar las cosas acordaron en sacar las copias por si olvidaban algo en la casa del otro.
Un día Ichiban decidió prepararle una pequeña sorpresa Yoichi; justo un jueves Nishinosora tenía una entrevista de la cual saldría un poco tarde mientras que Ichiban tenía un trabajo con respecto a la agencia de igual forma, pero para su sorpresa aquel trabajo finalizó con rapidez, así que decidió dejarle un detalle al rubio quien seguía en el en vivo de la TV. Con rapidez se dirigió a la floristería que se encontraba en el centro y compró un ramo de rosas, seguido fue al apartamento del rubio calculando el tiempo de su entrevista y se las dejó con esperanza de que se animara un poco luego de aquella salida en la TV por si es que algo había salido mal, al finalizar aquel detalle dejó una nota y se dirigió a su respectiva casa con una sonrisa.“Ojos de cielo, ojos de mar, que de entre aquellas olas me sumergí y mi alma le vendí.
Espero este detalle te alegre la noche, recuerda que te quiero mucho y siempre estaré para ti.”
Tendido en aquel sofá de tonos verdes se encontraba el rubio mirando las rosas que una vez le dejó su amigo, entre comillas, recordando aquella larga y agotadora noche en la cual al llegar a casa encontró aquel ramo de rosas azules en su cama; sonrió un poco mientras sentía las mejillas algo rojas, pensar en todo aquello le ponía nervioso y solo le daban ganas de estar al lado de Ichiban. El tiempo pasaba volando y a pesar de tener la respuesta clara no sabía cómo empezar, se preguntaba cada día como decirle que sí quería llevar el título de “novios” con él, sentirse más cómodo con la situación y sobre todo sentirse cómodo consigo mismo; no creyó que una simple frase lo mantuviera así.
Lo pensó unos segundos más cuando una idea fugaz se le vino a la mente; era algo complicado, pero no imposible hacerlo en poco tiempo, con una sonrisa corrió a su habitación y tomó la libreta de notas que tenía guardada en el primer cajón del velador, empezando a escribir.
Sin darse cuenta que ya habían pasado muchas semanas desde que se volvió a ver en aquel espejo que tenía con intención de ver su peso, no lo sabía del todo pero estaba recuperándose.
Ichiban tomó desprevenido la pequeña cita que le pidió Yoichi en el estudio de grabación luego del último ensayo, ambos esperaron a que cada personal salga tanto del cuarto como del edificio mientras dialogaban un poco, pasaron un par de minutos hasta que Yoichi le sonrió interrumpiendo la conversación.
—Ponte por favor los audífonos, quiero que escuches una nueva canción que compuse. —Le indicó mientras se adentraba a la cabina seguido por la mirada esmeralda de Ichiban.
El de coleta descolocado hizo caso a las indicaciones del rubio y se puso frente a los controles viendo por el vidrio al de ojos azules quien acomodaba un piano mientras tomaba asiento, le dio una señal a Ichiban por si es que lo llega a escuchar recibiendo un asentimiento; con todo listo Yoichi respiró profundamente, se moría de nervios, jamás había hecho algo así y tenía miedo de que aquel esfuerzo fuera en vano para el futuro incierto; pero quería ello de igual forma, sus desvelos no serían en vano, al rato empezó a hablar por el micrófono.
—Ichiban, la verdad es que estoy muy contento por todo lo que hiciste por mí; me apoyaste tanto y me hiciste quedar en cuenta muchas cosas, no hay un gracias suficiente —Empezó a decir, Ichiban escuchaba todo por los audífono sintiendo como si aquel rubio que le gustaba tanto le susurrara cada palabra al oído. —Sinceramente me has puesto más dudas que cualquier otra persona, siendo algo nuevo para mí pero en serio agradezco tanto ello. —Hizo una pausa corta para tragar saliva, las manos empezaron a sudarle un poco. —Yo ahora en serio te quiero, mucho más que un amigo, como no hacerlo luego de todo lo que pasamos; me tienes embobado como un adolescente, y ello me enoja un poco.
Ichiban ante ello entreabrió los labios, estaba sorprendido pero emocionado al a vez, era una sensación nueva y su corazón palpitaba de prisa.
—Yoichi. —Murmuró con una sonrisa. — ¿Eso quiere decir que aceptas ser mi pareja?
El rubio ante ello asintió soltando un par de risas.
—Por supuesto que sí quiero Kita, que pregunta más estúpida. —Respondió con ironía la final alzando una ceja soltando una risa nasal, se serenó y relamió sus labios con una sonrisa ya algo emocionado. —Bueno, antes de salir de aquí, y quizás besarnos como en las películas estúpidas de amor, tengo que decirte que no solo escribí una nueva canción, la compuse especialmente para ti.
Ichiban sonrió de lado algo nervioso, aquel detalle no se lo esperaba, no dijo nada y asintió en señal de que prosiga.
—Me tomó algo de tiempo, espero que te guste.
Finalmente empezó a tocar el piano cautivando los oídos del de coleta, sobre todo cuando empezó a oírlo cantar; no pudo evitar derramar una lágrima al escuchar la letra.╭═════ ☪ ═════╮
F I N
╰═════ ☪ ═════╯Si algún día te vas de casa
Yo te llevo a la NASA
Pido un cohete y voy directo por ti
Y si no estoy y algo te pasa
Recuerda que todo en la vida cambia
Y no importa lo que pase, te prometo no faltarte
Me siento grande por ti
Y aunque lo intentara no podría sin ti
Toda mi felicidad es gracias a ti
Y si yo me muero volvería por ti
Me siento grande por ti
Y aunque lo intentara no podría sin ti
Toda mi felicidad es gracias a ti
Y si yo me muero volvería por ti, por ti
Se quedan cortas las palabras realmente
Y a Dios le doy gracias porque estás aquí presente
Quiero que sepas que te amo eternamente
Que cuando dije si lo dije para siempre
A tu lado no es perfecto pero sí mejor
Y cada detalle tuyo es mejor que el anterior
Aquella canción
Y cuando decoras con rosas mi habitación
Vamos a enseñarle al mundo lo que es amor
Tú y yo podemos juntos, eh
Porque amo todas las locuras de tu mente
Y así me encanta presumirte ante la gente
Me siento grande por ti
Y aunque lo intentara no podría sin ti
Toda mi felicidad es gracias a ti
Y si yo me muero volvería a por ti
Me siento grande por ti
Y aunque lo intentara no podría sin ti
Toda mi felicidad es gracias a ti
Y si yo me muero volvería a por ti (Por ti)★・・・・・・・★・・・・・・・・★・・・ღ・・・★・・・・・・・★・・・・・・・・★
Buenas! Al comienzo iba a ser un fic, por ello se ve medio apresurado uwu espero os haya gustado! Aunque la descripción está media del asco y me equivoqué en la portada haha, besos~
Pd: La canción que canta Yoichi es "Ocean" de "Karol G" Por si desean oírla les dejo el link aquí abajo, escogí este cover porque siento que en verdad lo canta Yoichi haha, escuchen cierren sus ojos uwu ~Link de la canción que canta Yoichi!
R14
(Limy Alaaya)
Edited by Ranmaru•14 - 5/9/2019, 04:54 -
「Latidos Entre Libros」 (Namikawa x Makoto) 16Enero2019 [One-Shot] - -»¦«- Fanfics Yaoi Inazuma Eleven GO -»¦«-.
¡Hi again! 
xSeiryu: Hola después de meses ;v; huhu, gracias por seguirme en Wattpad uwu Muchas gracias!
Etnocsip_41: BB HERMOSA <3 Oooh! lindas palabras uwu me gustó que se te hayan venido a la cabeza aquellas palabras la verdad haha <3 La verdad a mi también me gustan esos finales cliché de TE AMO POR SIEMPRE, NUESTRA BODA ES MAÑANA pero como que luego me pongo como pendeja "Weona, esto no pasa en la real life kpedo" xdd Y no te preocupes por comentar tarde, I love you uwu
Gracias por los comentarios y vistas! Love ya~ Moi moi ~
R14
(Limy Alaaya) -
. ¡Hi again!
AAAH NO ESPERABA COMENTARIOS
Etnocsip_41: MI AMOR Es que la canción en lo más chamaaaaa 
Ay no te preocupes hermosa uwu yo no hablo mucho por wass ya viste </3 te amo ;^; Y pues sí, a mi se me hizo frustrante escribirlo(? aaaahno creas adoro hacer sufrir personajes asies xdxd OWWW BB MUCHAS GRACIAS UWU gg y con lo último pues hay que variar(? Gracias bb, te amo
Linx_Kapstein: WE YO TE CONOZCO DE ALGUNA PARTE, hola uwu Opino lo mismo! Sería bonito leerme un TakuRan actualizado uwu gg SRRY PERO ESE ERA EL PUNTO Muchas gracias por el alago ;v; Y YO TEHARÉ ESE ONESHOT BB AHÍ TE VEO; ay dioh yo también lloraria con esa cancion de fondo, well ya lo hice Y SÍ DE LEY le prometí a una amiga hacer un Hiroto x Haizaki porque le gusta y ella es una buena amiga uwu la verdad no tengo definidos mis ships en Orion y Ares, estoy re indesisa Ichihoshi por quién? dime y lo hago haha. Muchas gracias por el comentario en serio Saludos!
Muchas gracias por sus comentarios Moi moi~
R14
(Limy Alaaya)
Edited by Ranmaru•14 - 11/1/2021, 23:42 -
「Wish You Were Gay」 (Minamisawa x Kurama) 08Junio2019 [One-Shot] - -»¦«- Fanfics Yaoi Inazuma Eleven GO -»¦«-.SPOILER (click to view)
TITULO: Wish You Were GayPAREJA: Minamisawa x KuramaGÉNERO: Romance y comedia (A su manera)ADVERTENCIA: NingunaCLASIFICACÓN: Fiction Rated: KDESCRIPCIÓN: A veces el guardar un secreto por mucho tiempo puede joderte un poco, Atsushi sabía de eso, quien guardaba uno por más de dos años.
WISH YOU WERE GAY
Él sabía que pasaría por aquella etapa donde creería sentir el amor hacia alguien, claro, uno es joven y tiene la ilusión de buscar a aquella pareja que estará a tu lado el resto de la vida, respetándose, queriéndose, amándose; sabía que iba sentir un gran apego hacia alguien porque todos lo decían, que siempre caes enamorado hacia una chica tanto por belleza exterior como interior, y si tenías suerte podías lograr algo con aquella persona, pero debías tener en cuenta antes que aquello es efímero, puesto que es solo un romance adolescente; y siempre luego de pasar por aquella etapa, te das cuenta que no era un amor profundo, solo tratabas de alcanzar aquel sentimiento porque te querías sentir querido y hacerle sentir de esa misma manera a alguien más; rara vez aquellas relaciones duraban años hasta la adultez, pero el punto de todo lo que se decía del amor juvenil era que a pesar de creer hacer lo correcto por un amor profundo, era solo una pequeña fantasía del momento, claro que podía ser tierna, hermosa, pero solo era momentáneo.
Al estar en esta etapa de descubrimiento hacia nuevas formas de amar, te das cuenta de varios factores que influyen en cómo es que deseas que sea aquella persona. Minamisawa a pesar de saber todo ello se liberaba a experimentar con el amor, era un autodescubrimiento como le decían sus hermanos mayores, así que salía con chicas de vez en vez, jamás llegando a estar en una relación con alguna de ellas; se consideraba guapo, y puesto a aquella virtud, no podía desperdiciarla; pero él si quiera tenía algo de respeto hacia aquellas muchachas que buscaban algo serio, les decía que por esos momentos no buscaba algo a más allá y que agradecía el tiempo que habían pasado, diciéndoles luego que se respeten y todo un cuento; por ello a pesar de ser el típico galán de la secundaria seguía teniendo una buena reputación.
Las cosas iban bien por los dos primero años de secundaria, saliendo con sus amigos, sus prácticas del club de futbol y un promedio estable en los exámenes; pero aquella sensación de calma iba a desaparecer como si fuera él un náufrago y la vida le mandara una tormenta ocasionando mover aquellas aguas que antes se encontraban en reposo.
Estaba pasando a tercero de secundaria, aún no tenía muchas complicaciones con respecto a su futura vida universitaria y lo único que le importaba en ese momento eran sus partidos de futbol puesto sabía que podía obtener una beca gracias a aquel deporte; pasaron días del ingreso a clases cuando empezaron las prácticas de nuevo ingreso para el club de primer año, normalmente iban a hacer una práctica demostrativa hacia los principiantes junto al equipo, así que luego de ello algunos se quedaban a ver quiénes eran los que el entrenador aceptaba en el equipo; como era costumbre, de unos veinte postulantes solo ingresaban unos cinco; ya luego algunos veteranos se presentaban y Minamisawa no era la excepción.
—Un gusto, soy Minamisawa Atsushi de tercer año, solo puedo darles como consejo que den lo mejor de ustedes para que logren ingresar al equipo oficial con rapidez. —Seguido de ello los demás se presentaron.
Empezaron a hablar entre todos, los veteranos y los de primer año, en ello el de cabellos violeta se acercó con curiosidad al más bajo de todos, aquella estatura le daba algo de gracia, y puesto que no hablaba mucho y solo sonreía ante los demás pensó que sería buena idea iniciar una conversación.
—Hey, ¿Por qué no hablas? —Preguntó posicionándose a su lado, el de cabellos celestes alzó la vista y en un suspiro respondió.
—No sé qué decir, amigo. —Fue su respuesta corta, Minamisawa asintió.
— ¿Kurama, cierto? —Al recibir una afirmativa del otro prosiguió— Y ¿Por qué elegiste este club?
Pensó que demoraría en responder, pero se sorprendió ligeramente al recibir una respuesta casi inmediata.
—Me gusta el deporte, también quisiera una beca con esto para ingresar a la Universidad. —Minamisawa la escuchar ello lanzó una risa entre dientes.
—Yo también ingresé por ello. — Luego de aquella plática se la pasaron hablando lo que restaba de la hora, compartiendo datos entre ellos como intereses y disgustos, llegando a tener varias cosas en común.
No fue de esperar que ambos se hicieron muy amigos, llegando a encontrarse en el receso a platicar o simplemente ir a practicar un poco con el balón en el campo de entrenamiento; el mayor se dio cuenta del gran potencial de Kurama, tenía un buen dominio del balón y velocidad, así que por ello le recomendaba al entrenador cambiarlo al equipo principal, llegando a ser un hecho. Ambos luego de los entrenamientos solían ir a caminar por el centro, tomar algo y de ahí cada uno a sus casas en el mismo bus.
Aquella rutina fue tomada por ambos por el resto del medio año, fortaleciendo aquella amistad; el mayor se sorprendía de haber conseguido un gran amigo a pesar de la diferencia de edad, aunque no era alguien maduro como para alguien de tercero, para alguien de primero sí que lo era, era gracioso verle no entendiendo temas que hablaban algunos de grados superiores, pero era parte del equipo, era un gran amigo.
—Jamás creí hacerme mejor amigo de un niño de primero. —Decía al aire mientras le veía, Kurama alzó una ceja ante ello.
— ¿Éramos mejores amigos? —Ambos sonrieron y carcajearon, se cambió de tema pero ambos ya sabían la respuesta ante lo anterior.
Cuarto año para Minamisawa y el segundo para Kurama; la presión para el mayor con respecto a la universidad lo abrumaba en parte, pero nada fuera de su límite de estrés, de igual manera ya tenía en parte claro la carrera que deseaba desempeñar. Tanto Atsushi como el menor se habían vuelto grandes amigos, paraban de un lado a otro y el mayor siempre lo invitaba a salir con sus amigos de cuarto año, o viceversa incluso; por su parte si quiera sentía que aquella amistad le iba a durar varios años, se llevaban tan bien y su pequeña compañía le agradaba.
La amistad era tan fuerte que incluso aquellas salidas con chicas como algo rutinario habían cesado a petición de Kurama.
— ¿Por qué? —Cuestionó dándole una mordida a su emparedado de palta con tomate, admirando la cara de intriga de su menor amigo.
— ¿Por qué no? —Respondió de alguna manera dándole un sorbo a su agua mineral, Minamisawa rodó los ojos ante ello.
—Nori, tengo un club de fans si no me equivoco. —Se trató de excusar, teniendo un sobre salto al ver la falsa actuación de Kurama de que se atoraba con el agua, quien luego lo miró con una sonrisa algo socarrona.
—El capitán Shindou de igual manera, y no lo veo coqueteando con alguna de sus disque fans o salir con ellas.
—Eso es porque es pareja de Kirino.
—Ellos no son pareja, son solo amigos.
—Sí, claro —Una risa se le escapó de los labios y negó con la cabeza —Kurama, se nota a leguas que tienen algo; paran juntos a cada rato, se tienen mucha confianza y creo que llegué a verles tomados de la mano. —Aseguró volviendo a devorar su emparedado. Kurama por su parte alzó una ceja.
—‘Crees’ dices, y si te das cuenta, nosotros hacemos las dos primeras y no somos pareja. —Dijo burlonamente alzando los hombros.
Minamisawa por un segundo se lo pensó, y sí que tenía razón; quizás había mal interpretado la amistad de aquellos menores; ahora empezó a pensarlo mejor, sí que eran demasiado cercano a Kurama, la unión podría malinterpretar cualquiera, por un momento pensó de una forma extraña según él, pero la voz de su amigo lo desconcentró.
—El punto es que es estúpido, pierdes tu tiempo. —Argumentó Kurama, el de cabellos violeta ladeo el rostro ligeramente.
—En eso te puedo dar la razón.
— ¿Ves? Anda, deja esas mañas que luego te puede gustar alguien de verdad y vas a estar en problemas porque antes te creían mujeriego.
Aquellas palabras sorprendieron a Atsushi, quien se profundizó en aquella frase mientras terminaba su emparedado; tenía razón como usualmente la tenía, quizás algún día le llegue a gustar alguien y le resultara algo difícil llamar la atención por el hecho de ser considerado un Don Juan por casi toda la secundaria; de igual manera, dejar aquel papel no le era un problema, podría hacerlo. Entonces el timbre de finalización del receso le hizo volver a pisar tierra.
—Pues sí. —Murmuró poniéndose de pie seguido de Kurama, los almuerzos en la azotea se les empezaba a hacerse costumbre.
—Me voy rápido que tengo clases con el idiota ese de Física—Escuchó mientras veía como se le adelantaba y se dirigían ambos a las escaleras. —Nos vemos luego.
—Chau. —Alzó la voz al verle ya en el otro piso tras las gradas, empezando a bajarlas con lentitud.
Sí, la pasaba mucho con aquel moreno, pero no era nada fuera de lo común, y siempre llegaban a tener ese tipo de conversaciones algo profundas, incluso de gustaba aquello. Haber conocido a aquel chico le había abierto la puerta a una vida estudiantil para nada aburrida y eso le gustaba. Por otro lado, haría caso a aquel consejo de su amigo.
—A pesar de ser un niño, sabe de lo que habla.
La situación de un momento a otro empezó a cambiar, aquellas salidas junto al menor empezaron ser cambiadas por un día en casa de Minamisawa, sus padres solían trabajar y quedarse hasta tarde, y sus hermanos estaban ya en la universidad fuera de la ciudad; le gustaba pasar tiempo con el menor, escuchar sus bromas, ver películas y escuchar sus quejas ante todo, le parecía tierno. Fue en ese momento que sintió que el mundo paró: ¿Era normal sentir que tu mejor amigo era tierno? A veces le venían pensamientos raros a la cabeza, sobre todo a la hora de dormir, puesto que es cuando a tu cabeza le da la genial idea de pensar en la cosa más estúpida para interrumpir tu sueño, en este caso, el mosquito de diversidad sexual empezó a picarle, llegando al hecho de que eran pensamientos raros. Seguro era una fase, era normal, de igual manera tenía la corazonada de que aquellas ideas se irían en un par de días y vería a su amigo con ojos de lo que debería ser y era: un amigo, el mejor.
Pero el mundo era horrible y desconsiderado, su cabeza seguía con aquellos pensamientos, claro que no le molestaban de sobremanera, solo le sorprendían; cada que miraba a aquel niño de ojos negros le causaba un sentimiento extraño, pero se excusaba de que seguro era el cariño de hermano, puesto que llegó a convertirse en alguien muy importante.
Los meses pasaban y las excusas crecían, seguía sintiendo un ligero calor en el pecho al tener a Kurama cerca, era como un niño siguiendo a su hermano mayor, pero el hermano mayor no lo miraba con esos ojos, o de ello trataba de escapar Minamisawa. Lo pensó bien, por un largo tiempo trató de buscar pretextos por aquella sonrisa que se le lograba escapar a veces, pero era inútil, sabía que aquel sentimiento estaba creciendo poco a poco y aunque quisiera dejarlo de lado simplemente con escuchar la voz del moreno le hacía retroceder el pequeño avance; se sentía de lo peor. Al principio sintió un ligero repudio hacia dichos sentimientos, se sentía mal consigo mismo por traicionar por decir así la amistad y confianza de su mejor amigo, mirarlo de una manera desemejante cuando el menor lo miraba hasta como un ejemplo en pocas ocasiones; no tenía idea de qué hacer.
La situación se complicaba más que todo en las salidas, como últimamente se quedaban solos en casa a hablar o simplemente pasar el rato, se le dificultaba no dejar de pensar en ello.
— ¿Por qué esa mueca? —La pregunta lo trajo de nuevo a la tierra, claro, estaban ambos en su cuarto pasando el rato y hablando y de un momento a otro dejó de hablar por culpa de sus pensamientos, por culpa del menor.
—No es nada, solo que pensaba en algo estúpido —Murmuró rodando los ojos como solía hacerlo, se recostó en su cama y desde su posición observó a Kurama quien se encontraba mirando su celular sentado en el suelo frente a su cama. En eso se le ocurrió una idea, estúpida según él. —Oye, niño.
Una risa por parte del moreno se escuchó, Minamisawa sabía que odiaba que le digan de esa forma, pero no evitaba ser gracioso hacia su persona ya que significaba que en serio quería su atención.
—Qué quieres, viejo. —Contestó alzando una ceja viendo como el de cabellos morados se sentaba en su cama en posición de flor de loto.
Por otra parte, Minamisawa aunque parecía calmado no evitaba sentirse un poco nervioso por dentro.
—No sé, siempre hablamos de lo que sea ¿No?
—Ajá.
—Bueno, quería preguntarte sobre un tema del que nunca hablamos y tengo curiosidad sobre tu —Titubeó un poco. —Punto de vista, podría decirse.
Kurama asintió en señal de que prosiguiera, era algo normal las preguntas algo filosóficas de su amigo, así que no le molestaba para nada, más bien hasta le daba algo de intriga.
—Bueno —Suspiró en un lapso corto y lanzó su pregunta. — ¿Qué opinas de la comunidad LGBTQ+? En especial eso de los homosexuales, los gays.
Esperaba que con aquella pregunta sus dudas se aclararan, sobre todo tener una decepción o algo y por fin librarse de sus sentimientos encontrados. Kurama en cambio ante la pregunta ni se inmutó, alzó los hombros por unos segundos y pensó un poco su respuesta.
—Bueno, no me molesta si a eso te refieres; no soy un homofobo, respeto la orientación de cada uno y ya. —Fue la simple respuesta que obtuvo Atsushi, pero no era suficiente.
—Ah, ¿Así de simple?
— ¿Qué? —Preguntó con sequedad soltando una risa cínica. —Bueno, sinceramente si tuviéramos amigos así no me molestaría, incluso si tú lo fueras no me molestaría, cosa que dudo.
Atsushi alzó una ceja ante eso.
—Gracioso, ¿Y tú? —Por un momento Kurama no la captó, hasta que soltó un.
—Wow, no, nada que ver; me gustan las chicas. —Y aquello despedazó en parte a Atsushi —Genial— fue lo que pensó con pesimismo.
Lo bueno es que era un experto en cambiar de tema, así que empezó a hablar de otra cosa y se la pasaron así el resto de la tarde. Pero a pesar de ello no podía evitar pensar en la respuesta del menor; era algo obvio notar que no le gustaban los chicos puesto que le llegó hasta contar sobre un par de compañeras que tenía en clase y le resultaban muy lindas, pero escucharlo salir de su boca tan directamente era muy diferente, le desconcertó en parte. Siguió pensando en que por aquel desconcierto de su parte era ya más obvio el hecho de que sí podía gustarle su mejor amigo, pero de igual manera le resultaba algo repulsivo — ¿A esto le llaman estar en el closet? —, aquellos sentimientos al verle, ese pequeño revoltijo en su pecho, el calor al sentirle cerca o el hecho de querer escucharle solo a él; era lindo, pero a la vez penante para él, simplemente no sabía cómo sobrellevar aquello tan nuevo.
Recordaba los consejos de sus hermanos que siempre le decían que el amor es temporal y que lo que sentía en esos momentos no eran en serio, pero aquello temporal ya le estaba durando meses, tenía que haber algo mal con él; esperaba que con el pasar de los días todo terminara y pueda por fin ver a su mejor amigo como debía ser: su mejor amigo, obviamente. Quería volver a salir con él al cine sin sentirse extraño y concentrarse en la película y no en la situación, volver a ser “normal” y a aquellos tiempos donde lo único que le preocupaba eran las tareas que le dejaban.
La música por lo alto se escuchaba, el olor a nicotina se esparcía por la habitación y su cabeza daba vueltas; un compañero de su clase realizó una fiesta para ese Sábado por las diez de la noche, pidiéndole como favor que invitara a su equipo de futbol por ser reconocidos en la secundaria y así se animen a ir más personas o hasta de otras secundarias como siempre; Minamisawa aceptó y la mayoría del equipo de igual forma, ahora estaban ahí todos en círculo, tomando ron con cola, bailando y fumando; la música resonaba fuerte, humo mesclado con gente, quizás no era la mejor fiesta, pero se divertían todos.
Minamisawa en una apagó su cigarro y se dirigió al baño que quedaba al pasar un pasillo, pasó por medio de un par de parejas que estaba en pleno agarre y cerró la puerta tras de si, se sentó en la tapa del baño y tomó su celular, había invitado a Kurama a la fiesta obviamente y él se encontraba afuera seguro hablando con alguno del equipo; le dio un vistazo a su celular y notó que se encontraba en línea con respecto a WhatsApp, dudo en escribirle o no puesto que era algo tonto, negó por un segundo y guardó el celular e hizo lo que debió hacer en un comienzo: orinar; se lavó las manos y rostro y salió del baño.
Ya fuera miró como todos bailaban al ritmo de una canción conocida, en eso al regresar a su antiguo círculo de amigos notó a Kurama quien estaba más sano que una manzana, tomando en cuenta que de igual forma no le dejaba tomar alcohol, era aún muy joven, pero su plan de dejarlo sobrio se fue al caño cuando le vio aceptar un vaso de vodka de uno de tercero.
— ¡Hey! —Exclamó acercándose rápidamente, Kurama al ver eso tomó en un segundo el vaso y lo tiró al suelo mientras todos soltaban un “Ooh” ante ello.
—Hey, tú estás picado, déjame. —Decía entre risas mientras todos volvían a lo suyo.
—Yo tengo 16, tu 14 —Le dijo colocándose a su lado. — Luego iremos a comprarte un agua.
Prontamente de ello siguieron como si nada hubiera pasado. Ya eran un cuarto para las doce, la mayoría ya estaban ebrios, empezaron los bailes pegados entre chicos y chicas, unos desaparecían y ahora sí Minamisawa se sentía mareado. Miró de reojo a Kurama quien bailaba un poco, por un segundo rodó los ojos, verle le seguía causando sentimientos extraños, más aún mareado ya que no se sentía en si, como si estuviera en otro cuerpo.
—Oye. —Escuchó que le llamó Kurama a un lado, se agachó hasta su altura y el otro solo le hacía una señal con el rostro como para que mire al frente.
Al girar el rostro se rió un poco, la escena le resultó graciosa, estaban los de tercer año de Shindou y Kirino hablando bien pegados apoyados en un mueble de la sala y con una mano entrelazada sin despegar la vista, la tensión se notaba; y a unos novatos de tercero igual besándose en el pasillo.
—Tenías razón la vez que me dijiste que hay mucho joto en el club. —Dijo entre risas, Minamisawa se enderezó y negó con la cabeza.
—A la mierda —Atinó a decir, miró a los lados y alzó los hombros—Acompáñame afuera. —Dijo en voz alta dando la vuelta, empezando a pasar entre las personas, se giró un poco a verificar si Kurama le seguía y al comprobarlo salió de la casa, se sentó en la vereda y apoyó su rostro en su muñeca la cual estaba reclinada en su rodilla, sintió como Kurama se sentaba a su lado y soltó un suspiro.
—Estoy cagado.
—Se nota, y es gracioso porque nunca te vi así. —Minamisawa rió un poco y le miró a los ojos; tan grandes y simples, le gustaba su mirada.
—Perdón porque me veas así. —Apenas pudo decir, Kurama negó.
—No te preocupes, no me molesta.
La noche era fresca y a pesar de escucharse la música de fondo, se sentía más calmado y relajado, lo único que quería era tirarse a dormir en su cama, despertar al día siguiente con un ligero mareo gracias a la resaca y tomarse alguna sopa instantánea. Miró de reojo a Kurama quien parecía tener sueño y, como estaba ebrio, se sentía excusado para decir indirectas.
—Sabes, me gusta alguien. —Soltó sin más, Kurama se giró a verlo y le sonrió con algo de pesadez en su mirar gracias al sueño.
—Lo sabía, últimamente estás muy idiota y distraído. —Le contestó entre carcajadas, mientras que Minamisawa se preguntaba cómo es que el vaso de vodka no le mareo si quiera un poco.
—Gracioso —Una risa nasal se le escapó. —Pero en serio, me está empezando a gustar mucho, y me da cólera hasta pensar en ello.
El moreno al notar algo de tristeza en su tono de voz se le acercó un poco y le sonrió tratando de transmitirle confianza y comprensión.
—Mira, no sé de esas cosas, pero cuenta.
Minamisawa al verle tan cerca el corazón se le volcó, se preguntaba cómo es que un chico le llegaba a gustar, no era delicado como una chica, tenía carácter fuerte, tampoco tenía pechos o algo, tratar de comprender que era lo que en realidad le gustaba de los chicos le hartaba.
—Empezó hace meses, pensé que se me pasaría con el paso de los días y que sería un simple interés como con las otras chicas —Tenía que decir que era una chica, no quería luego que sospechara. —Pero no, más bien creo que fue aumentando ese gusto, cada que la veo no puedo no pensar en querer verla feliz, o simplemente escuchar su risa; no lo sé, amigo, estoy mal.
Kurama sonrió y pasó su brazo por la espalda del mayor en señal de apoyo, mientras el otro se sentía de alguna forma más calmado.
—Vamos, hombre; si te gusta tanto puedes decirle, dudo que te diga que no. —Y aquello hizo reír a Minamisawa.
—No lo sé, tengo miedo.
El tema quedó inconcluso puesto llamaron a Kurama por celular para que fuera ya a casa. Ambos se pusieron de pie y fueron a paso lento en dirección al domicilio del menor; mientras tanto Atsushi aún algo mareado no dejaba de pensar en cómo haría ahora para sobrellevar todo, haberlo hablado con el menor le hizo comprender mejor sus sentimientos, sin dejar de lado la culpa. Desearía no haberle dado alas a aquellos sentimientos.
Quinto año de secundaria para Minamisawa, tercero para Kurama.
La situación estaba complicada, la presión académica le empezaba a atormentar y la universidad a un solo paso eran unos de sus mayores temores; el estrés, la ansiedad, el temor; deseaba volver años atrás y alejarse de todo aquello cuando solo tenía tiempo de sobra sin notarlo. Se sentía viejo a comparación de su mejor amigo quien estaba en la mejor etapa de su vida según él.
Pero si quiera, había un tema que lo había dejado en el pasado, ya que, con el paso de los meses se dio cuenta de su realidad: Sí, le gustaban los chicos, de alguna forma siempre le atrajeron, pero aquellos gustos los ocultaba con la etiqueta de ‘admiración’; de igual forma las chicas, sin embargo nunca llegó a gustar demasiado con alguna como para formar algo serio o si quiera experimentar una atracción al punto de llegar a sentir lo mismo que sentía por su mejor amigo. Y ya aceptada su salida del closet las cosas se fueron solucionando poco a poco, claro que seguía pendiente el hecho de Kurama y su enamoramiento hacia él, pero si quiera se aceptaba mejor, aunque esa salida del closet fue solo consigo mismo, dudaba mucho en decírselo a sus amigos y más aún a sus padres; en esa parte era complicado, seguro lo diría luego pero por ahora quería arreglar su asunto con Kurama quien ni enterado estaba.
Por lo menos creía haber fingido muy bien todo, ser solo su mejor amigo y que todo permanezca desapercibido; le dolía un poco ver las muestras de amistad que le daba Norihito, cuando él no podía evitar verle con otros ojos, se preguntaba como haría para un día decirle todo, porque guardarse un sentimiento por tantos años le punzaba con cada risa que le brindaba aquel joven de cabellos celestes.
Minamisawa lo había pensado mucho, sobre si decirle o no, solo faltaban días para graduarse y un par de semanas para su postulación a la universidad de Tokio; bien podía decirle y abstenerse a un rechazo o confirmación, o irse y quedar como buenos amigos. Sentía obvia la respuesta, pero de igual forma no le agradaba del todo, quizás ser sincero y lanzarle la bomba le calmaría en parte, pero lanzar aquellos años de amistad a la basura tampoco era su objetivo.
—Hey, quiero hablar contigo. —Le dijo mientras ambos volvían a casa, era de tarde y el albor naranja hacia la noche les pintaba el rostro y cuerpo; Kurama lo miró por unos segundos sin parar.
—Que pasó.
Minamisawa no sabía ni cómo empezar; como explicarle las noches que se desveló imaginando una posible confesión junto a una aceptación por parte del menor, cuando soñaba con tomar la mano del moreno y entrelazarla, añorar un beso, palabras lindas, algo romántico y hasta cómico; sentirse querido quizás, de una forma más romantizada. Tomó un poco de aliento simulando que este era valor, se detuvo al caminar y Kurama hizo lo mismo; por su suerte las calles estaban vacías y solo algunos buses pasaban.
— ¿Entonces?, has estado muy raro últimamente ¿Acaso vas a ser papá? —Kurama era un experto en romper el hielo y bajarle el nerviosismo, el más alto soltó una risa nasal y negó.
—No, para nada —Dejó su mochila en el suelo y colocó sus manos en los bolsillos de su pantalón, tragó saliva y le miró a los ojos. —Creo que te eh estado mintiendo, por mucho tiempo.
Kurama alzó ambas cejas ante aquello. —Okay, ¿En qué me mentías? ¿Eres el hombre araña?
—Hey, estoy nervioso, déjate de juegos. —El de ojos negros al oír eso se cruzó de brazos mientras apoyaba su cuerpo en una pierna, esperando paciente a que continuara.
Ahora sí que no había vuelta atrás; por un segundo miró sus pies para devolverle la mirada en un instante, no podía despegar la vista de aquellos ojos azabache; cerró sus ojos un segundo, sabía que luego de que abriera la boca, quizás todo el pasado sería enterrado ese mismo día.
—Me gustas, Kurama. —Sintió por un segundo que el mundo se callaba, soltar aquellas palabras frente a la persona que le quitaba el sueño era algo irreal por segundos; por otro lado, Kurama no se inmutó, apenas entre abrió los labios, no sabía que decir.
— ¿Es una clase de broma? —Su voz estaba calmada, pero Minamisawa podía sentir algo de temor en ella, lo que le hizo cohibirse en parte.
—No, no lo es —Cercioró relamiéndose los labios secos por el nerviosismo. —Me gustas desde hace un año si no me equivoco, y eso, creo que desde antes; pero eso no importa.
La bulla de los autos y algunas voces de personas se escuchaban, ambos estaban en silencio, Kurama parecía procesarlo, pero no despegaba la vista del suelo.
—En serio lo siento. —Murmuró entre dientes Minamisawa, sintiéndose culpable por todo.
—No es necesario ello, puedo entenderlo. —Apenas dijo sin ánimo el más bajo sin dejar de ver el pavimento. —Pero debiste avisarme si quiera que eres gay o bisexual o lo que sea.
—Lo siento —Cerró los ojos un instante y miró a su derecha el horizonte sin si quiera en qué enfocarse —Me siento un asco por haberte visto con otros ojos por tanto tiempo, pero no lo sé —Chistó y dio unos pasos para tratar de calmarse. —Ni si quiera sé cómo comenzó, sólo te veía todos los días y mi cabeza no podía evitar en pensar en querer estar a tu lado o abrazarte o lo que sea.
Kurama alzó la vista hacia los ojos del mayor, aún callado y sin decir algo como si quisiera buscar una pisca de gracia en sus pupilas para entender que era una broma, pero no era así; Atsushi al ver la simple reacción apretó un poco los puños ante su impotencia.
—No es algo que tampoco quería ¿Entiendes? —Su voz se tornó algo tosca ante ello— Fue de la nada y traté de evitarlo, pensar que era una simple fase o lo que sea, pero no fue así… No supe que hacer todo este tiempo. —Estaba frustrado, no sabía ni que decir o cómo explicarle el rollo de sentimientos mesclados que tenía.
—Se supone te estás confesando ¿No?
—Se supone —Un suspiro escapó de sus labios y negó. —Yo en serio, siento que sería un sueño si me dices que sí, que también te gusto y que quieres ser mi novio o una mierda así.
—Pero sabes que no va a pasar —Aquello le hizo parar de hablar, Kurama dio un paso atrás y negó. —Atsushi, no me gustan los hombres y menos tú; yo te veo como un simple buen amigo y solo te quiero como uno.
—Lo sé, solo soñaba —Murmuró decaído sin apartar la vista, sentía que su propia visión se encontraba apagada y el cuerpo pesado. —Yo… también imaginé esta reacción; solo espero que ignoremos esto y podamos seguir como antes.
—No creo que sea así de simple —Le contestó algo secante mirando hacia otra parte—Me refiero a que, yo te gusto, claramente no me sentiré cómodo, si quiera por un tiempo; es mucho que procesar —Pasó su mano entre sus cabellos y frunció ligeramente el ceño, era bastante incómodo para su persona. —Perdón, me siento alagado y todo pero es raro y jamás esperaba algo así de tu parte.
Minamisawa ante todo ello, guardó silencio por un rato; tomó su mochila del suelo y se la colocó en la espalda mirando sus pies ya incomodo por aquel rechazo, lanzó un suspiro y asintió.
—Entiendo, no es necesario que me expliques. —Dijo alzando la vista para verle los ojos a Kurama, quien giró un poco el rostro incomodo ante la acción repentina.
—Lo siento por no corresponderte amigo, pero necesito tiempo para procesar esto. —Ante ello, el de cabellos violetas colocó sus manos en los bolsillos de su chaqueta y sonrió ligeramente.
— ¿La cagué? Sé sincero.
El silencio se hizo presente nuevo, pero fue solo por segundos.
—Sí, tremendamente. —Le dirigió la mirada y frunció ligeramente el ceño.
—Lo siento yo, entonces —Dio media vuelta y empezó a avanzar a paso lento por la vereda. —Nos vemos mañana, si quieres.
No escuchó una respuesta, e incluso aquello le ocasionó un pequeño vuelco en el pecho, era una estupidez soñar con que lo detuviera, pero la realidad siempre va por delante; Kurama no lo iba a detener.
Sentía que se alejaba de a poco de una esperanza, aunque las cosas pudieron salir peor, si quiera Kurama no actuó de manera escandalosa y le gritó como solía ver cuando se enojaba. Pero todo aquello no evitaba su extraño pesar en el pecho, las manos le temblaban un poco y un nudo en la garganta le hizo querer llegar con rapidez a su casa; se preguntaba si acaso ello era tener el corazón roto, que mal se sentía —Que asco— Aunque suponía como se sentiría ser rechazado, pensó que acertaría si quiera un poco, pero no, el sentimiento era peor.
Había invitado a Kurama a su fiesta de graduación, ya pasando unos tres días pensó que era lo suficiente como para que lo pudiera procesar como dijo: sin salir ambos o dirigirse la palabra era lo que hizo para ello; lo único que hizo fue enviarle un mensaje de texto sobre donde sería la fiesta y a qué hora podía ir. Aquella fiesta había comenzado por alrededor de las siete de la noche, sus compañeros y amigos del club se encontraban festejando, un par de lágrimas por el hecho de que ya no los volverían a ver y risas se podía rescatar de aquella noche tan especial; pero por parte de Minamisawa la situación no estaba completa, faltaba su mejor amigo y amor platónico, por un momento dudó si iría, pero al cabo de minutos ya era una confirmación.
“Lo siento, espero te diviertas”
Fue la respuesta del más bajo, y todo ello podría sumarlo a su lista de razones de porque sentía tener el corazón tan roto; a pesar de querer estar con su grupo de amigos y disfrutar su último momento a sus lados, no se sentía con ánimos; salió al balcón del local y miró el cielo, tan claro y lleno de estrellas, era realmente estúpido sentirse así y él mismo los sabía, pero aquel comportamiento venía de una parte que ni él mismo conocía.
—Fui un idiota. —Se murmuró para sí mismo, mientras una balada empezaba a sonar por dentro del local, en serio que el mundo conspiraba en contra suya.
Se ponía a imaginar en que hubiera pasado si jamás le hubiera dicho lo que sentía, seguro estarían hablando el resto de la noche en aquel balcón, un par de palabras bonitas puesto que sería la última vez que se verían y finalmente un abrazo que apreciaría por el resto de sus días. Pudo haber salido mejor, o peor, uno nunca sabe; pero ya no había vuelta atrás. Entró de nuevo a la fiesta y se despidió de sus amigos, deseándoles lo mejor y excusándose con que debía alistar su equipaje pare irse a Tokio.
Había tomado un taxi y regresado a su casa, su madre le preguntó por qué había regresado tan temprano, pensando que llegaría algo tarde, mientras que Minamisawa le dijo que simplemente estaba muy cansado. Ya en su habitación, se recostó boca arriba en su cama mirando el techo sin alguna razón. Podía escuchar un playlist de canciones tristes en ese momento y mandarse a llorar un poco, podría alivianar un poco su corazón roto, pero no lo suficiente, sentía que sería por gusto.
—Mierda. —Susurró sin ánimos colocando sus manos en su cara, el nudo en su garganta aumentó y por fin sintió un par de lágrimas bajar por sus mejillas, unas pequeñas convulsiones gracias al llanto le hacían dar ganas de gritar y desatar toda la tristeza que estuvo guardándose. Se le escapó un gemido de los labios, bajó sus manos a su pecho mientras más lágrimas amargas pasaban por sus pomulos llegando a pasar por sus oídos.
Aquella noche no dejó de llorar, tenía el corazón roto y sentía que no se repararía de ahí a unos días, claramente lo olvidaría y hasta podría volver a ser amigo de Kurama, pero aquello lo marcaría para siempre, sentía que jamás se borraría de su memora el momento en que le rompieron el corazón; no tenía de otra que esperar el día que no recuerde a Kurama por cual sea la razón del día, por ahora su pecho se sentiría vacío metafóricamente, y las lágrimas saldrían por las noches, pero ya era cuestión de que el tiempo esté de su parte y pueda olvidar aquella vez que le destrozaron el corazón.
—Si tan solo hubieras sido... —Su voz se encontraba ronca, no quería ni terminar su oración, cerró los ojos y desató su corbata dejándola luego de lado mientras se sentaba en el borde de la cama.
Añorar cosas irreales le harían sentir peor, tomó su celular y buscó entre su galería una foto donde ambos estaban sonriéndole a la cámara mientras tomaban un helado, una sonrisa se le escapó seguido de una lágrima, cerró los ojos y de apoco aquella sonrisa se borró mientras su entre cejo se fruncía.
—Te amo. —Murmuró a la nada apoyando su rostro en sus manos y sus brazos en sus piernas.
Aquella noche tan especial, se volvió en una llena de lágrimas de desamor; lo único que espera tras todo ello, era volver si quiera a tener a su amigo de vuelta. Sí, quizás había destrozado aquella amistad, pero había una pequeña parte de él que no se arrepentía. Lo único que esperaba, era que todo aquello fuera cesando poco a poco puesto que sentía que tener el corazón roto era lo mismo que morir de a poco.
—Lo siento tanto…╭═════ ☪ ═════╮
F I N
╰═════ ☪ ═════╯Baby, I don't feel so good
Six words you never understood
I'll never let you go
Five words you'll never say (aw)
I laugh alone like nothing's wrong
Four days has never felt so long
If three's a crowd and two was us
One slipped away
I just wanna make you feel okay
But all you do is look the other way, mm
I can't tell you how much I wish I didn't wanna stay
I just kinda wish you were gay
Is there a reason we're not through?
Is there a 12 step just for you?
Our conversation's all in blue
11 'Heys' (Hey, hey, hey, hey)
Ten fingers tearing out my hair
Nine times you never made it there
I ate alone at 7, you were six minutes away (yay)
How am I supposed to make you feel okay
When all you do is walk the other way?
I can't tell you how much I wish I didn't wanna stay
I just kinda wish you were gay
To spare my pride
To give your lack of interest an explanation
Don't say I'm not your type
Just say that I'm not your preferred sexual orientation
I'm so selfish
But you make me feel helpless, yeah
And I can't stand another day
Stand another day
I just wanna make you feel okay
But all you do is look the other way
I can't tell you how much I wish I didn't wanna stay
I just kinda wish you were gay
I just kinda wish you were gay
I just kinda wish you were gay★・・・・・・・★・・・・・・・・★・・・ღ・・・★・・・・・・・★・・・・・・・・★
Chale xD espero les guste uwu la descripsión está horrible lo sé haha pero algo es algo ;v; Besos <3
R14
(Limy Alaaya)
Edited by Ranmaru•14 - 5/9/2019, 04:55 -
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JURO QUE SON MÁS DE LA UNA DE LA MAÑANA Y AGRADEZCO TODAS LAS MALAS DECISIONES QUE TOMÉ POR TRAERME A ESTE MOMENTO DE MI VIDA... JODER QUE HERMOSO FIC! Aaaah! Sinceramente por curiosidad leí tu fic a ver que tal, y me encanta xD ¿Cuando conty? Adoré! ADORÉ! Cada parte, y sale mi niño! Kirino xD adoro a ese JOvenciTO uwu ya en serio, me gusta xD y AH las parejas xD perfectas; me encanta como redactas todo XD y lit me encanta todo, en serio espero continuación! Está muy bien hecho y la trama me gusta uwu
Ahora, las partes que me dejaron pendeja...SPOILER (click to view)Ellos renunció a su vida marina para estar con esos humanos, lo que no sabían es que un ser marino no puede estar lejos del mar, así que acabaron por convertirse en espuma de mar, siendo llevados por las olas
WE EN SERIO? NO La primera generación se hizo espuma :'^ noouu espero ese no sea el final de ellos unuSPOILER (click to view)- Hoy teníamos entrenamiento con espada y escudo - explicó - Fue agotador - dijo sonriendo un poco - Por lo que veo tu eres un gran nadador, desde hace varios años te vi nadar por aquí - dijo mirándolo, sonriendo al ver un rubor en las mejillas del menor.
Varios años y jamás sospechó algo raro xD Ay Shindou, te quiero xD pero Kirino te quiere más wnSPOILER (click to view)- Ranmaru, no me habías contado que tenías novio - dijo una voz que Kirino conocía demasiado bien, se giró levemente y suspiro al ver a un rubio con una sonrisa gatuna en su rostro - Además es un príncipe, tienes buen ojo - dijo riendo un poco.
Y AQUÍ me reí xd juerte, lit casi despierto a mis familiares XD
AAH! En serio me gustó xD tiempo que no leo un fic de este estilo uwu o mejor dicho, tiempo que no leo fics XD la universidad mata... ESPERO CONTINUACIÓN! Un beso uwu bais~ te deseo lo mejor!
PD: Me olvidé... ¿POR QUÉ TIENE TAN POCAS VISTAS? ESTO ES HERMOSO! *c emperra*
R14
(Limy Alaaya) -
.SPOILER (click to view)
TITULO: Bad GuyPAREJA: Ibuki x HayatoGÉNERO: AngustiaADVERTENCIA: NingunaDESCRIPCIÓN: Hayato no tenía la menor idea de por qué su novio lo llamó de la nada para que vaya a su casa, algo intrigado le hace caso y se encamina a la casa del de cabellos blancos, sin imaginar las palabras que le diría, ni que luego de salir de aquella casa tendría el corazón roto.Bad Guy
La habitación está en silencio, los latidos de uno se sobre oyen y una pequeña risa se escucha; la tensión se sentía desde la madera de la puerta hasta la tela de las cortinas, pero uno lo ignoraba con una sonrisa petulante, viró los ojos y alzó una ceja con una sonrisa algo forzada, quería que todo fuera una broma de mal gusto.
—No es broma. —Pero aquella afirmación lo sacó de contexto y su mente empezó a razonar todo lo que supuestamente pudo haber hecho mal.
—No lo entiendo —Murmuró entre dientes acercándose paso a paso—No lo entiendo. —La insistencia en su voz se hacía más presente mientras sus cejas se arqueaban, su rostro representaba enigma pero su voz trataba de soltarla calmada; el de cabellos blancos solo lo observaba, tratando de calmarse, aquella situación lo ponía nervioso.
—Lo digo en serio, Hayato —Se aclaró la garganta y con la respiración contenida prosiguió. —Quiero que dejemos esto hasta aquí.
— ¿Qué hice? —Aquella pregunta resonó en ambos, uno no esperaba oír algo así, el otro simplemente no pensó antes de hablar.
El silencio siguió por unos segundos, el castaño ya se estaba angustiando, se acercó hasta estar a escasos centímetros del más alto y con voz algo temblorosa en un comienzo, reanudó.
—Esto no es una de tus estúpidas películas donde puedes poner suspenso —La voz le temblaba, no se reconocía— Dime que hice. —Trató de aguantar sus sentimientos, tragarse todo lo que sentía en esos momentos, se sentía tan impotente, odiaba ello.
—Hayato, simplemente no me siento cómodo —Murmuraba esquivando la mirada del castaño, decir todo ello también le costaba. —Lo nuestro, no estaba funcionando como esperaba y-.
—Y eh tratado de hacer todo bien —Interrumpió cerrando los ojos, quería calmarse, pero su corazón acelerado y las manos sudosas no lo ayudaban— Eh tratado de dejar esa fase de “Chico malo” que tanto decía de mí, para no dejarte mal a ti —Se separó y empezó a dar pasos cortos por la habitación con incomodidad, su propio cuerpo lo incomodaba—Yo no quise que pensaran que te estaba engañando —Se detuvo y con su dedo índice lo señaló dando media vuelta. —Y jamás lo hice. Jamás.
—Te creo. —Decía entre dientes atento a los ojos del castaño, por si alguna lagrima se le escapaba.
—Entonces dime —Lo volvió a interrumpir. —Que era lo que no funcionaba.
Ibuki rodó los ojos y caminó hasta su cama, sentándose en ella para calmar un poco sus nervios; titubeo un momento, pero al final luego de un suspiro pesado intentó seguir.
—Lo que menos me molestaba eran los rumores, para que sepas; yo siempre creí en todo lo que me decías, solo que. —Inspiró y alzó los hombros— Me siento utilizado la mayor parte del tiempo, puede que hayas dejado de tratar a todo el mundo como se te antoje, pero por mi parte no, no soy un maldito perro que te tiene que obedecer todo el tiempo.
Aquellas palabras resonaron en la cabeza del ojos azabache, quién empezó a recordar las veces que trató de mala gana a su novio, tomándolo como un juego, sin importancia.
—No pensé que te molestaba. —Apenas atinó a decir, Ibuki al oír eso alzó una ceja mirándolo con seriedad.
—Una vez pasa, dos, tres hasta cuatro; pero ya cada día, por favor Hayato. —Ante eso, el castaño contuvo la respiración, no quería soltarla, si lo hacía derramaría un par de lagrimas y eso era lo último.
—No sabía. —Aquello salió con voz quebrada, tragó saliva y las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, el más alto colocó sus manos en su rostro, no quería ni esperaba verlo así.
—No llores. —Murmuró con el corazón en la mano, pocas veces lo vio llorar, pero jamás por su culpa.
En eso, sintió como Hayato le sacaba las manos de la cara y prácticamente lo obligaba a verle, estaba inclinado a la altura de su rostro y podía ver de cerca aquellas lágrimas que seguían derramando sus ojos, se veía tan mal, pero su expresión nula lo confundía.
—No estoy llorando. —Apenas se escuchó ese susurro— Es el veneno que se me desparrama por el cuerpo.
Aquello descolocó a Ibuki, pero no pudo decir nada más ya que vio como el otro se ponía de pie y tomaba sus cosas que se encontraban a un lado de la cama.
—Si quieres terminar conmigo, está bien —Se acomodó la mochila en su espaldar y con su mano empezó a secar torpemente sus mejillas— Yo no voy a seguir rogándole a alguien para seguir con algo que no tiene futuro ¿No? —Tragó saliva y miró a los ojos a su ahora ex pareja quien seguía con sorpresa.
—Perdón por todo de igual forma, perdón por perder el tiempo con alguien que no lo valoró —Continuó acercándose a la puerta. —Adiós, suerte.
El resonar de la puerta se escuchó por toda la casa, Ibuki seguía sentado mientras que Hayato salía de la casa con rapidez en dirección a la suya, solo podía seguir llorando, el golpe de la puerta principal hizo resonar las ventanas y por fin el de cabellos blancos soltó el aire que tenía atrapado en sus pulmones. Ibuki esperaba algo peor, recordando las peleas en las que se metía su ahora ex novio tuvo sospecha de que recibiría un golpe como mínimo, pero solo obtuvo una respuesta por demás furiosa y algo random; negó con la cabeza y se acostó en su cama observando el techo volviendo a retomar todo lo que había pasado en menos de media hora.
—Que idiota. —Se murmuró a si mismo cerrando los ojos empezando a sentir remordimiento.
Hayato por otro lado, caminada algo apresurado, quería llegar a su casa y meterse entre las sabanas o golpear su almohada, lo único que pasaba por su cabeza era los momentos en los que pudo molestar a Ibuki, la culpa de aquella ruptura lo estaba amenazando y su corazón se estrujaba, “Tienes la culpa” resonaba para si y más lagrimas querían asomarse. Al llegar, pasó con rapidez por el pasillo y se adentró a su habitación, tiró sus cosas a un lado de la puerta a la cual le colocó seguro para que nadie entrara y finalmente se tumbó en la cama, los gemidos por fin escaparon de sus labios y su cuerpo daba pequeños temblores por la respiración agitada.
—Mierda. —Murmuraba entrecortadamente mientras sorbía de vez en vez su nariz.
Era la primera vez que alguien le terminaba de esa forma.
Era la primera vez que le rompían el corazón.
Se había enamorado por fin de alguien, y por sus actitudes le quitaron aquel amorío.
— ¿Por qué soy así? —Se reprochaba entre gemidos tapando su rostro con la almohada.
Con el sentir un corazón hecho trizas, lloró todo lo que quedaba de la tarde y toda la noche; nadie se atrevió a tocar su puerta, verle así no era normal pero tampoco querían empeorar las cosas. Se sentía devastado a mitad de la madrugada, y su cabeza daba vueltas, no había ni almorzado ni cenado, no tenía hambre, no quería comer; lo único en lo que pensaba era en Ibuki, las cosas que habían pasado, las risas, las salidas, los besos, absolutamente todo.
Maldecía el día en que cayó ante Ibuki, empezando todo como un secreto, pasando ambos tantos prejuicios por la mala reputación de Hayato.
—Soy el malo. —Murmuraba con la voz hecha mierda.
Había pasado tantas cosas, pero luego de llevar la relación con Ibuki trató de dejar su inmadurez y mejorar como persona; dejar aquellas peleas con chicos, el bulling y bajo rendimiento académico; se dio cuenta que hacía un mal, dejando todo ello tanto por él como por Ibuki. Se puso de pie y se metió entre las sabanas sin ánimo, se arropó y dejó escapar un suspiro.
—Quizás si me pasé. —Se echaba la culpa, recordando las veces que molestaba a su ahora ex novio, tratándolo de mala forma como le mencionó él, quizás si se había sobre pasado.
Pero nunca le dijo, nunca le mencionó que le molestara, pudo haber cambiado y dejar esos juegos de lado, centrarse en ser como era. Aunque de igual forma pensar ello no valía la pena, habían terminado y no había nada que pudiera hacer, porque con todo el dolor del mundo, no le rogaría volver.
—Yo no me pienso rebajar, y si crees que te soy una mierda y todos piensan que lo soy, lo seré. —Las lágrimas se vieron a flote y un pequeño llanto se escuchó tras aquellas sabanas.
Por ahora hablaba con despecho, con furia; sabía que tenía pensar bien al despertar, y esperaba que aquella fase del corazón roto no le durara por tanto tiempo.╭═════ ☪ ═════╮
F I N
╰═════ ☪ ═════╯White shirt now red, my bloody nose
Sleepin', you're on your tippy toes
Creepin' around like no one knows
Think you're so criminal
Bruises on both my knees for you
Don't say thank you or please
I do what I want when I'm wanting to
My soul so cynical
So you're a tough guy
Like it really rough guy
Just can't get enough guy
Chest always so puffed guy
I'm that bad type
Make your mama sad type
Make your girlfriend mad type
Might seduce your dad type
I'm the bad guy, duh
I'm the bad guy
I like it when you take control
Even if you know that you don't own me
I'll let you play the role
I'll be your animal
My mommy likes to sing along with me
But she won't sing this song
If she reads all the lyrics
She'll pity the men I know
So you're a tough guy
Like it really rough guy
Just can't get enough guy
Chest always so puffed guy
I'm that bad type
Make your mama sad type
Make your girlfriend mad type
Might seduce your dad type
I'm the bad guy, duh
I'm the bad guy
Duh
I'm only good at bein' bad, bad
I like when you get mad
I guess I'm pretty glad that you're alone
You said she's scared of me?
I mean, I don't see what she sees
But maybe it's 'cause I'm wearing your cologne
I'm the bad guy
I'm the bad guy
Bad guy, bad guy
I'm the bad★・・・・・・・★・・・・・・・・★・・・ღ・・・★・・・・・・・★・・・・・・・・★
Hi :'^ Sinceramente ese iba a ser un One-Shot, pero preferí dejarlo hasta ahí porque no se me daba más la cabeza; espero les haya gustado! si es que lo leyeron(? haha ays :'^ bueno, pienso hacer fics ahora de las nuevas parejas de Orion xD o ya de la primera temporada porque ganas no me faltan XD la cuestion es mi universidad :'c estoy full con ella y alb, pero a nadie le importa xD AH! idk, la letra al final es de la cual me "inspiré" por decirlo así, lo siento por tan corto y cliché fic xD espero les haya gustado uwu. Bye bye!
R14
(Limy Alaaya) -
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Me gusta tanto éste fic y le eh tomado tanto aprecio que siento que merezco justificar el porqué no comenté desde la última vez ;~;
Veras, estoy en la Universidad y me hice un cambio de carrera, y adoro mi carrera ahora, le estoy poniendo empeño y por ello que no tengo tiempo como para leer tu fic Seryuu ;^; estoy de un lado a otro con trabajos y antes de ello, estudiando para agarrar una vacante :'^ no eh tenido tiempo ni para verme la nueva temporada de Inazuma o hasta hablar con mis amigos de Internet.
Sinceramente espero leermelo cuando tenga algo de tiempo libre y hacerlo de una si quiera, es complicada mi U ya que hay 3 exámenes cada semestre y luego los tres te dan tu nota aprobatoria o no. Te deseo lo mejor! Veo que hay nuevos lectores y me alegro tanto por ti! Un saludo a todos y te deseo lo mejor! 💓 -
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Me encantó la serie xD y me encanta ella uwu. -
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De nuevo la trilogía de Temblor.
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